La Revolución Industrial en España

La revolución industrial en España

Desarrollo agrícola:

España tenía una economía basada en la agricultura y una población campesina pobre que no podía proporcionar un mercado para estimular la producción industrial.

La distribución de la propiedad de la tierra obstaculizó la modernización y mantuvo al campesinado en la pobreza.

ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XIX:

• Pequeños predios (minifundios): a lo largo de la costa cantábrica y en la meseta norte, las propiedades fueron generalmente más pequeñas.
• Grandes propiedades (latifundios): Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha tenían muchas propiedades grandes, cultivadas con métodos tradicionales y mano de obra barata.

A diferencia de Gran Bretaña, los cambios en la agricultura ocurrieron lentamente. Los gobiernos liberales promovieron reformas para liberalizar y expropiar una gran parte de la tierra del país. Esto aumentó la producción agrícola y benefició a la burguesía. Sin embargo, los campesinos no podían permitirse comprar tierras. Muchos vieron que su situación empeoraba, ya que ya no tenían acceso a tierras comunes.

Cambios demográficos:

En el siglo XIX, España comenzó la transición a un régimen demográfico moderno. Pero a diferencia de otros países de Europa occidental, la tasa de natalidad se mantuvo alta, mientras que la tasa de mortalidad disminuyó lentamente.

España también experimentó una importante migración interna. Las ciudades crecieron considerablemente. Pero a pesar del creciente éxodo rural, el país todavía era principalmente rural a fines del siglo XIX.

La migración al exterior también aumentó, principalmente a las Américas. Este flujo fue impulsado por el bajo nivel de vida en España, la necesidad de mano de obra en los nuevos países y por las conexiones familiares en el Nuevo Mundo.

Desarrollo industrial tardío:

En España, la industrialización fue más lenta y menos exhaustiva que en otros países de Europa occidental. Este retraso fue el resultado de una inversión insuficiente debido a la ausencia de una burguesía fuerte, la falta de carbón en muchas áreas y una infraestructura de transporte inadecuada.

En 1830, los sectores textil y metalúrgico comenzaron a industrializarse. El desarrollo de una red ferroviaria comenzó en 1855.

• La industria siderúrgica se concentró en el País Vasco debido a las relaciones comerciales con Gran Bretaña, que proporcionaba carbón a cambio de hierro de Vizcaya. La presencia de grandes depósitos de carbón en Asturias hizo posible crear una industria siderúrgica aquí también.
• La región más industrializada fue Cataluña. Su industria del algodón había crecido con la introducción de la máquina de vapor y el proteccionismo gubernamental contra el tejido británico. El auge textil hizo posible que surgieran otras industrias.
• En España, el ferrocarril se organizó como una red radial, con el centro en Madrid. Debido al terreno accidentado de la península, se necesitaba un medidor más grande en lugar del utilizado en el resto de Europa. Esto dificultó las conexiones con otros países, ya que era necesario cambiar de tren.