Adolescencia y Transformación: Un Viaje Psicológico Hacia la Identidad Adulta

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Psicología del Desarrollo II

F. Dolto: La Causa de los Adolescentes

El Concepto de Adolescencia: Puntos de Referencia, Puntos de Ruptura

¿Es una edad cerrada, una edad marginal o una etapa original y capital de la metamorfosis del niño adulto?

Es una fase de mutación. El adolescente pasa por una muda respecto de la cual nada puede decir, y es para los adultos objeto de unos cuestionamientos que, según los padres, está cargado de angustia o pleno de indulgencia. El estado de adolescencia se prolonga según las proyecciones que los jóvenes reciben de los adultos y según lo que la sociedad le impone como límites de exploración. La sociedad tiene interés en que el adolescente no pierda tiempo en una vida de beneficiado, pero esto lleva también al exceso de celos que consiste en estimular demasiado al niño de 11 años a no ser un niño prolongado.

Los adolescentes son vulnerables y si reciben golpes en esta etapa quedan heridos para siempre. Las personas secundarias juegan un papel muy importante en la educación de los jóvenes durante este periodo; todo lo que hacen puede favorecer la expansión y confianza en sí y el valor para superar sus impotencias o también estimular al desaliento y la depresión.

¿Pero acaso esta reacción de defensa no les deja aún más desanimados?

En este momento de extrema fragilidad, se defienden contra los demás mediante la depresión o por medio de negativismo que agrava aún más su debilidad.

La Sexualidad Podría Ser un Recurso para Ellos

No tienen vida sexual sino a través de la imaginación: la masturbación por lo que se descargan nerviosamente, y tienen mayor dificultad para afrontar la realidad, para vencer estas deficiencias, mucho más imaginarias que reales. Como se satisface de manera imaginaria, carece de fuerza para ir a buscar en la realidad, en otro ser humano, el apoyo o amor que le sostenga y le ayude a salir de esta trampa en que le encerraron los adultos agresivos o celosos. Cuando un joven comienza a tener ideas propias y a mezclarse en la conversación de adultos no pierden un instante en desalentarlo.

Necesidad de Fortalecimiento y el Rol de los Educadores

En este momento es cuando tendría necesidad de ser fortalecido. Los educadores parecen muy indicados aquí para tomar el relevo, a ellos les corresponde darle la voz pidiéndole su opinión, su juicio, animarlos.

Se trata de una edad frágil pero maravillosa porque reacciona a todo lo positivo que se hace por él, aunque no lo manifiesten en el momento.

¿Son los 11 años un punto de máxima fragilidad?

De 11 a 13 años tiene rubores, se tapan el rostro con los cabellos, azotan el aire con las manos para vencer su malestar, su vergüenza.

¿Es la pubertad la cresta de esta travesía crítica?

La época difícil es el momento de la preparación de la primera experiencia amorosa. El joven siente que hay en ellos un riesgo, lo desea y lo teme al mismo tiempo. El riesgo del primer amor es experimentado como la muerte de la infancia, la muerte de una época.

Los jóvenes de hoy no son conducidos juntos y solidariamente de una orilla a otra y se ven obligados a conseguir este derecho de paso por sí mismos. El hecho trascendental que marca la ruptura de la infancia es la posibilidad de disociar la vida imaginaria de la realidad: el sueño de los roles reales.

A los 11 años se manifiestan los primeros indicios de una sexualidad que se enuncia con un fortísimo componente imaginario antes de que el cuerpo entre en juego: las primeras emisiones involuntarias de esperma (en el hombre) y en la mujer las primeras reglas. Antes de que esto suceda preparan este acontecimiento fisiológico con una fibra psíquica de amor, imaginario por modelos, ídolos de masa, etc.

¿Comienza, pues, una segunda etapa de vida en el umbral de la adolescencia?

La primera vida imaginaria que se inicia a los 3/4 años, pone la mira en las personas del grupo próximo al niño (padre, hermano, hermana, madre). Para los demás, está en relación con el mundo exterior mediante las opiniones de los padres.

En una sociedad relativamente estable, la visión que el niño tiene del exterior queda obstruida por su interés por la familia y por el modo en que la familia reacciona ante la sociedad.

En su segunda vida imaginaria, los temas de interés que encuentra fuera del campo familiar y que deberían prepararle para la vida real, siguen teniendo a los padres como referencia. Pero sus modelos no serán de la familia, sino exteriores; cuenta con la familia como un valor refugio pero pone su empeño en triunfar socialmente: con sus compañeros. Cuando llega a la adolescencia es cuando este mundo imaginario exterior, le provocará, le hará decir que quiere salir. Es atraído por pequeñas bandas de jóvenes mayores que él, en los que pretende integrarse. Los grupos en los que se integrará tendrán un papel de sostén extrafamiliar.

No puede abandonar completamente los modelos del medio familiar sin antes disponer de modelos de relevo.

No son sustitutos sino relevos para su toma de autonomía adolescente confirmada, que se hará gracias a las heridas en el amor propio y en las alegrías, o en las dificultades y éxitos que serán los acontecimientos de su vida entre los 11 y los 14 años.

Muchos factores sociales abogan por la emancipación juvenil. Pero la sedentarización de los jóvenes que se demoran en el hogar mantiene a toda una generación en un estado de post-adolescencia y viene a contradecir a los partidarios de una mayoría anticipada. Entre estas dos posiciones, los padres quedan a la vez más perplejos. ¿Qué indicaciones darles sobre las probabilidades del fin (real) de la adolescencia? ¿Cuáles son los puntos de referencia? Un individuo joven sale de la adolescencia cuando la angustia de sus padres no le produce ningún efecto inhibidor. Sus hijos han alcanzado el estado adulto cuando son capaces de liberarse de la influencia paterna tras alcanzar este nivel de juicio.

¿Puede este final de la adolescencia ser vivido mucho antes de los 16 años?

No, porque la sociedad no lo permite. El joven no encuentra en Occidente soluciones legales para abandonar a sus padres asumiendo su condición sin aparecer como un marginal, delincuente, o a cargo de alguien que quiera ocuparse de un adolescente en peligro de perversión.

Actualmente hay muchos adultos interesados por la fuerte demanda de adolescentes en el nivel sexual y afectivo. Los jóvenes se ven obligados a venderse, tanto si la venalidad es visible como la prostitución callejera, como si es ambigua.

Esa nueva forma de dependencia procede del hecho de que las leyes no le permiten a un joven ganarse la vida, encontrar un empleo, etc.

Surge en el adolescente, un sentimiento de dependencia, que no se tiene respecto de los padres.

La protección y la ayuda material de una tercera persona culpabilizan mucho más. Pues su donación no será devuelta.

La fidelidad hacia quien nos subvenciona sin pertenecer a la familia es mucho mayor. A la familia se es infiel. Se es infiel a los padres, esa es la ley. Nos ponemos a amar a alguien que nos comprende, y podemos quedar completamente bloqueados porque se trata justamente de alguien de la generación anterior. Un joven tiene necesidad de amar a las personas de su edad y formarse a través de los de su generación, y no de seguir dependiendo de alguien de una generación anterior que en un momento dado ha sido un modelo.

Si la influencia se prolonga, es un modelo desestructurador.

Sigmund Freud: Tres Ensayos de una Teoría Sexual

Capítulo III: La Metamorfosis de la Virtud

Con la pubertad se introducen los cambios que llevan la vida sexual infantil a un comportamiento normal definitivo. La pulsión sexual que hasta entonces era autoerótica, ahora halla a su objeto sexual. Hasta ese momento actuaba partiendo de pulsiones y zonas independientes la una de la otra, buscaban un cierto placer en calidad de una única meta sexual. Ahora es dada una nueva meta sexual donde para alcanzarla todas cooperan, a la par que todas las zonas erógenas se subordinan al primado de la zona genital. La pulsión sexual se pone ahora al servicio de la reproducción. Se vuelve altruista.

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El Hallazgo de Objeto

Durante los procesos de pubertad desde el lado físico → crecimiento manifiesto de los genitales externos y desarrollo de los internos, desde el lado psíquico se consuma el hallazgo de objeto (pulsión autoerótica → objeto sexual → servicio de la reproducción) preparado desde la más temprana infancia, ya que la primera satisfacción sexual tenía un objeto fuera del propio cuerpo: el pecho materno. Después la pulsión sexual pasa a ser autoerótica y solo después de superar el periodo de latencia se restablece la relación originaria. El “pecho de la madre” es paradigmático para todo vínculo de amor. El hallazgo de objeto es propiamente un reencuentro.

En virtud de la definición de la maduración sexual, el elegir objetos sexuales distintos de las figuras parentales, junto a otras inhibiciones, se erige “la barrera del incesto”.

Entre los afectos posteriores de la elección infantil de objeto se encuentra el primer enamoramiento del joven, que frecuentemente se dirige a una persona mayor y que se cree que revive la imagen paterna o materna. Hay que prever la inversión del objeto, no equivocar el sexo opuesto, ya que hasta con frecuencia las primeras mociones que subsisten tras la pubertad andan desconocidas.

Identidad

Es la experiencia de autoconocimiento consciente específico de los rasgos personales únicos de uno mismo y de una continuidad interna a través de todos los cambios de personalidad en la vida.

Schomfield: El Desarrollo del Adolescente

Capítulo IV: El Cuerpo y la Imagen Corporal en los Adolescentes

Imagen Corporal

Es la imagen que nos formamos mentalmente de nuestro cuerpo, el modo en que nos vemos no solo físicamente sino fisiológica, sociológica y psicológicamente.

Tiene dos componentes, la percepción del cuerpo y el concepto del cuerpo (procesos psicológicos internalizados y de sensaciones internas).

Imagen corporal es una representación condensada de las experiencias presentes y pasadas del individuo con su propio cuerpo. Tiene aspectos conscientes e inconscientes.

Se intensifica y modifica mucho debido a los cambios físicos radicales que tienen lugar en la adolescencia.

  • Rápidos cambios: revisión de la imagen corporal, su cuerpo es extraño a él → “agitación afectiva”.
El Adolescente

Proyecta su preocupación sobre algún aspecto de su apariencia física, pérdida de la autoestima, humillante conciencia de sí mismo.

Perturbaciones de la Imagen Corporal

Se manifiesta en una preocupación por el aspecto y el funcionamiento físico, ansiedad y depresión.

Estructura de la Imagen Corporal

La estructura de la imagen corporal está determinada por:

  • La percepción subjetiva del aspecto físico y la capacidad funcional: en la adolescencia el cuerpo adquiere un nuevo valor, de modo que las anormalidades que ya estaban en la niñez asumen una nueva significación. Una adolescencia demorada puede inquietar al adolescente e incitarlo a dudar con respecto a su actividad sexual. Los defectos físicos pueden convertirse en factores importantes en el equilibrio de la personalidad, para el adolescente ser diferente equivale a ser inferior.
  • Factores psicológicos internalizados: Cuando más ineficaces hayan sido sus adaptaciones en la niñez, peor será la adaptación a los cambios físicos de la adolescencia. Para poder sentirse cómodo en el mundo adulto, el adolescente debe reordenar los componentes de su personalidad y crear un nuevo equilibrio, una nueva imagen de sí mismo.

Trastornos de la personalidad: distorsiones del concepto del cuerpo.

  • Factores sociológicos: la persona es objeto de reacciones de los demás y de sus evaluaciones, las cuales pueden alterar su conducta o reafirmarla. La forma en que el niño evalúa su cuerpo refleja los valores de quienes los atienden (los padres). El adolescente es muy vulnerable ante los juicios de los demás, la aprobación o desaprobación de los otros asume una importancia enorme para ellos. Su prestigio social depende del grupo de pares, por eso tiende a aceptar como verdadero el valor que el grupo le atribuye.
  • Imagen corporal ideal: el adolescente formula una imagen corporal ideal a partir de sus experiencias, percepciones, comparaciones e identificaciones con otros, influidos por los medios de comunicación; tanto reales como imaginarias. En este periodo el ideal del Yo es muy inestable.

Schilder

Imagen del Cuerpo

Representación que nos formamos mentalmente de nuestro propio cuerpo, la forma en que este se nos aparece. Disponemos de ciertas sensaciones que provienen de la superficie corporal, de los músculos y vísceras. Está la experiencia inmediata de que existe una unidad corporal, un esquema corporal → es la imagen tridimensional que todo el mundo tiene de sí mismo, una apariencia propia del cuerpo y aunque proviene de los sentidos, no es una mera percepción o representación.

Head y el Esquema Corporal

Head → la corteza sensorial es el almacén de las impresiones pasadas. Estos pueden surgir en la conciencia como imágenes, pero con mayor frecuencia permanecen fuera de la conciencia central. Allí forman modelos organizados de nosotros mismos: esquemas que modifican las impresiones provocadas por los impulsos sensoriales aferentes, en forma tal que la sensación definitiva de posición o localización surge en la conciencia cargada de las relaciones con algo ocurrido anteriormente. La destrucción de estos “esquemas”, torna imposible todo reconocimiento de la postura o de la localización de un punto estimulado en la parte afectada del cuerpo. La imagen no es el patrón fundamental sobre cuya base se miden todos los cambios posturales. El producto final de los test de apreciación de la postura o de los movimientos pasivos surge en la conciencia como un cambio postural medido.

Para designar este patrón combinado, sobre cuya base se miden todos los cambios subsiguientes de la postura antes de ingresar en la conciencia, la palabra “esquema”. Mediante alteraciones de la posición, construimos un modelo postural de nosotros mismos, sujeto a continuos cambios.

Todo lo que participa del movimiento consciente de nuestros cuerpos, se suma al modelo de nosotros mismos y pasa a formar parte de dichos esquemas.

Al estudiar el esquema corporal debemos encarar el problema psicológico central de la relación que guarden las impresiones de nuestros sentidos con nuestros movimientos y la motilidad en general. Siempre existe una personalidad que experimenta la percepción, la percepción es siempre nuestro modo de percibir. Así, nos sentimos inclinados a responder con una acción, somos seres emocionales, personalidades. Y la personalidad es un sistema de acciones y tendencias a la acción. Debemos esperar, entonces, intensas emociones con respecto a nuestro propio cuerpo.

El modelo postural de nuestro cuerpo se halla relacionado con el modelo postural de los demás. Existen ciertas relaciones, entre los modelos posturales de los diferentes seres humanos. Así experimentamos nuestra imagen corporal y la de los cuerpos de los otros, en un íntimo entrelazamiento.

Bianchi: Significado del Cuerpo y su Imagen

De acuerdo al planteo constructivista, la noción del cuerpo es fruto de un complejo proceso que exige la colaboración de los datos sensoriales en progresiva integración. Se constituirá en base a los dominios interoceptivos, propioceptivos y exteroceptivos.

La sensibilidad propioceptiva se halla presente desde el comienzo de la vida, es por ello que el bebé se apacigua ante ciertos movimientos. El dominio exteroceptivo tiene dos dominios a destacar, el conocimiento táctil y el visual, que se irán completando progresivamente.

Henri Wallon señala entre los 3 y los 6 meses de vida los miembros entran en el campo perceptivo visual y el lactante es sorprendido en actitud de discriminación y reconocimiento.

Entre los 6 y los 12 meses hay un notable avance de la función instrumental de la mano, órgano privilegiado de contacto (va descubriendo los límites del propio cuerpo y de los objetos exteriores).

La teoría psicoanalítica hace hincapié en los factores instintivos emocionales, Freud elaboró su doctrina evolutiva de la libido. En el primer año de vida la actividad infantil es fundamentalmente oral. La boca es órgano de nutrición y de placer. Al término del año, cambia la alimentación y el niño es educado en las normas de higiene que lo llevan a un progresivo control de sus esfínteres (traslado del polo oral al polo anal), proceso que se cumple hacia el tercer año. Luego, se acentúa el precoz desarrollo sexual infantil, sobreviene la curiosidad por la diferencia de sexos y las fantasías para explicarlo. Ingresa así en la etapa genital que culminará hacia el 5º año de vida, momento crítico del complejo de Edipo.

Dentro de nuestro cuerpo ciertas regiones pasan a estar prohibidas y otras no, lo que va determinando diferencias de tensión emocional en conexión con distintas partes del cuerpo.

Claves del Proceso: Pasos Fundamentales de la Psicogénesis de la Gnosia Corporal

  1. Formación del espacio oral: la región bucal es el centro de máxima actividad del lactante, es la zona de respuestas más diferenciadas. Las manos son las fronteras móviles que lo separan del mundo exterior.
  2. Oposición del espacio oral al visual: hasta el 7º día el recién nacido no conjuga sus movimientos cefálicos y oculares. Recién a los 3 meses de vida el niño sigue normalmente los desplazamientos de ciertos objetos.
  3. Adición a la sensibilidad táctil: empieza a agudizarse a estímulos de presión y contacto.
  4. La función manual: es coetánea con la función visual y lentamente tienden a integrarse. Los movimientos de la mano recorren un circuito que siempre pasa por la boca. La conexión mano-boca se refuerza constantemente, también la progresiva coordinación viso-manual (función de presión cobra vigencia hacia el 4º mes).
  5. La incorporación de los pies: los cambios posturales van determinando mejores posibilidades de sondear el medio exterior en su consistencia y profundidad. Aproximadamente a los 6 meses se producen los primeros tanteos para la incorporación de los pies a la imagen del cuerpo (juguete privilegiado), solo tendrá realidad a partir de la posición erecta (8 meses en adelante). Esto supone equilibrio, disociación de esquemas motrices, noción de hemicuerpo y direcciones del espacio (derecha-izquierda, arriba-abajo).
  6. Fijación del polo anal: asume progresiva importancia a partir del año.
  7. La noción del tronco: La adquisición de la gnosia del tronco es tardía e insuficiente. Se liga a la recepción de sensaciones de contacto, de presión y de golpes, proporcionados por las ropas o por ciertos movimientos.
  8. La imagen especular: consta de dos partes: a) la percepción de la imagen en el espejo y b) el reconocimiento. Preyer:
    • Hasta el 3º mes, el niño permanece impasible ante el espejo.
    • Hacia el 4º mes, el espejo atrae la mirada infantil ante la cual comienza a sonreír.
    • En el 6º mes hay progresos evidentes. En esta etapa el niño realiza una activa asociación de datos sensoriales de diferente cualidad y localización. Se advierte que hay captación de las expresiones mímicas paternales y, se le crea un conflicto: lo que ve delante se halla atrás de él. Se pueden observar en el niño movimientos de confrontación.

    El modelo y la imagen se presentan como realidades independientes, aunque semejantes.

    Existe otro problema de la imagen en el espejo: el niño todavía no se ha visto sino fragmentariamente. La unificación de la imagen necesita una integración de sensibilidades, que exige constantes procesos de interiorización, disociación y exteriorización. En ello juega un importante papel la noción de espacio y su relación de coexistencia con los objetos.

    12/15 meses: el niño observa su mímica frente al espejo. Alrededor de la 50ª semana, busca detrás del espejo la imagen.

    Sobreviene una etapa animista, el niño besa y abraza su imagen especular. A los 2 años, se reconoce totalmente en el espejo, lo que no quiere decir que se haya completado el proceso de unificación de la imagen corporal. H. Hécaen y J. Ajuriaguerra reducen el proceso a cuatro momentos fundamentales:

    1. Hacia los 3-4 meses, primeras reacciones ante el espejo;
    2. Hacia los 6 meses, relación entre el cuerpo y la imagen;
    3. Hacia los 15 meses, juegos frente al espejo;
    4. Hacia los 24 meses, reconocimiento total.
  9. Volumen o consistencia de la imagen corporal: juegan un papel decisivo los dominios intero y propioceptivo.

Schilder, considera esta cuestión en tres planos: a) las bases fisiológicas, b) la estructura libidinosa de la imagen corporal y c) la sociología de esta imagen. En referencia a la estructura libidinosa de la imagen corporal se pueden mencionar algunos puntos.

  • La influencia emocional recae en el relativo valor de las regiones del cuerpo, de acuerdo con las tendencias libidinosas.
  • Las regiones del cuerpo pueden sustituirse simbólicamente en el nivel de su representación psíquica.
  • La actitud del niño en relación a su cuerpo y a sus partes, se ve influida por la actitud de los mayores en relación con él.
  • Las identificaciones con otros sujetos pueden llevar a incorporar regiones de su cuerpo.
  • Es necesario un total desarrollo de la sexualidad genital para una completa apreciación de nuestra imagen corporal.
  • La construcción de la imagen corporal supone un proceso paralelo en el campo perceptivo y emocional libidinoso. Los objetos de amor y nuestras relaciones con ellos juegan un papel importante, que se conjuga con nuestra actitud hacia el mundo animado e inanimado.
El Vestido

W. James decía: “cualquier prenda de vestir que nos ponemos, inmediatamente se convierte en una imagen de nuestro cuerpo y se colma de libido narcisista”. Esto es especialmente visible en el adolescente.

El vestido cumple una doble función: Protectora y decorativa. En la adolescencia, esta función se une al sentido simbólico que la ropa implica.

En la niñez, la preocupación por el vestido es inconstante y se halla influida por la preocupación que los mayores demuestren acerca del mismo y, aunque el niño se enorgullezca de estrenar alguna prenda, pronto lo vemos olvidar la ropa y subordinarla a su actividad esencial: El juego.

El Yo y el Cuerpo

La idea del Yo se elabora sobre la base de lo físico. El hombre debe avanzar en un proceso de constante socialización del Yo, desde un sincretismo, un desciframiento, un egocentrismo, para llegar a la socialización.

La organización del esquema corporal sufre las alternancias de todo este proceso de maduración en la conducta social y de las funciones de la inteligencia.

Momento Crítico

A partir de la pubertad la imagen corporal se torna un problema, la desadaptación del adolescente comienza por el plano biológico, debido a las transformaciones que sufre el cuerpo. La figura pierde armonía, los movimientos se tornan torpes y se agudiza la sensibilidad. El factor belleza juega un rol importante, que es sobrevalorizado por el adolescente.

El adolescente busca dilucidar el misterio de su cuerpo en el misterio con los otros, especialmente con sus pares, y en este encuentro puede ser amistoso o agresivo; en este último caso el acceso destructor al prójimo encubre el propio temor a mostrar sus falencias.

En relación a la sociología de la imagen corporal: Schilder

  • La imagen corporal nunca se halla aislada, sino en conexión con las imágenes corporales del entorno.
  • La relación de esta imagen se establece en base a factores lejanía o cercanía espacial y emocional.
  • La intimidad de la relación se agudiza en las zonas erógenas.
  • Todo cambio erótico en la imagen corporal transforma la percepción de las imágenes ajenas.
  • La imagen corporal es una Gestalt en continua formación y no una estructura estática.

La preocupación acerca de la belleza o la fealdad es crítica en la adolescencia. El adolescente sobrevaloriza este factor y esto no se debe exclusivamente a factores sexuales.

Pearson: La Adolescencia y el Conflicto de las Generaciones

Capítulo II: Problemas del Ego y el Rápido Crecimiento

Crecimiento en el Adolescente

Existe una rapidez en el crecimiento, que lleva al adolescente a confrontar el problema de la diferencia de tamaño, pero no se trata de la diferencia entre el tamaño del adulto y el suyo sino, de una comparación entre sus iguales.

Este aumento en la velocidad del crecimiento no sucede del mismo modo en todos los adolescentes, algunos crecen rápidamente, mientras que los otros lo hacen a un ritmo lento pero regular. En base a todo esto se hacen comparaciones que reavivan los antiguos sentimientos de inadaptación e inferioridad. La reacción más común ante esto es el deseo de ocultarse, apartarse de todo contacto social o una compensación que puede adoptar varias formas (hacer el papel de bufón, tratar de lograr simpatía dentro de su medio o ser grosero). La vergüenza aumenta, cuando los adultos por quienes siente gran respeto le hacen notar que lo consideran inferior.

Aumento de la Sensibilidad

Existe una diferencia en la capacidad de percibir y discriminar sensaciones (olores, colores, sabores, etc.) y se debe a un aumento de la sensibilidad del SN y a una erotización de las percepciones sensoriales. El adolescente parece ser incapaz de entender lo que se le dice, parece haber perdido el sentido de la responsabilidad, rechaza el contacto con sus padres y a veces hasta con sus amigos. Tras unas pocas horas o días cambia; y esto se debe en alguna medida al aumento de sensibilidad del sistema perceptivo.

Los impulsos sexuales que estuvieron dormidos durante el periodo de latencia, reaparecen en la pubertad y hacen ver el mundo como algo romántico y lo sexualizan; también el incremento de conocimiento puede estar ligado con el desarrollo de los canales sensorios.

El Yo del adolescente se encuentra cercado por toda clase de estímulos nuevos, pero a diferencia del bebé que se defiende de estos mediante el sueño, el adolescente recurre al aislamiento.

Las proporciones del crecimiento puramente físico, originan un conflicto entre la imagen corporal trasladada del periodo de latencia, la que el Yo querría que fuera, y la impuesta por el crecimiento.

La cual genera un debilitamiento del Yo en la evaluación de la realidad y en sus tentativas de adherir al principio de realidad y darle primacía por sobre el principio de placer.

Frente a esta situación el adolescente recurre a prácticas mágicas, como sistemas dietéticos, uso de cosméticos o la gimnasia; por lo tanto se podría hablar de que existe una regresión al pensamiento mágico y al principio de placer.

Defensa de la Regresión

El conflicto entre el deseo de ser un bebé dependiente, y por otra parte la necesidad de ser grandes e independientes; hace que las conductas del adolescente oscilen entre estos dos polos. Estas conductas no son más que modos de repudiar la realidad y reemplazarla por el cumplimiento del deseo; lo cual también incide en el debilitamiento del Yo. Sin embargo, tanto el deseo como la necesidad se proyectan en el ambiente y por ello se mantiene un contacto con la realidad, lo cual niega que se dé un cuadro psicopático.

Resurgimiento de los Impulsos Sexuales

En el periodo de la adolescencia el individuo se encuentra con que el aumento de sus impulsos sexuales inunda sus defensas, pareciera como si su Yo no pudiera permanecer controlado. El Yo debe reconducir la energía que en el periodo se había volcado a la exploración del mundo, hacia el fortalecimiento de sus mecanismos de defensa.

El Superyó nos proporciona bienestar porque sigue siendo el primitivo Superyó del periodo Edípico.

El Adolescente y el Teléfono

Estas conversaciones le sirven de defensa para su Yo, generalmente el tema en sí no tiene mucha importancia.

En algunos casos, esta necesidad de hablar por teléfono es un reflejo de la actitud de los padres, en otros es resultado de su cultura. Es una cuestión de identificación y penetración y no de relación de objeto, ya que no se da una comunicación entre dos personas, sino que cada persona habla consigo misma.

Además, la cantidad de movimientos innecesarios que ejecuta el adolescente al hablar por teléfono, no sería sino una descarga de energía instintiva reprimida.

Aberastury y Knobel: La Adolescencia Normal

Capítulo II: El Síndrome del Adolescente Normal

Normalidad y Patología en la Adolescencia

De acuerdo con Sherif y Sherif, la adolescencia se caracteriza por ser un periodo de transición entre la pubertad y el estadio adulto, que puede variar dependiendo la sociedad. Sin embargo, existe como base de todo este proceso, una reformulación de los conceptos acerca de sí mismo, que lo lleva a abandonar su autoimagen infantil y proyectarse en el futuro de su adultez. La universalidad está en que es un periodo de abandono de la autoimagen infantil y proyección de la adultez, de reformulación de conceptos sobre sí mismo, cambio, desprendimiento. El problema del adolescente debe tomarse como un proceso universal de cambio, que se teñirá con connotaciones peculiares de cada cultura.

Se puede definir la adolescencia como la etapa de la vida durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta, apoyándose en las primeras relaciones objetales-parentales internalizadas, y verificando la realidad mediante el uso de elementos biofísicos a su disposición, que tienden a su vez a la estabilidad de la personalidad que no se logra sin pasar por cierto grado de conducta patológica, que se debe considerar normales esta etapa. El concepto de normalidad se establece en base a la adaptación al medio, y por un no sometimiento al mismo. Es la capacidad de utilizar los dispositivos existentes para el logro de las satisfacciones básicas en interacción con la comunidad.

Anna Freud señala que lo anormal en la adolescencia sería la presencia de un equilibrio estable. Los procesos de duelo obligan a actuaciones de carácter defensivo, del tipo psicopático, fóbico o contrafóbico, maníaco o esquizoparanoide. Por ello es que se puede hablar de una patología normal en el adolescente.

La adolescencia no es notable, es un proceso, un desarrollo; su aparente patología debe admitirse y comprenderse para ubicar sus desviaciones en el contexto.

Síndrome Normal en la Adolescencia

La sintomatología característica sería la búsqueda de sí mismo y la identidad: la identidad es una característica de cada momento evolutivo, pero es necesario destacar que el poder usar la genitalidad en la procreación es un hecho que determina una modificación en el proceso de logro de la identidad adulta. La consecuencia final de la adolescencia será el conocimiento de la individualidad biológica y social del ser psicofísico en su mundo circundante (Self) → entidad psicológica (imagen corporal = imagen mental de su propio cuerpo), sustrato biológico (cuerpo). El cuerpo y el esquema corporal son dos elementos importantes para la definición de sí mismo y de la identidad.

Para Erikson, el problema de la identidad consiste en la capacidad del Yo de mantener mismidad y continuidad frente a un destino cambiante. Antes de llegar al plano genital procreativo, el adolescente debe atravesar moratoria psicosocial, donde se le permite experimentar con lo que la sociedad tiene para ofrecer con el fin de permitir la ulterior definición de la personalidad. Se puede dar la “identidad negativa” o la doble identificación masiva.

El adolescente puede adoptar distintas identidades:

  • Transitorias (se adoptan durante cierto periodo)
  • Negativas (dejarse el pelo largo)
  • Ocasionales (se dan frente a situaciones nuevas)
  • Circunstanciales (identificaciones parciales transitorias)

La identidad adolescente se caracteriza por el cambio de relación del individuo sobre todo con sus padres.

Tendencia Grupal

En su búsqueda de identidad, el individuo recurre a la búsqueda de uniformidad, que brinda seguridad y estima personal. Allí surge el espíritu de grupo, en donde se da un proceso de sobreidentificación masiva, en donde todos se identifican con cada miembro del grupo. Las actuaciones del grupo representan la oposición de las figuras parentales y una forma de determinar una identidad diferente de la del medio familiar. Se transfiere al grupo la dependencia que anteriormente se mantenía con la familia; por ello es una transición necesaria para lograr la individuación. El fenómeno grupal facilita la conducta psicopática normal en el adolescente, con conductas de desafecto, crueldad, indiferencia, falta de responsabilidad.

Se da la Originalidad vs. igualdad (vestir, sentimientos), y los duelos por la identidad infantil, transferencia al grupo.

Necesidad de Intelectualizar y Fantasear

Es una de las formas típicas del pensamiento adolescente, que recurre a ello para compensar las pérdidas que ocurren dentro de sí mismo.

Son mecanismos defensivos: Anna Freud señala la intelectualización y el ascetismo como mecanismos de defensa; la función del ascetismo es mantener al Ello dentro de ciertos límites por medio de prohibiciones, y la función de la intelectualización consistiría en ligar los fenómenos instintivos con contenidos ideáticos y así hacerlos accesibles a la conciencia y fáciles de controlar. El incremento de intelectualización lleva una preocupación por principios éticos, filosóficos, sociales, políticos.

Las Crisis Religiosas

El adolescente puede manifestarse como un ateo exacerbado o un místico fervoroso, tomando de este modo posiciones muy extremas, lo que concuerda con toda la situación cambiante de su mundo interno. Las crisis religiosas son intentos de solución de la angustia que vive el Yo al enfrentar la separación definitiva de los padres y la aceptación de la posible muerte de los mismos. El adolescente necesita tener identificaciones proyectivas con imágenes muy idealizadas, que le aseguren continuidad a su existencia y a la de sus padres infantiles. La figura de una divinidad puede representar para él una salida mágica de este tipo; como así también un aparente “ateísmo” puede ser actitud compensadora y defensiva.

Desubicación Temporal

El adolescente maneja el tiempo de forma particular, convirtiéndolo en presente y activo como un intento de manejarlo; parece vivir en proceso primario con respecto a lo temporal. Las urgencias son enormes y las postergaciones parecen irracionales. Hay dificultad para distinguir presente-pasado-futuro. Aceptar la pérdida de la niñez significa aceptar la muerte de una parte del Yo, y sus objetivos para poder ubicarlos en el pasado. El adolescente espacializa el tiempo para poder manejarlo viviendo su relación con el mismo con un objeto. El tiempo ayuda a dejar atrás al niño infantil muerto, sino queda adentro como un objeto muerto-vivo, derivando en un sentimiento de soledad.

La noción temporal, características corporales o rítmicas (tiempo de comer, de defecar, de jugar), se vive en un tiempo vivencial o experiencial. Todo esto es una tentativa de paralizar el tiempo y los cambios.

A medida que se van elaborando los duelos la dimensión temporal se va conceptualizando en pasado-presente-futuro y en la aceptación de la muerte de los padres y la propia. Este tiempo es necesario para salir del narcisismo y de la ambigüedad de su conducta.

Evolución Sexual: Del Autoerotismo a la Heterosexualidad

El adolescente oscila entre la actividad masturbatoria y los comienzos del ejercicio genital, el contacto genital es de tipo exploratorio y preparatorio, y aún no se da la verdadera genitalidad procreativa. En la aceptación de su genitalidad inicia la búsqueda de su pareja, el enamoramiento apasionado, vínculos intensos pero frágiles, el amor a primera vista o amor a una figura idealizada. Esta aceptación de la genitalidad va a surgir con fuerza impuesta por la presencia de la menstruación y la aparición del semen. Van a existir fantasías de vínculo genital con características de lo penetrante y lo penetrado; que son el modelo que se va a mantener toda la vida de lo masculino y lo femenino, para lo cual es fundamental las figuras de una madre y un padre. Se ve también un interés o curiosidad sexual, y el exhibicionismo y voyeurismo se manifiestan en el modo de vestir, peinarse, bailar.

El triángulo Edípico se reactiva por hacerse posible biológicamente la consumación del incesto y frente a esto el individuo debe recurrir a mecanismos de defensa. Hay expresiones de una bisexualidad no resuelta, conductas femeninas en varones y masculinas en las niñas. A medida que se elabora el complejo de Edipo el varón se identifica con los aspectos positivos del padre y supera su temor de castración, lo mismo ocurre con la mujer; solo que en ella la menarquia refuerza las fantasías persecutorias.

La masturbación permite al sujeto pasar por la etapa esquizo-paranoide de su personalidad, considerar a sus genitales como ajenos, tratar de recuperarlos y finalmente realizar el proceso depresivo a través de una angustia, e integrar sus genitales a todo el concepto de sí mismo.

Actitud Social Reivindicadora

El adolescente no es una unidad aislada, la familia es la primera expresión social que influye y determina la conducta del mismo. Los padres experimentan ansiedades y celos ante los cambios de sus hijos. Stone y Church hablan de “ambivalencia dual”. Las primeras identificaciones se hacen con los padres pero el medio determina nuevas posibilidades de identificación y la incorporación de pautas sociales. Dependiendo de la cultura de que se trate habrá ritos de iniciación. La sociedad impone restricciones y a su vez el adolescente quiere cambiar la sociedad, ante lo cual el adulto puede sentirse amenazado y buscar desplazar al joven.

Parte de la frustración que significa hacer el duelo por los padres de la infancia se proyecta al mundo externo, así el joven considera que no es él quien cambia, sino sus padres y la sociedad, y descarga contra ellos su odio y sus actitudes destructivas.

Contradicciones en las Manifestaciones Conductuales

Hay una conducta dominada por la acción, el pensamiento necesita hacerse acción para ser controlado. No se puede mantener una línea rígida de conducta, es una personalidad permeable que recibe todo y también proyecta enormemente. Se habla de una normal anormalidad porque existe una inestabilidad permanente.

Separación Progresiva de los Padres

El joven debe elaborar el duelo por los padres de la infancia, debe ir separándose de ellos, lo que se ve favorecido por los cambios biológicos, aparición de la capacidad efectora, etc. La presencia internalizada de buenas imágenes parentales con roles bien definidos permitirá una buena separación de los padres y facilitará el pasaje a la madurez. Hay una ambivalencia dual.

Madurez

Ejercicio de la genitalidad en un plano adulto. Se pueden dar identificaciones con personajes idealizados.

Fluctuaciones del Humor y el Estado de Ánimo

Se experimentan sentimientos de depresión, duelo y ansiedad. El Yo realiza intentos de conexión placenteros con el mundo que no siempre se logran y la sensación de fracaso puede llevar al sujeto a refugiarse en sí mismo, en un repliegue autista que da origen a un sentimiento de soledad. El aburrimiento y desaliento son característicos del adolescente, la intensidad de los procesos de introyección y proyección pueden obligarlo a modificar rápidamente su estado de ánimo.

Al fallar los intentos de elaboración del duelo → cambios de humor, microcrisis “maniaco depresivas”.

Aberastury: Adolescencia

Capítulo V: Crisis de Desimbiotización

Duelo por el Cuerpo Infantil

Las modificaciones que operan en la estructura del individuo crea un sentimiento de impotencia que lo lleva a desplazar su rebeldía al pensamiento; se da el manejo omnipotente de las ideas frente al fracaso en el manejo de la realidad externa. El fenómeno de despersonalización surge a raíz de vivir la pérdida de su cuerpo infantil con una mente aún de la infancia y un cuerpo que se va haciendo adulto. Este proceso implica una proyección en el pensamiento y explica la realidad lábil con objetos reales que rápidamente se pierden al igual que su cuerpo infantil.

Duelo por la Identidad y el Rol Infantil en la Adolescencia

Hay una confusión de roles, no se puede mantener una independencia infantil ni asumir una independencia adulta, por lo que hay un Fracaso de personificación. Así el joven delega en el grupo sus atributos y en los padres sus obligaciones y responsabilidades. Este es un mecanismo esquizoide. Hay una desconsideración por seres y cosas reales que hace sus relaciones objetales fueran fugaces.

El pensamiento funciona de acuerdo a características grupales que le permiten mayor estabilidad mediante el apoyo y el agrandamiento que significa el Yo de los demás.

Duelo por los Padres de la Infancia

La relación infantil de dependencia se va a ir abandonando; todos los cambios van a hacer que se recurra a un proceso de negación de los mismos que operan sobre la figura de los padres y en el vínculo con ellos. A su vez los padres deben elaborar la pérdida de la relación infantil con sus hijos. Se dan contradicciones a nivel del pensamiento, se requiere un suministro constante por parte de los padres y al mismo tiempo se reclama independencia; ello nos muestra que se permanece a niveles inferiores. Las contradicciones producen perplejidad en el manejo de las relaciones parentales internalizadas y rompe la comunicación con los padres reales; allí es cuando se acude a figuras idealizadas que los sustituyan, refugiándose en un mundo autista.

Crisis de Desimbiotización

Simbiosis

En biología es la asociación y vida conjunta de dos seres con beneficio recíproco; en psicología Wallon la aplicó a un estadio de básica y absoluta dependencia e indiferenciación entre el niño y su madre. Hay dos etapas, una simbiosis fisiológica (vida intrauterina y primeras semanas de vida) y una simbiosis emocional.

Mahler describe una fase normal presimbiótica o autista (desde el nacimiento hasta los tres meses), la simbiótica propiamente dicha (madre y bebé forman una unidad dual dentro de un límite común, la membrana simbiótica) y alrededor de los 3 años se da la individuación.

Bleger define la simbiosis como la persistencia en el adulto de niveles psicológicos primitivos, cuya característica fundamental es la no diferenciación entre Yo-no-Yo. En toda personalidad subsiste un resto de relaciones o vínculos no discriminados a los que llama “núcleo aglutinado”, este comprende las experiencias vitales más primitivas que subsisten de relaciones simbióticas tempranas.

Concepto de Crisis

(Bleger) Terminación de un acontecer en un sentido o en otro, la crisis resuelve una situación, pero al mismo tiempo designa el ingreso a una nueva que plantea problemas propios. De ella puede resultar algo beneficioso o pernicioso, y siempre parece contraria a toda permanencia y estabilidad. Es un abismo entre un pasado ya no vigente y un futuro aún no constituido.

Crisis vitales: destete, resolución del complejo de Edipo, adolescencia y climaterio. El conflicto básico de la crisis adolescente es la elaboración del vínculo de dependencia simbiótica, remoción de las relaciones objetales. Se desorganiza y desestructura la precaria identidad lograda hasta entonces. Las alternativas del vínculo simbiótico dependen no solo del adolescente sino también de el/los depositarios de la nueva situación; en ese sentido la cultura internalizada e instrumentada por la familia prefiguran de alguna manera la crisis adolescente. La patología a la que da lugar esta crisis depende de:

  • La estructura de personalidad previa más o menos estable o lograda (existencia o no de una latencia adecuada).
  • La estructura peculiar del vínculo simbiótico (normal o patológico).
  • La modalidad y alcance de la ruptura simbiótica.
Recreación del Vínculo Simbiótico: Adhesión a Sustitutos

Frente a la desimbiotización, el adolescente recrea la situación simbiótica mediante la adhesión a sustitutos, personas o cosas. Fruto de ello son la afición a la pandilla, la pareja amorosa idealizada, la vestimenta, el cigarrillo, las drogas.

Distorsión del Esquema Corporal y Manifestaciones Hipocondríacas

No hay solo un crecimiento, sino un cambio completo por la aparición de caracteres sexuales primarios y secundarios. La aceptación del nuevo esquema corporal incluye un duelo, el de la imagen corporal ideal fantaseada. Un elemento más de este cuadro de confusión es la distorsión del esquema corporal, que se expresan en conductas hipocondríacas como la queja, la autoobservación y la relación con el cuerpo.

Rosenfeld distinguió: 1) angustias hipocondríacas temporarias o frecuentes en los momentos de reajuste vital. 2) hipocondría crónica, cuadro grave de tipo defensivo.

Bleger ubica la hipocondría dentro de la patología del núcleo aglutinado, en la que diferencia tres circunstancias:

  • Control del núcleo aglutinado
  • Pérdida de control del aglutinado e invasión masiva del Yo
  • Disgregación psicótica
  • Drogadicción o adicción a fármacos: Wikler define la adicción como el uso compulsivo de agentes químicos peligrosos para el individuo, la sociedad o para ambos.
Drogadicción o Adicción a Fármacos

La adicción a fármacos es la búsqueda de resolución del conflicto por parte del adolescente con la sustitución de otro depositario; al mismo tiempo que soluciona ansiedades en el área del cuerpo, como el uso de anfetamínicos. La droga y la adicción son un intento de recrear la relación en un nivel oral regresivo, en un momento de amenaza de respuesta de la misma.

Anna Freud: El Yo y los Mecanismos de Defensa

Capítulo XI: El Yo y el Ello en la Pubertad

En la infancia, la pubertad y el climaterio → Ello fuerte frente a un Yo débil. Este utiliza distintos mecanismos para resolver el conflicto con los instintos, y mantener el carácter desarrollado en la latencia.

Latencia

Decadencia de la vida instintiva, se fortifica con el mundo exterior, la madre se sustituye por la identificación. Se instala el Superyó, le produce angustia y sentimiento de culpa.

Pubertad

Proceso fisiológico (madurez sexual), se derrumba el equilibrio psíquico logrado, los impulsos agresivos se intensifican.

Los intereses oral-anales → hábitos de limpieza ceden → placer de la suciedad y el desorden. Tendencia exhibicionista, crueldad con los animales.

  • Fantasías edípicas = sueños diurnos.
Lucha entre el Yo y el Ello por la Supremacía

→ se encuentra más rígido y consolidado que en la niñez.

→ la conducta agresiva: éxito parcial del Ello.

→ angustia, ascetismo: éxito parcial del Yo.

La libido es retirada de los impulsos pregenitales y concentrada sobre la genitalidad → representaciones y fines (se torna exagerado y anormal).

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Conflicto

Triunfa el Ello (no persistirá ningún rasgo del carácter anterior)

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Triunfa el Yo (seguirá el carácter formado en la latencia)

Se resuelve con una adecuada utilización de los mecanismos de defensa.

Defensa

Acto mediante el cual un sujeto se encuentra enfrentado a una representación insoportable, la reprime por falta de los medios necesarios para ligarla (mediante un trabajo de pensamiento a otros pensamientos). Se dan para neutralizar la angustia que producen.

Los cambios sufridos en la pubertad pueden ser:

  1. Cualitativos: se incrementan los impulsos sexuales. Defensa contra este incremento en los impulsos → Ascetismo e Intelectualización.
  2. Cualitativos: de pulsiones parciales pregenitales, se transforman en genitales (por eso posibilidad de consumar el incesto).

Cuando el Yo se siente amenazado hace activar los mecanismos de defensa, defendiéndose contra los vínculos objetales.

Ascetismo

Es una manifestación de un antagonismo innato primitivo y primario entre el Yo y el instinto. Tiene que ver con prohibir cualquier tipo de satisfacción o deseo porque desconfían del goce o placer en sí mismos. Los adolescentes que pasan por este periodo ascético parecen temerle más a la calidad que a la cantidad de los instintos y su sistema más seguro es poner al incremento y al apremio de sus deseos, las prohibiciones más estrictas. Los modos de satisfacción prohibidos se cambian por otros modos de placer → trueque del ascetismo por los excesos instintivos, el adolescente se entrega súbitamente a todo cuanto antes había considerado prohibido esto presenta “curaciones transitorias espontáneas” del estado ascético.

Intelectualización

Con el acceso puberal en el adolescente aumentan sus facultades intelectuales, hay un deseo de meditar y practicar alrededor de altos temas. Sin embargo, esta elevada capacidad intelectual tiene poca o ninguna relación con la conducta del adolescente, él deriva su satisfacción al pensar o discutir.

Los procesos instintivos se expresan en términos intelectuales y esto constituye una tentativa de adueñarse de ellos y dominarlos en un nivel psíquico diferente. El exaltado intelectualismo del adolescente, es un esfuerzo común en el Yo por dominar los instintos mediante la labor intelectual.

El Amor Objetal y la Identificación en la Pubertad

Aislamiento y alejamiento de los objetos amorosos, surgen nuevas fijaciones de amor (jóvenes de la misma edad) (persona de más edad) → apasionados y exclusivos, pero breves y súbitos.

Hay una deslealtad para con el objeto de amor primitivo debido a las exigencias del objeto nuevo. No son verdaderas relaciones objetales sino identificaciones primitivas. Lo que cambia es la identificación, no el amor o las convicciones anteriores. Siempre que hay un aumento de la libido pueden producirse enfermedades neuróticas o psicóticas.

Anna Freud: Psicología del Niño y del Adolescente

Pubertad

Subordinación de las zonas erógenas al nivel genital, nuevos objetivos sexuales y nuevos objetos sexuales fuera de la familia.

Lucha del Yo para dominar los instintos → (normalidad) → Formación del carácter.

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Mediante los mecanismos de defensa → (patología) → Síntomas neuróticos.

Enamoramiento y duelo: son estados emocionales en los que la libido está totalmente comprometida con un objeto de amor real y presente o del pasado inmediato.

Por eso no puede su Yo catectizar a la persona del analista.

  • Los trastornos de la adolescencia son los signos exteriores que indican que los ajustes internos han comenzado. Si no se presentan estos signos significa que está retrasando su desarrollo. Las manifestaciones adolescentes son similares a la formación de síntomas neuróticos, psicóticos o asociales.
  • Similar a la neurosis: situación psicógena en el Yo.
  • Similar a la Psicosis: situación psicógena en el Ello.

Existe el peligro de que las pulsiones pregenitales reactivadas entren en contacto con los objetos de amor de su pasado edípico y pre-edípico.

Defensa contra los Vínculos Objetales Infantiles

(Frente a los cambios cualitativos) van de la más sana a la más patológica.

  1. Defensa por desplazamiento de la libido: retiran la libido depositada en los padres y la desplazan hacia sustitutos parentales, a una persona fuera del entorno familiar. Estas personas son diametralmente opuestas en todos sus aspectos a los padres. El vínculo es muy repentino y se da una fidelidad exagerada, pero así como se adquiere de repente, se termina de repente.
  2. Defensa por inversión de los afectos: el Yo del adolescente se defiende convirtiendo a los afectos experimentales, hacia los padres, en sus opuestos. Transforma el amor en odio, la dependencia en rebelión, la admiración en desprecio, indiferencia, etc.
  3. Defensa por retiro de la libido a la propia persona: la libido permanece en la persona del propio adolescente y puede ser utilizado para catectizar al Yo y al Superyó, exagerando así su significación. La catexia puede recaer solo sobre el cuerpo del adolescente, produciendo sensaciones hipocondríacas.
  4. Defensa por regresión: “identificación primaria con los objetos”. Este fenómeno implica modificaciones regresivas en todos los sectores de la personalidad, en la organización del Yo y de la libido. La libido queda adherida a alguna organización.
  5. Defensa contra los impulsos: cuando fracasan las defensas contra los vínculos objetales edípicos y preedípicos → cuadros clínicos psicóticos.
El Adolescente Ascético

Lucha contra los impulsos, incluso contra la satisfacción de necesidades fisiológicas. No puede distinguir entre las necesidades vitales y la simple satisfacción de placer.

El Adolescente Intransigente

No cede en sus gustos ni en sus creencias.

Concepto de Normalidad en la Adolescencia

La adolescencia es por naturaleza una interrupción del crecimiento imperturbado de la infancia y el mantenimiento de un equilibrio estable durante el proceso adolescente (que es en sí mismo) anormal. Los métodos de defensa se combinan con otras defensas y se los emplea con moderación. Tienen resultados patológicos si son utilizados en exceso o con intensidad exagerada.

Las fluctuaciones entre opuestos son normales en esta etapa. Es necesario darle tiempo al adolescente para que elabore sus propias soluciones.

Se considera normal que un adolescente se comporte durante un largo periodo de manera incoherente, que se oponga a sus impulsos y que los acepte, que logre evitarlos y se sienta desbordado por ellos.

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Características de la Adolescencia
  • Modificaciones de los impulsos instintivos
  • Modificaciones en la organización del Yo
  • Modificaciones en la relaciones con los objetos (padres)
  • Modificaciones en los ideales y en las relaciones sociales
¿Es Posible Predecir la Adolescencia?

No, en términos generales. Solo hay situaciones prototípicas.

  1. Caso de los niños huérfanos: falta de madre (falta de identificación) carencia, búsqueda de un objeto modelo para depositar su libido en figuras sustitutivas con mucha intensidad.
  2. Caso de mellizos: pasan por dos identificaciones, padre, madre y entre ellos.
  3. Chicos adoptados: intensa búsqueda de un gen, de identidad.
El Análisis Durante la Adolescencia

La experiencia demuestra que el adolescente presenta especiales dificultades en los periodos inicial, intermedio y terminal, durante el cual el analista debe experimentar toda una gama de resistencias de intensidad poco frecuente:

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Hay que tener en cuenta:

  • Inmadurez y debilidad del Yo
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Más importancia a la verbalización y más importancia a la acción

Falta sincretismo

Winnicott: Realidad y Juego

Enfoque de Winnicott

Piensa en términos de:

  • Desarrollo emocional.
  • Papel de los padres.
  • Familia en cuanto a la necesidad de la infancia.
  • Papel de la escuela y otros agrupamientos.
  • Inmadurez del adolescente.
  • Logro gradual de la madurez.
  • Logro de una identificación con grupos sociales sin perder la espontaneidad personal.
  • La estructura de la sociedad.
  • La política, economía, filosofía y cultura.
  • El mundo como superposición de pautas individuales.
Tesis Principal

Se han dado numerosos cambios en relación a la crianza materna; el padre aparece más tarde y luego viene la familia. La continuidad en el cuidado del niño es central para el concepto de “ambiente facilitador”. No preocupa solo la salud, sino la riqueza de felicidad que se construye en salud.

Confusión y Responsabilidad Parental

No debe creerse que si los padres crían bien incluso hacerlos responsables en casos en donde no lo sean. Las recompensas siempre llegarán de modo indirecto, sin ningún tipo de agradecimiento.

Muerte y Asesinatos en el Proceso Adolescente

Es valioso comparar las ideas del adolescente con las de la niñez, si en la fantasía del primer crecimiento hay un contenido de muerte, en la adolescencia el contenido será de asesinato. Crecer significa ocupar el lugar del padre, en la fantasía inconsciente el crecimiento es intrínsecamente un acto agresivo. Se podría hablar de una actitud de “Soy el rey del Castillo”, es una situación que implica la muerte de todos los rivales o el establecimiento del dominio. Es decir que en la fantasía inconsciente del adolescente existe la muerte de alguien, lo cual plantea dificultades a padres y tutores.

El adolescente es inmaduro y dicha inmadurez adolescente indica salud; no hay más que una cura para ella, y es el paso del tiempo. Es uno de los rasgos más estimulantes del pensamiento creador, sentimientos e ideas.

Lo que determina el estado psíquico es la relación entre la fantasía inconsciente y la realidad externa.

El Potencial de la Adolescencia

Los cambios de la pubertad se dan a distintas edades y la espera impone un estado de tensión, en los casos de desarrollo tardío. Lo más difícil es la tensión que corresponde a la fantasía inconsciente del sexo y a la rivalidad vinculada con la elección del objeto sexual.

El cambio sexual no es el único, también hay un cambio en relación a lo físico, la adquisición de fuerzas, astucia y conocimientos para usarla.

Idealismo

Una de las cosas más estimulantes del adolescente es su idealismo, todavía no se ha hundido en la desilusión, se encuentran en libertad para formular planes. La adolescencia implica crecimiento, que exige tiempo, mientras se encuentra en marcha, las figuras paternas deben hacerse cargo de la responsabilidad. Si abdican, el adolescente tiene que saltar a una falsa madurez y perder la libertad para tener ideas y actuar por propio impulso.

Ambivalencia

El odio es proyectado en objetos con los cuales se identifica.

Características de la Adolescencia

Vínculos objetales transitorios que sirven de ensayo.

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Hay regresión al servicio del desarrollo progresivo, siempre que sea limitado y controlado.

Lo Típico en la Adolescencia
  • Ansiedad confusional y confusión de objeto → tienen que abandonar algunas funciones yoicas (pensamiento concreto) frente a la borrosa diferenciación entre lo infantil y lo adulto.
  • Desequilibrio interno y externo por estar frente a objetos antes prohibidos (provoca ansiedades persecutorias y depresivas).
Relaciones Objetales Transitorias
  • Narcisistas: huir de la realidad externa y refugiarse dentro del Yo. Rechazo contra lo que siente como causa de su dolor.
  • Transicionales: son transitorias. Se evita con la elección de una zona de la realidad, la subjetividad exagerada (narcisismo) y una objetividad exagerada donde se le imponga la relación (zona neutral).
  • Ambivalentes: siente amor y odio hacia un mismo objeto en tiempos cortos. Hay buena discriminación entre los objetos internos y externos pero los afectos no son aún bien integrados.

A los 15 años → lo genital vuelve a primar. La angustia de los varones no aparece frente a la castración fálica, sino frente al abandono del objeto, la angustia de las mujeres surge en relación con el interior del cuerpo.

Duelo Frente a la Fantasía Bisexual (12-18 años)

Periodo polimorfo (impulsos perversos y sádicos) → se incrementa el rol del Superyó → el sujeto

  • Regresión instrumental (someter al Yo)
  • Bloquearse (someter al Superyó)
  • Desbloqueo instrumental (someter al Ello)

Es importante un Yo con buenas identificaciones y de un Superyó no muy severo. Para la buena estructuración del Edipo primitivo.

En la adolescencia la madre arcaica, el regulador original, se convierte en fuente de control y seguridad.

Ocurre un cambio decisivo hacia la heterosexualidad por renuncia final e irrevocable del objeto incestuoso.

Winnicott: El Niño y el Mundo Externo

Capítulo V: El Niño y el Sexo (Contenido Faltante)

Erik Erikson: Infancia y Sociedad

Capítulo III: Adquisición de un Sentimiento de Identidad

Identificación

Mecanismo por el cual un Yo se asemeja total o parcialmente a otro Yo, al que toma como modelo.

Identidad Negativa

Identidad contraria a la que la sociedad sugiere. La identidad negativa refleja una situación en la cual los individuos de identidad positiva se anulan mutuamente. Una identidad negativa es preferible a la falta de identidad.

Tipos de Identidad
  1. Personal: percepción de la mismidad y continuidad de la existencia en tiempo y espacio.
  2. Del Yo: lo singular, lo que permite la diferenciación Yo-no-Yo.
  3. Profesional: encuentro entre Yo-mundo, es la proyección del sí mismo en el mundo cultural.
Conflicto: Identidad vs. Difusión de Roles

En la adolescencia todas las mismidades y continuidades en que se confiaban previamente, se vuelven a poner en duda: los jóvenes que crecen y se desarrollan enfrentados a esta evolución fisiológica en su interior, se preocupan ahora por lo que parecen ser a los ojos de los demás.

En su búsqueda de un nuevo sentimiento de continuidad y mismidad, los adolescentes deben volver a librar muchas batallas de los años anteriores. El peligro de esta etapa es la confusión de rol. Para evitar confusión, se sobreidentifican temporalmente. Aquí se inicia la etapa de enamoramiento; intento del adolescente de llegar a una definición de la propia identidad proyectando la propia imagen yoica difusa, en otra persona, logrando así que se aclare gradualmente. (Problema de depresión de identidad: el adolescente quiere identidad).

Adquisición de un sentido de identidad al mismo tiempo que se supera la difusión de la identidad: Realización de la fidelidad.

Adquirir un sentido de identidad es necesario para adoptar decisiones propias de la adultez. Erikson considera que no se puede separar el crecimiento personal del cambio: la formación de la identidad es también una cuestión social. La conciencia de identidad es también una cuestión social. La conciencia de identidad es una forma de la duda original, que ahora se refiere a la confiabilidad y la difusión de la identidad. Con la maduración física su anterior confianza en el propio cuerpo y el dominio de sus funciones se ven afectados. Busca confortarse con sus pares que están en la misma condición que él. El equilibrio en la integración del Ello-Yo-Superyó se transforma, y los impulsos psicosexuales reclaman toda la atención del joven; el Yo del adolescente debe contener al Ello y equilibrará al Superyó. Los padres entran en la vida del joven sano solo en virtud de su historia social y psicológica conjunta; de otro modo permanece junto a otros adultos significativos.

El Yo va a realizar una síntesis entre pasado y futuro, que es un periodo de autoestandarización en la búsqueda de identidad sexual, de edad y ocupacional. Se busca un sentido de mismidad, un compromiso con roles. Se van a integrar en esta época, todas las identificaciones anteriores y el joven asume con fidelidad su nueva posición como persona.

Erikson señala que el problema es por el ¿Quién seré? y en resolución de este dilema puede adoptar lo que se llama “Identidad negativa”. Existe una “moratoria psicosocial” que representa una postergación socialmente autorizada de la adultez; pero es también un periodo de compromiso (transitorio) por parte del joven y de aceptación por parte de la sociedad. El sujeto se toma un tiempo antes de comprometerse a entrar en la edad adulta y la sociedad se la concede, esta situación se puede dar en cualquiera de estas dimensiones:

Perspectiva Temporal vs. Difusión Temporal

Cuando el tiempo representa un problema el joven puede reclamar una acción inmediata o inmovilizarse totalmente, en la esperanza de que el tiempo se detenga y la decepción nunca se materialice.

Certidumbre acerca de Sí Mismo vs. Apatía

Hay una lucha entre la conciencia de identidad y la apatía, el joven puede exhibirse vanidosamente o insensible, como si su apariencia fuese todo lo que importa o como si ella no tuviera valor.

Experimentación de Roles vs. Identidad Negativa

Hay un interés por los extremos, experimentos con los contrarios, especialmente los que son mal vistos por los mayores, se convierten en centro de sus experimentaciones de rol.

Previsión del Logro vs. Parálisis en el Trabajo

La lucha por completar o iniciar una tarea es una cuestión fundamental para que el joven reflexione sobre la suficiencia de su propia dotación. La persistencia e integración son esenciales para plasmar la identidad ocupacional y trazar planes de gran alcance.

Polarización del Liderazgo vs. Difusión de la Autoridad

La capacidad del adolescente para dirigir y acatar, debe coincidir con el índice de la autoridad de su sociedad. Un enfoque realista y claro de la autoridad está vinculado con el dominio eficaz de las fases anteriores de desarrollo.

Polarización Ideológica vs. Difusión de Ideales

El joven debe seleccionar una filosofía básica, una religión que le den confianza. Tienden a manifestar prejuicios inflexibles y una lealtad a las ideas y valores del grupo. Una de sus principales necesidades es manifestarse contra algo para afirmar el sentido de sí mismo.

Identidad Sexual vs. Difusión Bisexual

Necesita resolver la bisexualidad e identificarse con su propio rol sexual; experimentar con miembros del sexo opuesto, necesita verse totalmente varón o mujer.

Durante la adolescencia, el individuo tiene la oportunidad de trabajar en estas 7 áreas y de utilizar numerosas facetas de su moratoria. Si la moratoria fracasa (se compromete con la sociedad antes de haberse preparado) el joven se siente perdido como persona, no sabe qué quiere ser o quién es en realidad ante los ojos de los otros.

Grinberg: Identidad y Cambio

Vínculos de Integración de la Identidad

El sentimiento de identidad es la resultante de un proceso de interacción continua de tres vínculos de integración:

  1. espacial
  2. temporal
  3. social
Vínculo de Integración Espacial

Comprende las relaciones entre las distintas partes del Self entre sí, manteniendo la cohesión y permitiendo la comparación y el contraste con los objetos, tiende a la diferenciación Self-no-Self (individuación).

Vínculo de Integración Temporal

Señala el vínculo entre las distintas representaciones del Self en el tiempo estableciendo una continuidad entre ellas y otorgando una base al sentimiento de mismidad.

Vínculo de Integración Social

Se refiere a la connotación social de la identidad y está dado por la relación entre aspectos del Self y de los objetos, mediante los mecanismos de identificación proyectiva e introyectiva.

En el proceso analítico, en lo referido al primer vínculo, el paciente no se siente integrado ni es capaz de discriminarse del analista. En cuanto al vínculo de integración temporal, mientras el paciente se encuentre en plena fase paranoide-esquizoide la disociación esquizoide se hará también en el tiempo con predominio del proceso primario. Falta el sentido de mismidad, el Yo anterior está disociado del Yo actual o sin capacidad para prever el futuro.

El tercer vínculo, implica la noción de pertenencia al grupo, que en la situación analítica se constituye por la pareja paciente-analista, la cual reproduce el vínculo madre-hijo. La incorporación del padre se da por la doble connotación transferencial materno-paterno del analista.

Los pacientes que llegan al análisis tienen su identidad afectada. El análisis conduce a la adquisición de ese sentimiento de identidad, se produce una recapitulación ya que el paciente revive distintos momentos de su evolución. Es necesaria una dosis de frustración dentro del análisis que sirva como motor del progreso.

El Analista como Continente

Analista: papel de continente para integrar los “pedazos de identidad”.

Freud usó el término identificación una sola vez en toda su obra y lo hizo en forma incidental durante un discurso; se refiere a algo medular del interior del individuo, que tiene relación con un aspecto esencial de la coherencia interna en un grupo.

Erikson deduce que la identidad expresa una relación entre un individuo y su grupo, con la connotación de una persistente mismidad y un compartir cierto carácter esencial con otros. La formación de la identidad se da por un proceso de asimilación mutua y exitosa de todas las identificaciones de la niñez.

Otros autores, destacan dos aspectos, uno que acentúa las semejanzas consigo mismo, y otro las diferencias específicas entre el Self y los otros.

Sentimiento de identidad: no depende solo del mundo interno, sino también de los factores provenientes del contexto. Los cambios son vividos como amenazantes, por la pérdida de aspectos del Self, por eso provoca dudas, depresiones, ansiedad y una tendencia a aferrarse a lo ya conocido → Seguridad.

Se presupone el duelo por las identidades infantiles para poder hablar de este sentimiento de identidad.

“Es el conocimiento de la persona de ser una entidad separada y distinta a las otras”.

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