Problemas de la industria española
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Geografía
Escrito el en español con un tamaño de 11,8 KB
ÁREAS INDUSTRIALES DESARROLLADAS EN DECLIVE
Asturias y Cantabria como zonas industriales en declive,aunque por causas distintas: Asturias sobre todo por el peso de la industria extractiva y siderúrgica; Cantabria más por procesos de deslocalización industrial.
En Asturias la industrialización se inició en la segunda mitad del XIX y se basó en actividades típicas de la primera revolución industrial: carbón y metalurgia. En el año 2000 el valor del subsector de primera transformación y fundición de metales ocupaba el segundo lugar español, por detrás del País Vasco, y superaba en más del doble a la alimentación, el segundo subsector regional.
Las especiales carácterísticas de la minería y de la siderurgia, impulsaron la creación de grandes empresas públicas (HUNOSA y ENSIDESA).
La polarización también se da en la localización industrial: el área central, vertebrada por las cinco ciudades más importantes (Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres y Langreo) y una moderna red de transportes. Esta polarización aún tiende a reforzarse a favor del triángulo Oviedo-Gijón-Avilés, donde grandes infraestructuras de transporte ?Los puertos del Musel y la ría de Avilés, el aeropuerto, autopistas? Han atraído a industrias químicas y metalmecánicas.
CANTABRIA tiene un modelo industrial, muy vulnerable ante las crisis, pues la dependencia de capital foráneo (catalán, vasco y transnacional), hace que muchas de las decisiones empresariales no se tomen en el marco regional, favoreciendo procesos de deslocalización industriaL.
Por sectores, el metal ocupa el primer lugar. Las fábricas aparecen localizadas en tres áreas preferentes, existiendo en las dos primeras mayor presencia de grandes empresas.
La más importante es la bahía de Santander, donde predomina el metal, seguido a distancia por la química y la alimentación.
La segunda se extiende a lo largo de la N-611, con Torrelavega (química), el valle de Buelna y Reinosa (metal).
La tercera comprende la costa oriental (Santoña, Laredo, Castro-Urdiales) y en ella predomina la alimentación (conservas de pescado).
ÁREAS DE INDUSTRIALIZACIÓN INDUCIDA Y ESCASA
El estado de la industria en las regiones restantes es diverso, tanto en cuanto a su peso en la economía regional, como a sus expectativas de futuro. Salvo Castilla y León y Galicia, con un porcentaje de empleo industrial similar a la media española, en las demás regiones es inferior. También es variada la contribución a la producción industrial total: mayor en Castilla y León y Galicia, media en Andalucía y muy baja en los archipiélagos. El lugar que ocupa la industria en estas regiones responde, bien al peso del sector agrario (Extremadura o Andalucía), bien al desarrollo del turismo (Baleares, Canarias y Andalucía).
La industria de Castilla Y LEÓN presenta un alto grado de atomización.
Las numerosas pequeñas empresas suelen pertenecer a subsectores tradicionales, son de tipo familiar y de escasa tecnología. Las de mayores dimensiones pertenecen a subsectores más modernos ?Automóvil, química, transformación del caucho? Y tienen un alto nivel tecnológico.
Es la segunda Comunidad productora de energía, obtenida preferentemente de centrales térmicas (utilizan carbón regional), e hidráulicas. Por el valor de la producción destacan los subsectores de material de transporte (segundo productor estatal), alimentación (tercer productor), transformación del caucho y químico. De todos ellos sólo la industria del automóvil ha tenido un efecto de arrastre, al impulsar las manufacturas del caucho y otras auxiliares. Como predominan los productos de demanda media, la industria de Castilla y León está menos expuestas a crisis y tiene posibilidades de crecimiento.
Las fábricas se localizan de forma muy desigual por la regíón. Las provincias más industrializadas son Valladolid, Burgos, mientras que León; Salamanca y Palencia tienen un nivel medio, y en las cuatro restantes la industria es escasa. Pero el desequilibrio es también acusado a escala intraprovincial, pues se produce una concentración en las ciudades de Valladolid y Burgos. Ambas cuentan con una buena red de comunicaciones, cierta tradición industrial ?Fueron declaradas Polos de desarrollo durante el franquismo?, mano de obra y mercado abundantes, y espacios industriales suficientes. Valladolid, el primer núcleo industrial regional, está especializado en el automóvil (factoría de Renault España) e industrias auxiliares. Burgos tiene una industria más diversificada y más vinculada a capitales autóctonos. Ponferrada es el tercer núcleo industrial, desarrollado a partir de la extracción de carbón y la generación de energía térmica. Las ciudades de León, Aranda de Duero, Salamanca y Miranda de Ebro son otros núcleos importantes.
En Galicia los planes de desarrollo franquistas crearon polígonos industriales que se superpusieron a la industria tradicional (láctea, conservas de pescado, …) sin integrarse con ella. También entonces se instalaron algunas grandes empresas de capital público y transnacional, en subsectores como el automóvil, astilleros, lácteo o aluminio. Pero ha sido desde hace un par de décadas cuando se han incrementado las iniciativas a favor de una industria de carácter endógeno, con capitales autóctonos y aprovechando recursos locales, contribuyendo así al desarrollo de una economía tradicionalmente basada en el primario.
Por subsectores, es la tercera comunidad productora de energía, de origen térmico (carbón) e hidráulico.
Aunque la mayoría de la industria se localiza en el corredor atlántico, destacando las áreas metropolitanas de Pontevedra-Vigo y La Coruña-Ferrol, hay en los últimos años un proceso
de descentralización y difusión a áreas rurales, fruto del desarrollo del potencial endógeno.
En Castilla-LA MANCHA, aún existiendo enclaves industriales tradicionales —vgr. Puertollano—, la industria no tuvo gran relevancia en la economía regional. En los 90 avanzó el crecimiento industrial, aunque con desigual presencia en cada provincia: la más industrializada es Toledo; Guadalajara, Albacete y Ciudad Real están en una posición intermedia, y la que menos Cuenca. Los avances son fruto de la difusión de la industria madrileña según el proceso conocido como efecto frontera: relocalización de empresas o de algunas de sus actividades en zonas limítrofes —Toledo y Guadalajara, singularmente— para beneficiarse de las ventajas comparativas ofrecidas.
Por ramas de producción la alimentación ocupa la cabeza, seguida por la petroquímica y los materiales de construcción. La producción de energía en centrales térmicas y nucleares (Ciudad Real y Guadalajara) también es importante. Sin embargo, el mayor porcentaje de empleo corresponde a la alimentación, a la madera-mueble (cuarto productor estatal), textil-confección y cuero-calzado (tercer productor estatal), lo que revela una producción basada en sectores de demanda débil, intensivos en mano de obra, baja productividad, y, por ello, más vulnerables ante las crisis. El predominio de la pequeña empresa es extremado.
ANDALUCÍA era al final del XIX una de las cinco regiones más industrializadas de España si atendemos al empleo, pero perdíó peso industrial.
El sector primario tiene mucha importancia, lo que explica que la industria alimentaria mantenga el primer lugar, por delante de la petroquímica. Otros subsectores importantes son los de producción y fundición de metales y materiales de construcción, energía, material de transporte y maquinaria. Las crisis de finales del Siglo XX ha golpeado especialmente a la minería, astilleros, vehículos de transporte, textil,...
La debilidad de la industria y su fuerte concentración territorial no contribuyen a la articulación económica de la Comunidad:
Sevilla y su área metropolitana concentran el 25% de la industria.
Aproximadamente el 15% se sitúa en la bahía de Cádiz y Jerez, área especializada en material de transporte y alimentación.
Núcleos aislados hay en Jaén
Extremadura, ha tenido tradicionalmente una economía de base agraria, reforzada en la época desarrollista (regadíos del Plan Badajoz), cuando materias primas, capitales y efectivos humanos contribuyeron a la industrialización de otras regiones. La excepción estuvo en la producción energética por el aprovechamiento hidroeléctrico de los embalses, a la que luego se sumó la de origen nuclear (Central de Almaraz), dada la menor oposición social allí existente.
sectorialmente predomina la industria agroalimentaria.
El principal eje de localización es la N-V y el río Guadiana, donde destacan Badajoz y Mérida, los dos núcleos industriales más importantes, y Don Benito. Un eje secundario es el de la N-630 (Ruta de la Plata), con los núcleos de Cáceres, Zafra y Plasencia.
En BALEARES.
Predomina la peque empresa dedicada a la producción de bienes de consumo relacionados con actividades tradiciñaonales: el calzado , la bisutería y el mueble . Otros subsectores de cierta importancia son: metal, alimentación y auxiliar de la construcción.
Mallorca concentra más del 70% de las empresas y de los trabajadores industriale. Menorca cuenta con empresas dedicadas a la fabricación de bisutería, localizadas en Mahón y Ciudadela.
En Canarias la industria es subsidiaria del sector terciario, especialmente el turismo, y la construcción. Sólo la petroquímica y la alimentación destacan en el conjunto español.
Inversiones, actividades y empleos se concentran en las dos islas mayores, con cierta ventaja de Gran Canaria sobre Tenerife.