La Primera Guerra Mundial y sus consecuencias: Fascismos y la URSS

La Primera Guerra Mundial: Orígenes y Desarrollo

El inicio del conflicto

La Primera Guerra Mundial, o Gran Guerra, comenzó el 4 de agosto de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918. Un magnicidio sirvió de casus belli: un nacionalista serbio asesinó al heredero al trono austrohúngaro. Alemania presionó al Imperio austrohúngaro para que declarase la guerra a Serbia. Alemania vio la oportunidad de atacar a Rusia, aliada de Serbia, antes de que se fortaleciera demasiado. Serbia aseguró el apoyo ruso, y Rusia, la alianza francesa. Inicialmente, solo Italia y el Reino Unido permanecieron al margen del conflicto. Viena envió un duro ultimátum, parcialmente aceptado por Serbia. Sin embargo, la movilización rusa provocó el nerviosismo alemán.

Pronto se enviaron declaraciones de guerra entre las Potencias Centrales (Alemania y Austria-Hungría) y los Aliados (Rusia, Serbia, Francia y el Reino Unido, que se unió tras la invasión alemana de Bélgica).

La guerra de movimientos (1914)

Los estrategas creían que la guerra sería breve. El plan alemán intentaba evitar la lucha simultánea en dos frentes: derrotar a Francia en el frente occidental antes de enfrentarse a Rusia en el oriental (se esperaba una movilización rusa lenta). Los alemanes atacaron por sorpresa a través de Bélgica, un país neutral, y llegaron cerca de París. Pero el contraataque francés y la intervención del Reino Unido paralizaron su avance en el Marne. Además, los rusos se movilizaron antes de lo previsto. Pese a las victorias alemanas, en otoño de 1914 la situación era de estancamiento.

La guerra de posiciones (1914-1917)

Ambos bandos intentaron obtener ventaja abriendo nuevos frentes e incorporando nuevos contendientes:

• Aliados: Rumania e Italia
• Potencias Centrales: Imperio Otomano y Bulgaria

En Oriente, los británicos fracasaron en su intento de ocupar los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, mientras que los rusos atacaban por el Cáucaso. Los aliados tuvieron más éxito en la rebelión árabe contra los turcos. En el Imperio Otomano, la persecución de cristianos simpatizantes con los aliados desembocó en el genocidio armenio de más de un millón de civiles. A pesar de las inmensas bajas, los nuevos frentes no aliviaron la tensión en el frente occidental. Las ofensivas apenas avanzaban metros, con masacres como las de Somme, Ypres o Verdún. La guerra entró en una fase de desgaste: bombardeos constantes y asfixia económica del rival. Alemania dificultaba el abastecimiento marítimo aliado, atacando incluso barcos neutrales.

El equilibrio comenzó a inclinarse en 1917 debido a dos sucesos:

• EE. UU. declaró la guerra a Alemania por los ataques submarinos. Su potencia económica revitalizó a los aliados.
• La Revolución Rusa debilitó a las Potencias Centrales. Se realizaron conversaciones de paz entre Rusia y Alemania/Austria-Hungría, que culminaron en 1918.

El fracaso de la ofensiva alemana en 1918

A principios de 1918, las Potencias Centrales lograron victorias en el frente italiano y neutralizaron a Rusia con la Paz de Brest-Litovsk, obteniendo grandes ganancias territoriales. Pero la situación en la retaguardia era grave, temiendo una revolución similar a la rusa. El alto mando alemán lanzó una gran ofensiva en Francia, para romper el frente antes de la ayuda estadounidense, pero franceses y británicos resistieron. En otoño de 1918, los aliados de Alemania abandonaron la lucha, mientras en las ciudades alemanas se formaban consejos revolucionarios. Ante el colapso, el káiser abdicó y se proclamó la república. El 11 de noviembre, Alemania pidió un armisticio.

El Impacto Económico y Social de la Gran Guerra

Transformaciones económicas

La guerra cambió el papel del Estado en la economía. Las autoridades intervinieron racionando el consumo, planificando la producción y movilizando mano de obra. La guerra supuso la bancarrota de todos los beligerantes. Los vencedores contrajeron una enorme deuda, esperando amortizarla con las reparaciones de los vencidos, pero estos no podían pagar, resultando en hiperinflación (1922-1923) que destruyó el tejido socioeconómico de Alemania y sus aliados. Europa pasó de importar más a exportar más y consumir menos. EE. UU. se consolidó como potencia económica, junto a Argentina, Australia y Japón (este último en Asia). España, por su neutralidad, experimentó un auge industrial.

La sociedad de masas

La guerra exigió grandes esfuerzos a la población. Los gobiernos usaron la censura y la propaganda. La guerra acabó con el prestigio de las clases dirigentes. La autoridad impuesta para aguantar el esfuerzo bélico condenó los lujos de las clases privilegiadas, que parecían egoístas y antipatriotas. Cayeron las dinastías de los Habsburgo y los Romanov, entre otras, y las huellas del feudalismo se esfumaron. Las revueltas comunistas y anarquistas fueron aplastadas (excepto los bolcheviques), pero la sociedad de la posguerra era más igualitaria.

El nuevo papel de la mujer

La movilización masculina obligó a utilizar mano de obra femenina. Las mujeres obtuvieron puestos de responsabilidad, demostrando su eficacia y rompiendo afirmaciones de inferioridad intelectual. Tras la guerra, obtuvieron el sufragio en países como EE. UU. y el Reino Unido, abriéndose nuevas posibilidades.

La Unión Soviética: De la NEP al Estalinismo

La NEP y la fundación de la URSS

En 1922, el Soviet Supremo aprobó el tratado de fundación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Un año después, el gobierno de Lenin abandonó el comunismo de guerra ante las protestas por el descenso del nivel de vida. Se implementó la NEP (Nueva Política Económica), que admitía un mercado reducido y negocios privados a pequeña escala. Las condiciones de vida mejoraron gracias al aumento de los excedentes agrícolas.

El socialismo en un solo país

Tras la muerte de Lenin en 1924, Stalin ganó la lucha por la sucesión. La diferencia ideológica entre Stalin y Trotsky radicaba en la estrategia:

• Trotsky: Revolución permanente (la URSS como plataforma para extender la revolución mundial).
• Stalin: Socialismo en un solo país (los proletarios del mundo debían contribuir a la consolidación del comunismo en Rusia).

La Tercera Internacional

En 1919 se fundó la Tercera Internacional para extender la revolución mundial. Los partidos adheridos adoptaron el nombre de comunistas. En 1938, se fundó la Cuarta Internacional, comunista pero crítica con la URSS. Con Stalin, la Tercera Internacional se convirtió en un auxiliar de la política soviética, obligando a los partidos comunistas a seguir los mandatos de Moscú.

El estalinismo: purgas y el Gulag

Tras el triunfo de Stalin, los rasgos totalitarios del sistema soviético se acentuaron:

• Culto a la personalidad de Stalin.
• Extensión de la policía política (terror, delación y espionaje).
• Crecimiento del sistema de campos de trabajos forzados (Gulag): millones de asesinados o deportados.
• Gran Purga (1936-1938): eliminación de la vieja guardia del partido con juicios con acusaciones inverosímiles y confesiones forzadas.
• Manipulación de la historia (retoque de imágenes).

En 1928, Stalin decretó el fin de la NEP y su sustitución por planes quinquenales para la industrialización acelerada, sin importar los costes humanos. La colectivización forzada de la agricultura produjo una gran hambruna. Sin embargo, mientras los países capitalistas sufrían la Gran Depresión, la URSS crecía a un ritmo superior al 10% anual, convirtiéndose en una gran potencia industrial.

Los Fascismos

El fascismo

Tras la Primera Guerra Mundial, surgió un pensamiento reaccionario. El fascismo era antiliberal y se caracterizaba por un nacionalismo xenófobo:

1. El Estado se identificaba con el partido, liderado por un líder.
2. La nación se definía según criterios étnicos o raciales, excluyendo o exterminando a los grupos que no cumplían con estos criterios.
3. Ideología totalitaria: negación de los derechos individuales frente al Estado. Desaparecía la noción de ciudadano y Estado de derecho, exaltando la fuerza y la violencia.
4. Movimientos de masas que pretendían representar la voluntad popular mejor que la democracia.
5. Negación de las diferencias de clase y defensa del corporativismo.
6. Obtención de recursos mediante la expansión territorial a costa de pueblos más débiles (teoría del espacio vital).

El fascismo italiano

Los nacionalistas italianos estaban descontentos con las pequeñas ganancias territoriales tras la guerra. El fascismo utilizó el miedo a la revolución social. Benito Mussolini fundó los Fasci di Combattimento, que se convirtieron en el Partido Fascista en 1921. En 1922, tras una violenta campaña de agitación, Mussolini organizó la Marcha sobre Roma. El gobierno dimitió y el rey recurrió a Mussolini. Los fascistas establecieron una dictadura mediante la manipulación electoral y la eliminación de la oposición. Tras el caso Matteotti, el régimen adquirió rasgos totalitarios:

1. Mussolini como caudillo supremo, manteniendo la monarquía.
2. Sindicatos corporativos, fomento de la agricultura y desarrollo industrial autárquico.
3. Política exterior agresiva para construir un imperio en África y la hegemonía en el Mediterráneo.
4. Entendimiento con la Iglesia Católica (Pactos de Letrán, 1929).

El nacionalsocialismo alemán (nazismo)

Creado por Hitler, surgió del rechazo al Tratado de Versalles y la teoría de la puñalada por la espalda (la derrota alemana fue responsabilidad de la traición de socialistas y judíos). El factor distintivo fue su extremo racismo y antisemitismo, que desembocó en el exterminio de 6 millones de judíos. Las leyes raciales defendían los derechos del individuo según su pureza racial. La raza aria (alemanes) tenía derecho a someter a las demás. En los años 20, el partido nazi era un grupúsculo de ultraderecha. La Gran Depresión provocó una crisis social que aprovecharon los partidos radicales. En las elecciones de 1930, los nazis multiplicaron su representación. El ejército y el gran capital vieron en el partido nazi la mejor defensa contra el comunismo. En 1932 alcanzaron su techo electoral, y Hindenburg nombró canciller a Hitler en 1933. La constitución fue suspendida y se ilegalizaron los demás partidos políticos. De las ruinas de la República de Weimar surgió el Tercer Reich.

Otros fascismos

El fascismo influyó en movimientos que llegaron al poder en países como Hungría o Rumania, y en grupos que colaboraron con Alemania en países ocupados (Croacia o Francia). También influyó en la dictadura de Salazar en Portugal y en España (Falange Española). El nacionalismo japonés, basado en tradiciones japonesas (respeto a la autoridad, glorificación de la violencia y sacrificio individual), tiene coincidencias con el nazismo (prácticas genocidas y teoría del espacio vital).