El tema de la castración de cuellar en la novela de los cachorres de vargas llosa

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8. Simbolismo en la novela
El inicio del libro evidencia el carácter de evocación que presenta todo el relato; comienza por un hecho central: la estancia del colegio. La vida de los miraflorinos transcurre entre la asistencia a clase, los amigos y los juegos. Determinan esta etapa: los estudios y el deporte. El segundo tiene una primacía sobre el primero. Aquí el fútbol se erige en mito. Los otros dos elementos míticos son el machismo y la posesión de objetos. A Cuéllar, después del accidente, le falta el segundo. Su apodo de Pichula o Pichulita se utiliza para designar el pene de los niños, Es un apodo provocador y ridiculizante. El perro simboliza el cambio, representa el instinto animal del hombre. También podría interpretarse como la agresividad de la sociedad burguesa hacia todo lo diferente. Judas, simboliza la traición. La castración es la muerte simbólica de Cuéllar.  Esta sociedad no puede permitir que nadie perturbe el orden establecido. Por eso el perro (la sociedad) atacan al diferente. El perro simbolizaría la figura del padre que castra al hijo, le arrebata su individualidad, su autonomía.
Los cachorros representan a los hijos que están integrados en la sociedad para llegar a formar parte de ella. Son inmaduros e incompletos. Teresa se confundo por momentos con una mariposa. Ambas son bellas, rápidas y caprichosas. El buitre está íntimamente relacionado con la digestión. Cuando Cuéllar se emborracha, empieza a vomitar y la voz colectiva “buitreándose”, que significa un referencia al pasado que no es capaz de digerir. El mar aporta seguridad al protagonista, le permite desahogarse y arrojar su ira, es también un elemento amenazador, puesto que lo desafía cuando está bravo. Existen también numerosos símbolos que tienen que ver con la potencia sexual: las tablas del surf; los coches, la escopeta, la pistola y el revólver; Cachito, Capón.

9. El estilo: Los cachorros es una novela de carácter experimental, en la que se produce un ajuste perfecto entre forma y contenido, y en la que Vargas Llosa introduce técnicas

que no había empleado en sus obras anteriores. Los principales recursos son: El “periodo literario proteiforme una fórmula el periodo literario proteiforme, en el que la frase pasa

de la tercera persona del plural a primera del plural y viceversa, sin que se rompa el

sentido de la secuencia narrativa y sin que el monólogo y el diálogo se distancien del

discurso, La ausencia de concordancia le indica el mundo complejo y colectivo con el que se enfrenta, visto por un observador que a veces está fuera del grupo y otras insertado en él, y que pasa de una realidad objetiva a una subjetiva, y del pasado al presente o al futuro. Otra variante ocurre cuando se hace uso de la narración dialogada. Los diálogos son presentados de forma directa, sin introducción. El efecto que produce esta mezcla de voces, tiempos y situaciones es el de crónica oral, lo que se cuenta al mismo tiempo que está ocurriendo. Las onomatopeyas: La onomatopeya es carácterística del lenguaje infantil, de ahí que sea notable la onomatopeya y los grafismos en los primeros capítulos de la obra, aquellos que

corresponden a la niñez y la juventud de los “cachorros”. Pero también puede tener otros significados: son parte de los códigos de entendimiento del grupo, marcas de identidad. Son comentarios que significan integración y demarcación de un territorio donde no todos pueden entrar. _ Adquiere valor estructural de mayor importancia cuando el perro se acerca a los niños y entra en escena. El perro se va acercando el número de veces que aparece la onomatopeya que hace presente al animal._ Las imitaciones que hace Cuéllar de héroes infantiles, sirven para señalar el rasgo anti heroico del personaje, su condición de marginado.

Los diminutivos son propios del habla juvenil, pero en esta obra

se manifiestan como un fenómeno constante, lo que ha sido interpretado como

manifestación de una infantilidad permanente del grupo los diminutivos pretenden un rebajamiento del contrario o del obstáculo, y son carácterísticos del habla miraflorina.

es el modo maduro de expresarse, con un tono desinteresado, impersonal y superior. Es su manera de decir que no es nada serio. Por tanto, la abundancia de diminutivos cobra especial relevancia para transparentar la psicología de los personajes.

La yuxtaposición: es un procedimiento básico del lenguaje hablado, juvenil y popular y, , de la literatura oral. Mediante ella se intensifica su carácter de crónica oral. La expresión se hace más rápida, más espontánea y menos intelectual. Peculiaridades léxicas, Vargas Llosa ha logrado una revolución léxica en su narrativa que va paralela a la renovación sintáctica y estructural. Es abundante la presencia de americanismos y peruanismos. El autor los introduce en un contexto que facilita su comprensión. Anglicismos, neologismos, arcaísmos, así como expresiones de la jerga juvenil, que aseguran la complicidad con el lector. La jerga y los usos locales no son una novedad en las novelas de Vargas Llosa, pero su frecuencia es aquí mucho mayor.

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