Acrílicos y Temple: Características, Materiales y Técnicas de Pintura
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Los Acrílicos
Los acrílicos son una emulsión líquida y turbia de consistencia como la nata. Cuando están húmedos se pueden diluir en agua, pero ya secos no, pues forman una capa dura como el cuero y transparente como el cristal. Su característica más destacada es su rápido secado y adhesión entre sus capas, que podemos aplicar sin ningún orden, además de ser muy duraderas. Otra de sus ventajas es su versatilidad: se pueden diluir en agua para obtener veladuras fluidas y/o transparentes como la acuarela y también se pueden aplicar directamente del tubo con una espátula.
Materiales
Los pinceles empleados son los mismos que para el óleo; de cerda cuando se usa pintura espesa. Por otro lado, los pinceles redondos de pelo suave son idóneos para la pintura líquida, aunque se deterioran mucho. La superficie ideal es el papel de los ilustradores, un papel de dibujo blanco y duro, montado en un cartón rígido al que se le debe dar una imprimación. En cuanto a la paleta, lo idóneo es usar una bandeja o plato esmaltado, una plancha de cristal o papel.
Historia
Son pinturas con aglutinante de resina sintética. Hechas en los años 20 por necesidad de combatir las condiciones atmosféricas. Pioneros:
- José Clemente Orozco
- Diego Rivera
- David Alfaro Siqueiros
Se parecen a la acuarela, gouache y temple en el cuerpo y sustancia; cuando secan quedan de forma mate y uniforme. Es importante lavar los pinceles inmediatamente después de usarlos.
El Temple
Método tradicional que consiste en mezclar yema de huevo y agua destilada, al que se le puede añadir aceite, cera o goma arábiga para hacer una emulsión que dé al medio más flexibilidad y añada brillo. Al aplicarlo sobre una superficie, el agua se evapora y el huevo con el pigmento se endurece formando una fina y dura capa de color. Al secarse mantiene el mismo color, al contrario que los acrílicos. Un temple pintado sobre una superficie firme conservará la frescura del color. Giotto, primer gran artista florentino, trabajaba con esta técnica, mediante capas sucesivas de una base de gesso. Muchas veces sobre una capa de prepintado verde.
Técnicas
Para pintar al temple hay que ser metódico y la obra debe planificarse determinando el orden en el que se mezclarán y utilizarán los colores.
- Dibujo previo con carboncillo o punta metálica.
- Usar pinceles finos de Marta y agua destilada; no sobrecargar el pincel.
- Líneas paralelas pulverizadas y salpicadas: se carga un pincel con pintura diluida y se sacude sobre la superficie.
- Usar un trozo de gasa húmeda para limpiar la superficie.
- Proteger con un cristal los cuadros durante un año.
Esta técnica influye más fuertemente que en las demás en todo su trabajo. El jabón de glicerina, la miel, el jarabe y azúcar cande que se añadan para mejorar la emulsión, son adiciones perjudiciales e innecesarias. Para preparar la emulsión basta con un frasco limpio. Agitando las sustancias emulsionantes se obtiene. Una emulsión debe ser de sencilla composición, miscible en agua en todas proporciones. Aplicada sobre el papel debe secarse sin formación de bordes grasientos.