Tema 5
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Con el término de Novecentismo, acuñado por Eugenio d’Ors en 1906, se
designa un movimiento literario surgido en España hacia 1910, el cual se consolida a
lo largo de esta segunda década del Siglo XX. El Novecentismo incluye a un grupo de
grandes escritores que, sin renegar de las inquietudes trascendentes del Modernismo y
de los autores de la “generación del 98”, tienden a valorar las ideas y estilos literarios de
otros escritores europeos, procurando contrarrestar el pesimismo noventayochista a
través de una reflexión intelectual más serena y objetiva, que les impulsa a una
revalorización de las ciencias como instrumento de progreso. Su lenguaje tiene un
gran impacto sensorial, pero la tendencia irracional y subjetiva del Modernismo y del
noventayochismo se ve moderada por la claridad de las ideas y de los razonamientos.
El ensayo es cultivado por JOSÉ Ortega Y Gasset, en obras como las
Meditaciones del Quijote, La deshumanización del arte o La rebelión de las masas. En
ellas desarrolla su idea de la razón vital, según la cual el verdadero conocimiento no
procede sólo de la inteligencia, sino de la experiencia vivida por cada individuo en unas
circunstancias concretas. A través de la razón vital, Ortega propone contemplar la
realidad desde la perspectiva de cada individuo, para que el contraste de perspectivas
(el llamado perspectivismo) nos ofrezca una visión más rica del hombre y del mundo.
Otros ensayistas relevantes son EUGENIO d ́ORS, Manuel AZAÑA, GREGORIO
MARAÑÓN y SALVADOR DE MADARIAGA y, por supuesto, RAMÓN GÓMEZ
DE LA SERNA.
En la novela destaca RAMÓN PÉREZ DE AYALA, con una narrativa
intelectual en la que, a través de los puntos de vista de diversos personajes, se
construye un perspectivismo narrativo por los mismos años en que Ortega y Gasset lo
plantea filosóficamente. Sus novelas pretenden reformar la conciencia moral de los
españoles a través de una educación de la sensibilidad estética, convencido de que
no hay moral sin sentido de la belleza. Entre sus obras sobresalen A.M.D.G., Troteras y
danzaderas y Belarmino y Apolonio. Un planteamiento moral semejante lo encontramos
en el alicantino GABRIEL MIRÓ; sólo que la acción de sus novelas se halla reducida al
mínimo y, además, es contada en cuadros fragmentarios, con una sensualidad
desbordante, propia de la lírica, que atrapa al lector con mayor fuerza que la de
cualquier razonamiento intelectual. Así se comprueba en Las cerezas del cementerio o
en Nuestro Padre San Daniel.
En poesía la gran figura es Juan RAMÓN JIMÉNEZ, quien, desde sus inicios
modernistas, evoluciona hacia una poesía pura a partir del Diario de un poeta
reciencasado (1917). En ella predomina el deseo por contemplar la armónía del
mundo aun en medio de las contradicciones de la sociedad moderna. Ya exiliado en
Estados Unidos, se agudiza su preocupación metafísica y religiosa, en la que prima el
afán incansable por encontrar a Dios dentro de su conciencia, pues sólo así hallará el
fundamento firme de la armónía cósmica y de la vida eterna; tal como se percibe en su
libro póstumo Dios deseado y deseante.
Otros poetas que marcan una superación del Modernismo y del noventayochismo
son el grancanario ALONSO QUESADA y el zamorano LEÓN Felipe.