Perspectivas del narrador

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El niño que era amigo del demonio


Escrito por MatuteNinosTontos 13-11-2016 enAnálisis de los cuentos
.  Este cuento tan breve, es un magnífico ejemplo de compasión por el ser más despreciable y temible según la tradición cristiana. El niño, con lógica implacable de cariño, sabe que su amistad con el diablo se verá recompensada dejándole ir al cielo.

Polvo de carbón

-=Escrito por MatuteNinosTontos 13-11-2016 enAnálisis de los cuentos
.  La niña de este tercer cuento, tiene la cara más oscura que la niña del primer cuento, la niña fea. Destaca la metáfora «capillita ahumada», pues, de forma irracional, el polvo de carbón no solo tiñe su cuerpo, sino que parece afectarle al alma. Por eso la niña busca el agua y el sol, para purificarse de esa asfixia que todo lo invade. Al final, la luna se apiada de la niña, que muere abrazada a ella. El anhelo imposible de la niña se refleja en los paralelismos: Si yo pudiera... Si yo pudiera..

El negrito de los ojos azules

Escrito por MatuteNinosTontos 13-11-2016 enAnálisis de los cuentos
.  Este es el tercer cuento en que el color negro es motivo de desprecio.  Lo dejan en un cesto y se olvidan de él. Hasta el gato llega a odiarlo y le arranca sus ojos azules. La presencia de «un viento muy dulce» es la llamada de la eternidad. Y tan intensamente descubre la belleza de la naturaleza que echa en falta el sentido de la vista para poder gozar plenamente de ella. La autora elige la sinestesia (fusión de dos sentidos) como: «bebiendo música»; «Azules, como chocar de jarros, el silbido del tren, el frío», para introducirnos en la añoranza del niño ciego, que se sentó en el suelo a esperar. Pero ¿cómo describe el color alguien que no lo percibe? La única posibilidad es soñarlo. Para ello, el personaje se vale de su experiencia sensorial diaria y, a base de audición y tacto, construye un sentido nuevo, más complejo y difuso. La segunda parte se inicia con unas frases cuyas aliteraciones, incluso palabras onomatopéyicas —cascabeles, fru-fru, rastreo— están en función del sentido del oído, tan importante para el negrito. Llegó el otoño y el niño se contagia del oro de la naturaleza; a partir de ahora, un perro sin dueño, color canela, intenta con sus ladridos que el sol salve al niño. Al amanecer, el negrito ha muerto y el perro lo «esconde» en la tierra. No solo porque en Los niños tontos la muerte nunca aparezca con su nombre y tampoco la palabra enterrar, sino porque quiere apartarlo de cualquier tipo de daño. Así, al llegar la primavera, se produce una metamorfosis parcial: los ojos azules se han convertido en dos flores silvestres de color azul.

-Las distintas posibilidades que tiene un narrador de transmitir su relación con los personajes del relato, es decir, los distintos puntos de vista.  

Diversas líneas de exposición: —La actitud del narrador depende de la información que transmita en su relación con el conocimiento que posea sobre sus personajes. Existen dos posibilidades: a) Punto de vista externo u objetivo. Lo que plantea el narrador lo obtiene de la mera observación de la apariencia externa del personaje: su aspecto físico, sus hechos y gestos perceptibles. La visión del narrador es idéntica a la que pudiera ofrecer cualquier otro individuo en su posición. B) Punto de vista interno o subjetivo. El narrador interpreta, supone lo que piensa o siente el personaje. Estos sentimientos y sensaciones pueden ser actitudes ignoradas por el propio personaje. En este caso se suele hablar tradicionalmente de una visión «desde atrás», equivalente al denominado narrador omnisciente, que sería la situación en que el narrador sabe y dice más de lo que el personaje sabe de sí mismo o de su realidad. A lo largo de un relato extenso se suelen mezclar ambos puntos de vista.


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