Adicciones y Salud Mental: Un Análisis Psicosocial
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Psicología y Sociología
Escrito el en español con un tamaño de 13,37 KB
La Enfermedad Mental
Las enfermedades mentales son aquellas cuyas manifestaciones alteran particularmente la mente o la conducta. Aunque el cuerpo esté involucrado, la enfermedad no se reduce a manifestaciones físicas. En sus formas más graves, se observa una evasión de la realidad, donde el enfermo parece crear un mundo propio, a veces en desacuerdo dramático con el mundo externo.
Las alucinaciones son percepciones sin objeto, es decir, la capacidad de escuchar, ver, oler o sentir algo inexistente. Las ideas delirantes, por otro lado, no responden a la realidad y son inmodificables por argumentos externos. Estas manifestaciones se consideran propias de la psicosis, una enfermedad psíquica grave que adopta diferentes formas en la esquizofrenia, la paranoia y la melancolía.
Algunos autores consideran la enfermedad mental como una evasión inconsciente de la realidad cuando esta se vuelve intolerable para un Yo frágil.
Frustración y Adicciones
La adicción se considera una enfermedad crónica y recurrente del cerebro caracterizada por una búsqueda patológica de recompensa y/o alivio a través del consumo de una sustancia u otras conductas. Esto implica:
- Incapacidad de controlar la conducta.
- Dificultad para la abstinencia permanente.
- Deseo imperioso de consumo.
- Disminución del reconocimiento de los problemas causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales.
Además del consumo de sustancias psicoactivas, existen adicciones a procesos como la adicción al sexo, al juego, a la pornografía, a la televisión y al deporte, entre otras.
Evasión de la Realidad y Factores Sociales
La adicción puede ser una forma de alejarse de la realidad. Es importante considerar factores económicos y sociales, como la enorme producción y circulación de drogas que generan grandes ganancias para quienes manejan este negocio ilegalmente.
Frustración e Intolerancia
Otro aspecto a tener en cuenta es la creciente dificultad para tolerar las frustraciones, que surgen como consecuencia de la imposibilidad de satisfacer una pulsión o el deseo que se genera en ella. La frustración produce una sensación de desagrado e impotencia que atenta contra el narcisismo.
Naturalmente, todo ser humano debe enfrentar sus limitaciones y aceptar que no puede lograr todo lo que desea. En la medida en que la frustración nos muestra nuestras limitaciones, no solo es útil, sino imprescindible para aprender a cuidarnos y no pretender más de lo que podemos lograr.
El ser humano parece ser el ser vivo que nace con menor tolerancia a la frustración. Un bebé, ante la demora en ser alimentado, mimado, cambiado o arropado, llora intensamente. Lamentablemente, aprende a esperar y tolerar pequeñas frustraciones, como no ser alimentado justo cuando comienza a sentir hambre o no conseguir algo apenas lo desea.
Dificultad para Tolerar la Frustración
Hay dos caminos por los cuales se hace muy difícil o imposible aprender a tolerar las frustraciones:
- Situaciones de extrema frustración: como ocurre con un niño en situación de calle que ve a otros de su misma edad con familia, buena ropa, abundante comida, juguetes y escuela.
- El niño consentido: al que se le da todo lo que pide y no aprende a esperar, a realizar esfuerzos para obtener algo o a no tener todo lo que desea.
Omnipotencia
Para completar el cuadro de un futuro adicto, se requiere otro componente psicológico: la omnipotencia, el mecanismo que consiste en creer que uno puede controlar la realidad como si lo pudiera todo. En el caso de los adictos, es común escuchar frases como "yo dejo el alcohol cuando quiero", solo para volver a consumir enseguida.
Sustancias y sus Efectos
Respecto a las sustancias, algunas deprimen el sistema nervioso, como el alcohol y las pastillas para dormir; otras lo estimulan, como las anfetaminas y la cocaína; y otras alteran la percepción, como la marihuana y los alucinógenos. El uso de algunas es aceptado cuando es prescrito por médicos o cuando se las consume ocasionalmente y con moderación por diversión dentro de un grupo social que lo permite, como el alcohol en nuestra sociedad.
Intoxicación, Tolerancia y Abstinencia
La intoxicación debida a diferentes sustancias es un cuadro variable que puede incluir hambre, vómitos, alucinaciones y sueño, unido a comportamiento como irritabilidad, cambios de estado de ánimo y pérdida de funciones cognitivas. A medida que el abuso se hace crónico, se va creando tolerancia, que es la necesidad de consumir dosis cada vez mayores para lograr los mismos efectos. El organismo se acostumbra y exige cada vez más. Cuando la persona no consigue la sustancia o intenta dejarla de golpe, experimenta un síndrome de abstinencia que es diferente para cada sustancia y causa gran malestar o deterioro de la actividad escolar, social o laboral. Se produce en mayor grado con aquellas drogas que provocan dependencia física, es decir, cuando el organismo la ha incluido como una sustancia necesaria para sentirse momentáneamente bien y no puede renunciar a ella. No todas las drogas provocan dependencia física, pero todas producen una dependencia psíquica que se manifiesta por una necesidad imperiosa de consumir que, si no se satisface, produce ansiedad.
Alcohol
El alcohol es la droga más difundida, por su característica de ser de venta libre y por servir para celebrar todo tipo de acontecimientos.
La persona borracha o intoxicada con alcohol muestra dificultades para hablar, incoordinación de movimientos, camina de manera inestable, tiene deteriorada la atención y la memoria, y cuando el consumo llega a niveles altos puede caer en estado de coma. La persona adicta o alcohólica no puede suspender el consumo sin manifestar síntomas de abstinencia.
La adicción alcohólica es más frecuente en hombres que en mujeres, pero produce un empeoramiento mucho más rápido en las mujeres, porque estas producen menos enzimas para metabolizarlo.
A veces, las personas temerosas beben para darse valor, las de ánimo variable para sentirse menos tristes, las observadoras no participantes para tolerar una reunión, las de acción para hacer más de lo que hacen, las demostrativas para llamar la atención y las lógicas para demostrar que no son controladas. La presión del grupo es otro factor importante que debe considerarse. Si quienes nos rodean consideran bueno su consumo y rechazan o maltratan a quien no lo prueba, es más difícil mantenerse como alguien "diferente" que no lo hace o bien decidirse a separarse del grupo.
Marihuana
Uno de los peligros de fumar marihuana es que cuesta darse cuenta de cómo ha finalizado su efecto, y manejar un vehículo en esas condiciones puede generar graves accidentes por falta de coordinación. La intoxicación aguda por marihuana aumenta el apetito, seca la boca y provoca aumento de la frecuencia cardíaca.
Cocaína
La intoxicación por cocaína produce euforia, falta de efectividad, ansiedad, aumento de la atención, cólera y pérdida de juicio. Entre los signos y síntomas físicos produce: aumento o disminución de la frecuencia cardíaca, dilatación de la pupila, aumento o disminución de la presión arterial, sudoración o escalofríos, náuseas o vómitos y falta de apetito. La abstinencia de cocaína produce cansancio, sueños desagradables, insomnio o hipersomnia y aumento del apetito.
Riesgos de las Sustancias
Todas las sustancias mencionadas tienen fuertes riesgos, pero serán más peligrosas cuando haya menor distancia entre la dosis que produce el efecto buscado y la dosis que mata. Esto ocurre, por ejemplo, con sustancias como la heroína.
Prevenir, lo más Efectivo
Lo más efectivo que se puede hacer en el tema de las adicciones es evitar su comienzo. Para lograrlo, se discute si es mejor prohibir o permitir la venta libre de alcohol a cualquier edad; permitir la venta de marihuana, como se hace con el tabaco; si deben darse clases en las escuelas para alertar sobre los efectos de las drogas y desde qué edad hacerlo. Todo lo que se haga en el sentido de evitar que una persona comience una adicción y se ponga en contacto con el mundo de las drogas ilegales es de importancia social.
Tratamiento y Rehabilitación
En cuanto al modo de tratar la adicción, se han intentado diferentes técnicas que se suponían curativas, pero los resultados muestran que solo puede aspirarse, con mucho esfuerzo, a una recuperación, es decir, que la persona se mantenga en abstinencia.
La psicoterapia es un camino necesario en la rehabilitación de un adicto, pero no suele ser suficiente. Respecto al alcohólico, por ejemplo, es necesario modificar toda su vida, que gira en torno de la sustancia, y también adaptar a otro equilibrio su cuerpo y su mente. Para esto, muchas veces es indispensable la internación, y a partir de allí la concurrencia a grupos de autoayuda. Estos grupos de adictos en recuperación son sitios donde el enfermo puede compartir experiencias con otros que ya lo han pasado y encontrar apoyo en un grupo de pertenencia cuando ha perdido todos los que tuvo. Alcohólicos Anónimos es una entidad que reúne en grupos de autoayuda a alcohólicos. En nuestro país se puede contactar con esta institución a través de su página de internet www.aa.org.ar y desde allí ubicar las sedes en cada ciudad.
Entrevista
Entrevista a Soledad, ex adicta de 36 años, quien tuvo la amabilidad de contestarnos las siguientes preguntas:
¿Cuántos años llevaste consumiendo drogas? ¿Cuál fue la primera?
Llevé consumiendo 10 años, desde los once años de edad hasta los veintiuno. La primera droga que consumí fue la marihuana.
¿Cuál era la razón por la cual consumías?
La primera vez fue para sentirme parte de un grupo, quería saber cómo se sentía ya que tenía muchos amigos que consumían.
¿Qué perdiste a causa de las drogas?
Todo. Perdí mi familia, relaciones, parejas, la dignidad de mujer. Esto me llevó a humillarme, a tocar fondo hasta el nivel de prostituirme por afecto, droga o dinero. Perdí a mis amigos sanos, ya que los empecé a alejar de mí y solo me juntaba con gente que consumía. En ese momento estaba en la facultad y decidí dejarla, empecé a perder mis vínculos con mi familia, excepto con mi hermano que también consumía. Perdí todos los sueños que tenía, las ganas de crecer, la confianza de las personas que me querían, mi trabajo, en el cual iba a trabajar drogada y me drogaba ahí mismo. Esto me llevaba a mentir, manipular situaciones y engañar a la gente.
¿Cómo decidiste dejar de consumir?
Decidí dejar de consumir a partir de un susto. Estuve cuatro días sin parar de consumir y sin dormir. En esa época ya consumía cocaína y vivía con una prima ya que me habían echado de todos los demás lugares. Al cuarto día de consumo diario me fui a dormir alrededor de las 2 am y tenía que levantarme a las pocas horas para irme a trabajar. Cuando traté de levantarme no podía moverme, tenía todo el cuerpo paralizado, me agarró una taquicardia y pensé que me daba un paro cardíaco. En ese momento fue cuando tomé la decisión de parar de consumir, esto fue a los 18 años. Cuando fui al trabajo nadie me creía porque había inventado anteriormente miles de excusas, por lo cual admití que mis problemas eran las drogas. Me dieron la oportunidad de comenzar un tratamiento en el Cebar, del cual estuve mintiendo 1 año y 8 meses. Decía ir pero no era así, decía hacer las pautas que me planteaban pero todo era un engaño. En ese lugar me atendieron varios terapeutas y comencé a agradarles a las personas, por así decirlo, pero seguía mintiendo ya que seguía consumiendo, hasta que la mentira se hizo gigante. Estas personas decidieron internarme por decisión propia, eso no daba para más.
¿Cómo viviste o vivís el síndrome de abstinencia?
Me costó bastante, lo bueno fue que estuve muy contenida en una fundación de San Isidro llamada Bienes Familias, en la cual decidí internarme. Por supuesto, me quería ir todos los días, ganas de drogarme me sobraban. Viví esta etapa con mucha angustia, dolor, enojada con la vida, pero lo que me ayudó mucho fue poder hablar de lo que me pasaba para así aprender a conectarme con mis sentimientos, de lo cual no estaba acostumbrada porque ocultaba mis problemas con las drogas.
¿Qué enseñanza te dejó esta etapa en tu vida?
Creo que gracias a mi adicción en este momento tengo la vida que tengo. Considero que hoy en día algunas personas, sin ser adictas, viven mal, son infelices, y el hecho de vivir toda una adicción, tener consecuencias a tal punto de perder a todas las personas que quería, me enseñó a valorarlas, a tenerlas en cuenta, porque antes no me importaba a quiénes tenía al lado. Mi vida cambió por completo, no me junto con la misma gente que antes. La adicción me enseñó a hablar de mis problemas para así enfrentarlos y encontrar soluciones. Todo esto también me llevó a trabajar hace 14 años como terapeuta y consejera en dependencia química en las adicciones, con lo cual creo que puedo ayudar a otros con la misma problemática que tuve, desde mi experiencia.