Contexto histórico

b- Contexto filosófico

Schopenhauer, durante la primera mitad de siglo defiende una visión pesimista de la realidad. Ésta es voluntad irracional, voluntad de vivir y perdurar, pero genera dolor y desdicha. Frente a esto propugna la supresión de la voluntad de vivir, la anulación del deseo, el ascetismo. En la segunda mitad el siglo XIX domina el positivismo que había arrancado de Comte y continúa con el utilitarismo de Stuart Mill o el positivismo organicista de Spencer. El positivismo identifica razón con razón científica y la verdad basada en los hechos se convierte en el modelo de verdad, que  se centra en los hechos objetivos estudiados por la ciencia.Según avanza la segunda mitad de siglo, el positivismo ve como nacen reacciones contra sus principios: el historicismo de Dilthey y el vitalismo, en el que se inscribe Nietzsche. Para  el historicismo, la historia es convierte en la categoría fundamental de la filosofía, la propiedad básica de la realidad es su carácter histórico y los hechos y acontecimientos han de ser valorados y entendidos desde esa perspectiva. Para el vitalismo, la vida  en toda su complejidad ha de ser el centro de cualquier indagación filosófica, pues la realidad es básicamente vida. Por otro lado, Nietzsche acogió con entusiasmo la teoría de la evolución, pues entendía que iba contra los presupuestos cristianos y no fue simpatizante de las ideas políticas del movimiento obrero ya que suponía una moral de rebaño, contraria al individuo. En sus obras arremetió contra el idealismo alemán, representado fundamentalmente por Kant y Hegel, así como contra el pensamiento tradicional encarnado por el platonismo y el cristianismo, por las metafísicas cartesiana, kantiana y hegeliana.El papel que da Schopenhauer a la voluntad influirá en Nietzsche en su primera época, pero Nietzsche, entiende que la actitud de Schopenhauer es la del cristianismo. Frente a ello, Nietzsche defenderá la aceptación de la vida tal y como es, con sus caracteres irracionales, exaltando la vida, diciéndole sí. Dionisos se convierte en el símbolo de esta aceptación. Tras esta primera época en que se ve influido por Schopenhauer, Wagner y el Romanticismo – en la que contrapone lo dionisiaco (lo trágico, lo instintivo, los sentimientos) a lo apolíneo, lo mesurado, lo equilibrado, lo racional-  tendrá una segunda época conocida como periodo ilustrado o positivista. En esta época se inspira en los ilustrados y adopta una postura positivista o científica para condenar la metafísica (fundamentalmente la platónica y la cristiana). La lucidez científica y racional que va contra los entes metafísicos le hace afirmar de esta época que es una “filosofía de la mañana”. Una tercera fase viene representada por Así habló Zaratustra (filosofía del mediodía) obra en la que desarrolla su concepción de las transformaciones del espíritu y del superhombre.Por último, basándose en los postulados del Zaratustra, desarrolla la filosofía del atardecer o “filosofía a martillazos” en La genealogía de la moral, El Anticristo o El crepúsculo de los ídolos. Ataca a toda la cultura occidental: la religión, la moral, la filosofía, a toda la tradición filosófica occidental que arranca con Sócrates y Platón y se prolonga en el cristianismo, enlazando esta perspectiva crítica con su segundo periodo, pero bajo la perspectiva de la tercera fase: realizando  una transmutación de todos los valores occidentales.