Romanticismo Español: Características, Géneros y Figuras Literarias del Siglo XIX
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El Romanticismo: Características Generales
El Romanticismo, desarrollado en la primera mitad del siglo XIX, se caracteriza por un profundo choque entre el yo exaltado del romántico y la realidad mezquina que le rodea. De este conflicto surge, habitualmente, el desprecio a lo real y el desengaño, que deriva en la exaltación de la soledad, la melancolía, el escapismo y el irracionalismo. Se observa una clara preferencia por temas y paisajes misteriosos, en los cuales la naturaleza se identifica plenamente con los estados de ánimo del individuo.
El Romanticismo en España: Contexto y Duración
En España, el movimiento romántico tuvo una duración más acotada. Vivió su esplendor a partir de 1833 y, aunque su fase más pura fue breve, se prolongó en la segunda mitad del siglo XIX con los denominados románticos rezagados o postrománticos.
La Poesía Romántica Española
La poesía romántica española se caracteriza por la exaltación de la subjetividad, de la intimidad, y la defensa de la libertad creadora, manifestada en el uso de la polimetría y de nuevas estrofas. Entre los poemas narrativos extensos destacan obras como El estudiante de Salamanca de Espronceda y El moro expósito del Duque de Rivas. En los poemas narrativos breves, predomina el romance, como se aprecia en los Romances históricos del Duque de Rivas, y las leyendas, como las de Zorrilla, por ejemplo, A buen juez, mejor testigo.
La Poesía Lírica y el Postromanticismo
Con todo, el género poético dominante fue la poesía lírica, con figuras como Zorrilla, Carolina Coronado, Gertrudis Gómez de Avellaneda y Espronceda, autor de Canto a Teresa. Esta corriente se prolongó en la segunda mitad del siglo con los postrománticos o románticos intimistas, entre los que sobresalen Rosalía de Castro con Follas novas y Gustavo Adolfo Bécquer con sus Rimas. Bécquer, en particular, se convirtió en uno de los principales responsables de la renovación de la lírica española, sentando las bases para la poesía posterior.
El Teatro Romántico
En cuanto al teatro, se observa una marcada defensa de la libertad creadora, que se traduce en la mezcla de comedia y tragedia, con una clara preferencia por el género del drama. Aparece la figura del héroe y la heroína románticos, a menudo enfrentados a un destino trágico. El objetivo fundamental del teatro romántico es conmover al espectador. Entre los autores y obras más destacados se encuentran: Martínez de la Rosa con La conjuración de Venecia, Juan Eugenio Hartzenbusch con Los amantes de Teruel, Larra con Macías y, sobre todo, José Zorrilla, autor de Don Juan Tenorio, cuya popularidad ha perdurado a lo largo del tiempo, y el Duque de Rivas con Don Álvaro o la fuerza del sino.
La Prosa Romántica
En prosa, el Romanticismo también dejó una huella significativa. Surge con pujanza la prosa periodística, que llega a alcanzar gran relevancia con la figura fundamental de Mariano José de Larra. Asociados al periodismo, aparecen la novela por entregas y el folletín romántico, aunque estos últimos fueron, en general, de escaso valor literario.
Géneros Principales de la Prosa Romántica
Básicamente, existen dos géneros principales en la prosa romántica:
- La novela histórica: Cuyo modelo es el escocés Walter Scott. Este género ambienta en un pasado idealizado historias apasionadas de cariz romántico. Ejemplos notables son El señor de Bembibre de Gil y Carrasco y El doncel de don Enrique el doliente de Larra.
- El cuadro de costumbres: Este género intenta reflejar, más o menos críticamente, lo pintoresco y peculiar de un ambiente, seleccionando en él a sus “tipos” o personajes característicos. Destacan Ramón de Mesonero Romanos con sus Escenas matritenses y Estébanez Calderón con Escenas andaluzas. Sobre todo, Mariano José de Larra dio a este género un gran prestigio al aportarle una dimensión de crítica social, existencial y política a través de sus famosos “Artículos”, entre los que se encuentran El castellano viejo y Vuelva usted mañana.