El Surgimiento del Estado Egipcio: Un Mito, una Realidad Arqueológica
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Griego
Escrito el en español con un tamaño de 3,37 KB
El Estado faraónico emerge de forma abrupta, como fruto de un rápido desarrollo sociopolítico, cultural y económico. Se caracteriza por una monarquía centralizada y un arte con fines propagandísticos. Para comprender su origen, podemos analizar tres perspectivas:
1. La Visión Egipcia: El Mito de Horus y Seth
La mitología egipcia narra la lucha entre Horus, dios del Alto Egipto (sur), y Seth, dios del Bajo Egipto (norte). La victoria de Horus simboliza la unificación de Egipto bajo el dominio del sur. Esta dualidad se refleja en la doble corona de los faraones y en la importancia del sur en el protocolo real. Otra versión atribuye la fundación de Egipto al faraón Menes y la ciudad de Menfis.
La Piedra de Palermo, un documento tallado, registra los faraones predinásticos con la corona blanca del Alto Egipto y la corona roja del Bajo Egipto.
2. La Perspectiva Arqueológica: El Predominio del Sur
La arqueología evidencia un notable desarrollo en el Alto Egipto durante el cuarto milenio a. C., con un crecimiento demográfico, una cultura material sofisticada y tres yacimientos clave:
- Naqadah: Ciudad con un urbanismo avanzado, centro importante en la unificación, cuyo dios patrón era Seth.
- Hierakómpolis: Ciudad del halcón, en el Alto Egipto, asociada al dios Horus.
- Thinis/This: Posible lugar de origen de Menes.
El proceso de unificación se originó en el Alto Egipto, extendiéndose hacia el norte a lo largo del Nilo. La evidencia arqueológica respalda el mito de la unificación desde el sur, con posibles influencias extranjeras tanto del norte como del sur.
3. El Depósito de Hierakómpolis: Una Ventana al Pasado
En 1897-1898, se descubrió en Hierakómpolis un depósito de objetos del período de unificación. Entre ellos destacan las Paletas de los Buitres (3150 a. C.), que muestran cazadores con emblemas y animales como el león, el halcón y el escorpión, símbolos del faraón. La Paleta de Narmer representa a un soberano con la doble corona, venciendo al enemigo junto al halcón. El nombre de Narmer, inscrito en sellos cilíndricos, lo relaciona con la unificación, considerándolo un posible candidato a ser el faraón Menes.
En tres ocasiones, Egipto se dividió y volvió a unificarse desde el sur, sugiriendo una mayor belicosidad en el Alto Egipto. La unificación no se basó únicamente en la riqueza, sino también en la fuerza militar.
4. La Primera Dinastía: La Época Tinita (3050 – 2700 a. C.)
Este período, también llamado Arcaico o Dinástico Temprano, corresponde a las dos primeras dinastías. Se caracteriza por una gran creatividad institucional, económica y religiosa, sentando las bases de la monarquía y el panteón egipcio. A pesar de su importancia, es un período oscuro debido a la escasez de fuentes escritas.
La arqueología es fundamental para el estudio de la época Tinita, con dos necrópolis principales: Abydos y Sakkara (cerca de Menfis). La existencia de dos capitales, una en el sur (This/Thinis) y otra en el norte (Menfis), genera debate sobre la ubicación de las tumbas reales. Algunos expertos las sitúan en Abydos, mientras que otros las ubican en Sakkara. La posibilidad de tumbas falsas y tumbas verdaderas complica aún más la cuestión.