Los 3 Tipos de Aprendizaje por Modelaje: Fundamentos y Aplicación en el Desarrollo de Conductas

El Modelaje: Definición y Fundamentos del Aprendizaje por Imitación

El modelaje, definido como aprendizaje por imitación, ha demostrado ser un método de enseñanza eficaz para niños y adolescentes (Bandura, Ross, & Ross, 1961; Rogers-Warren & Baer, 1976; Rosenthal, 1976; Schneider & Byrne, 1985). En este contexto, se han identificado tres tipos fundamentales de aprendizaje por modelaje.

Los Tres Tipos de Aprendizaje por Modelaje

1. Aprendizaje por Observación

   Este tipo implica el aprendizaje de nuevas conductas que no estaban previamente en el repertorio del comportamiento del individuo. Los niños observan e imitan a menudo a otros en la manera en que se visten, hablan y se comportan. El uso de nuevas expresiones en la jerga, que se filtran a través de las escuelas y barrios, es un ejemplo claro de este tipo de aprendizaje.

2. Efectos Inhibitorios y Desinhibitorios

   Este tipo de aprendizaje involucra el refuerzo o debilitamiento de una conducta realizada esporádicamente por el niño. Dicha conducta puede reforzarse o debilitarse según se observe a otros niños siendo premiados o castigados por la misma. Se manifiestan de dos maneras:

   • Efectos Desinhibitorios: Ocurren cuando los niños observan a otro salir impune o incluso premiado por comportarse de manera grosera o agresiva, y entonces reaccionan de una forma similar.
   • Efectos Inhibitorios: Ocurren cuando los niños suprimen o inhiben estas reacciones al observar que las conductas toscas o agresivas son castigadas.

3. Facilitación de Conductas

   La Facilitación de Conductas es la realización de acciones previamente aprendidas que ya están dentro del repertorio del comportamiento del niño y que son recibidas positivamente por otros. Por ejemplo, si un niño tiene un juguete o un dulce que parece disfrutar, un amigo también querrá tenerlo, facilitando así la conducta de deseo o imitación de posesión.

Limitaciones del Modelaje y la Integración con el Programa de Habilidades

Los resultados positivos de la investigación indican que el modelaje es una técnica de enseñanza poderosa. Sin embargo, surge una pregunta clave: Si el modelaje es tan eficaz, ¿por qué se necesitan entonces los otros componentes del Programa de Habilidades (juego de roles, retroalimentación sobre el desempeño y entrenamiento en la transferencia de conductas)?

La respuesta es clara: El modelaje por sí solo no es suficiente, ya que muchos de sus efectos positivos son a menudo de muy corta duración.

La Práctica como Clave para la Permanencia del Aprendizaje

El aprendizaje parece ser mejor cuando se estimula al aprendiz a practicar, ensayar o simular (dramatizar) las conductas realizadas por el modelo y cuando es recompensado por hacerlo. En otras palabras, el proceso requiere varios pasos:

• Ver el despliegue del modelo le enseña al niño qué hacer.
• Necesita práctica suficiente para aprender cómo hacerlo.
• Requiere recompensas suficientes para motivarlo o hacerle saber por qué debe comportarse de ciertas maneras.

El componente “Cómo hacerlo” es precisamente el segundo pilar del Programa de Habilidades: los juegos de roles.