Abordaje Integral de la Discapacidad Intelectual: Conceptos, Ejemplos y Apoyos Esenciales
Enviado por Chuletator online y clasificado en Psicología y Sociología
Escrito el en español con un tamaño de 8,07 KB
Conceptos Fundamentales en Discapacidad Intelectual y Conducta Adaptativa
Este documento profundiza en la comprensión de la capacidad intelectual y la conducta adaptativa, elementos cruciales para la adaptación de las personas a su entorno. Además, explora la relación entre ambos conceptos y su aplicación en casos prácticos, así como la importancia de los sistemas de apoyo.
Capacidad Intelectual
La capacidad intelectual se define como el conjunto de aptitudes cognitivas que posibilitan la adaptación de un individuo a su entorno. Estas aptitudes son fundamentales para el procesamiento de información y la resolución de problemas cotidianos. Entre las habilidades que componen esta capacidad, se incluyen:
- Lenguaje: Comprensión y expresión verbal.
- Razonamiento: Habilidad para pensar lógicamente y resolver problemas.
- Orientación temporal y espacial: Conciencia del tiempo y del lugar.
- Atención: Capacidad de concentrarse en tareas específicas.
- Imaginación: Habilidad para crear ideas y escenarios mentales.
Conducta Adaptativa
La conducta adaptativa es el conjunto de habilidades prácticas, sociales y conceptuales que una persona adquiere a través del aprendizaje y que le permiten desenvolverse eficazmente en las actividades de la vida diaria. Estas habilidades son esenciales para la autonomía y la participación social. Se clasifican en:
- Habilidades Conceptuales: Relacionadas con el lenguaje, la lectura, la escritura, el razonamiento y el conocimiento académico (ej. leer, escribir, manejar dinero).
- Habilidades Sociales: Implican la interacción con otros, la responsabilidad, la autoestima y la resolución de problemas sociales (ej. ser responsable, relacionarse con los demás, seguir normas).
- Habilidades Prácticas: Referidas al autocuidado, las actividades de la vida diaria, la seguridad, el uso de recursos comunitarios y las habilidades ocupacionales (ej. vestirse, higiene personal, preparar alimentos, usar el transporte público).
Relación entre Capacidad Intelectual y Conducta Adaptativa:
Ambos conceptos están intrínsecamente relacionados. La capacidad intelectual influye directamente en la adquisición y el desarrollo de las habilidades de conducta adaptativa. Por ejemplo, una persona con discapacidad intelectual leve podría presentar dificultades en los desplazamientos autónomos a lugares cercanos, como la escuela (una habilidad de conducta adaptativa), lo cual se relaciona con un déficit en sus habilidades de orientación espacial (una aptitud de la capacidad intelectual).
Criterios para la Discapacidad Intelectual (DI)
Para considerar un caso como Discapacidad Intelectual (DI), es fundamental que las limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa se originen antes de los 18 años de edad. A continuación, se evalúan algunos casos prácticos:
- a) Gabriela a los 42 años: No se considera DI, porque las limitaciones se originaron después de los 18 años.
- b) Antonio, un chico de 25 años: Sí se considera DI, porque las limitaciones se originaron antes de los 18 años.
- c) Daniel, quien tuvo un accidente a los 16 años: Sí se considera DI, porque las limitaciones se originaron antes de los 18 años.
Impacto de los Apoyos en el Desarrollo Personal: El Caso de Juana
El siguiente caso ilustra cómo la provisión de apoyos adecuados puede influir drásticamente en el desarrollo y la autonomía de una persona con discapacidad intelectual.
Escenario A: Juana con Apoyos Necesarios
Juana es una niña que recibe todos los apoyos necesarios a lo largo de su vida. Esto se traduce en un desarrollo más favorable en diversas áreas:
A nivel de Habilidades Intelectuales:
- Aunque con cierta dificultad, expresa sus opiniones e ideas.
- Posee un buen vocabulario.
- Podría leer y escribir.
- Realiza operaciones matemáticas básicas.
- Muestra una clara intención comunicativa.
A nivel de Autonomía Personal:
- Consigue un grado significativo de autonomía.
- Puede realizar Actividades de la Vida Diaria (AVD) como la higiene personal, alimentación y vestido.
A nivel de Participación Social y Afectiva:
- Se adapta a nuevos entornos con ayuda y supervisión.
- Puede realizar una labor profesional bajo supervisión.
- Desarrolla una autoestima positiva.
Escenario B: Juana sin Apoyos Adecuados
En contraste, si los padres de Juana consideran que ella "no va a hacer nunca nada" y no le proporcionan los apoyos necesarios, su futuro se vería significativamente limitado:
A nivel de Habilidades Intelectuales:
- Se mostraría cohibida para la comunicación.
- Expresaría sus opiniones con gran dificultad.
- Presentaría dificultades severas para la lectura, escritura y cálculo.
A nivel de Autonomía Personal:
- Dependería de la ayuda de otros para su higiene, vestido, alimentación, etc.
A nivel de Participación Social y Afectiva:
- Sus relaciones se limitarían a su familia o personas muy cercanas.
- No realizaría ninguna labor profesional remunerada.
- Su autoestima sería negativa.
Conclusión del Caso de Juana:
La intervención temprana y continua con apoyos adecuados es fundamental. Favorece que la persona pueda alcanzar mayores cotas de autonomía e integración social. Por el contrario, la ausencia de estos apoyos refuerza una situación de dependencia y aislamiento, limitando drásticamente el potencial de desarrollo individual.
Tipos de Apoyo en Discapacidad Intelectual: Extenso vs. Generalizado
Es crucial diferenciar entre los distintos niveles de apoyo que pueden requerir las personas con discapacidad intelectual para optimizar su desarrollo y participación.
Apoyo Extenso
El apoyo extenso se caracteriza por su aplicación regular o continua en algunos ámbitos o entornos específicos, sin una limitación temporal definida. No es necesariamente de alta intensidad, pero sí tiene una repercusión diaria y se enfoca en áreas concretas de la vida de la persona.
Ejemplo de Apoyo Extenso:
En el ámbito del comportamiento, se podría implementar un programa de apoyo extenso para abordar conductas desajustadas. Este programa implicaría una supervisión regular mientras se enseñan y refuerzan conductas adecuadas que reemplacen las anteriores. Por ejemplo, en las actividades de aseo personal, específicamente la ducha, un apoyo extenso sería el diseño de un programa de entrenamiento específico. Al inicio, la supervisión sería continua, pero con el tiempo, esta ayuda se volvería intermitente, aunque la supervisión nunca se abandonaría por completo.
Apoyo Generalizado
El apoyo generalizado se distingue por su constancia, alta intensidad y su aplicación en un número muy elevado de entornos. Este tipo de apoyo requiere una mayor cantidad de recursos humanos, tecnológicos y de servicio debido a la complejidad y amplitud de las necesidades de la persona.
Ejemplo de Apoyo Generalizado:
Una persona incapaz de detectar peligros y con un comportamiento compulsivo que la lleva a ingerir sustancias incomestibles en cualquier entorno en el que se desenvuelve, requeriría un apoyo generalizado en el área de salud y seguridad. En el contexto del aseo personal, un apoyo generalizado implicaría una asistencia física constante. Un técnico realizaría el aseo diario con la ayuda de productos de apoyo como alfombras antideslizantes o taburetes para la ducha, garantizando la seguridad y la higiene de la persona en todo momento.