Pensamiento filosófico: de Heráclito a San Agustín
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Heraclito: el fuego y el dinamismo universal
Heraclito podriamos resumir el pensamiento de Heraclito en 3 ideas principales:
- El principio originario de todas las cosas es el fuego, entendido como algo divino.
- La existencia de un dinamismo universal que rige el mundo, ya que para él nada permanece inmóvil, sino todo lo contrario, todo fluye y cambia, como un río.
- Existe una guerra de opuestos en la que las cosas se caracterizan por ir alternando continuamente.
Respecto a sus ideas jurídicas y políticas, destaca el concepto de logos, el cual se identifica con la razón. El logos es fuego porque unifica todas las cosas y las gobierna, y lo que gobierna todas las cosas es la inteligencia. En cuanto al nomos, lo identifica con la ley o la costumbre, pues es dada por los propios ciudadanos y compartida y aceptada por toda la comunidad.
Hipias y Antifon: la ley natural frente a las leyes humanas
Hipias y Antifon predican justo lo contrario a la contraposición que la mayoría de sofistas dan a la ley frente a la naturaleza. Afirman que la verdad reside en las leyes naturales, mientras que las leyes de la ciudad carecen de valor, por lo que se pueden incumplir para obedecer la ley natural. Algunas diferencias entre las leyes naturales y las humanas son:
- Las leyes humanas se obedecen por la coacción y el castigo por incumplirlas, no siempre se produce, mientras que en las leyes naturales el castigo por incumplirlas está implícito.
- Ambas leyes son contrarias y sus dictámenes opuestos entre sí.
También proclaman la igualdad de todos los hombres, partiendo de la base de que todos tienen las mismas necesidades y poseen por nacimiento las mismas características según la naturaleza.
Sócrates: virtud, ética y libertad
La virtud o arete según Sócrates es lo que perfecciona y hace bueno a cada cosa para aquello a lo que está destinada. En el caso del hombre, será virtuoso si actúa conforme a la razón y el conocimiento. Lo contrario a la virtud es el vicio, y el vicio del hombre es lo contrario al conocimiento, es decir, la ignorancia. Esto implica que el mal es simplemente una ignorancia del bien, nadie por tanto hace el mal a sabiendas y cuando se provoca el mal se hace de forma involuntaria o por error.
Para Sócrates, la verdadera libertad se alcanza con el autodominio, es decir, aquel hombre que sigue a la razón y consigue vencer a sus instintos. El hombre se aproxima a la felicidad a medida que únicamente necesita la razón para ser feliz. Este concepto de felicidad implica que quien es virtuoso es feliz y quien es injusto es infeliz.
Sócrates: moral, derecho y justicia
Sócrates insta a la verdad para conseguir justicia, ya que postula que es el único medio para alcanzarla. Una vez fue condenado, Sócrates aceptó el castigo y se negó a escapar de la cárcel, ya que incumplir las leyes o aplicar la violencia era algo que rechazaba totalmente. Desobedecer las leyes tanto de las polis como las impuestas por los dioses era algo indigno.
Para Sócrates, existen dos tipos de justicia:
- Desde el punto de vista moral, la justicia es considerada como una virtud del alma, por lo que el hombre que es justo es bueno y feliz, ya que actúa de acuerdo a la razón.
- Desde el punto de vista legal, la justicia consiste simplemente en respetar y cumplir las leyes de la polis. Una vez definida la justicia, Sócrates también realiza una diferenciación respecto de las leyes: existen leyes de los hombres aplicables a la ciudad y las leyes divinas comunes a todo el mundo. A pesar de esta diferenciación, Sócrates mantenía una fervorosa defensa en pos del cumplimiento de las leyes de la polis. Para Sócrates, existen una serie de valores, tales como la justicia o el autodominio, que solo pueden ser conocidos por el hombre a través del conocimiento y no a través de los sentidos. En el caso de la justicia, para que el hombre sea virtuoso debe obedecer las leyes de la ciudad, ya que estas no son meras invenciones humanas, sino que son una traslación directa de la justicia como virtud.
Platón: las virtudes y la justicia
Platón establece una clasificación de las virtudes, las denominadas éticas y las relacionadas con el conocimiento. La virtud o arete implica la excelencia y la perfección. Si un hombre es virtuoso, sobresaldrá por encima de los que no lo son. Dentro de todas las virtudes, la justicia empieza a configurarse como la virtud por excelencia para la existencia de la polis. Aunque todas las virtudes poseen alguna diferenciación entre sí, todas ellas tienen algo en común: la razón y el conocimiento. El sabio y el filósofo conocerán todas las virtudes. Al igual que Sócrates, solo se puede ser feliz si se es virtuoso. El concepto de justicia tiene gran importancia, ya que es una virtud que engloba todos los aspectos de la vida, ya sea en vertiente ética y política o en la jurídica. Gracias a Platón, se distingue ya entre ley y justicia, pues hasta entonces estos dos términos convergían entre sí, es decir, la justicia era lo que coincidía con las leyes de la polis y lo justo eran las acciones que cumplían tales leyes. Sin embargo, al realizarse tal distinción entre legalidad y justicia, se distingue ya entre leyes justas y leyes injustas. La justicia adquiere así un valor moral y ético alejado de las leyes.
Platón: el estado ideal
Platón identifica la filosofía con la política, de modo que solo el político puede gobernar la ciudad de acuerdo a la justicia. En La República, intenta construir el estado ideal respondiendo en primer lugar al problema de la formación de los ciudadanos. En sus diálogos, presenta una nueva concepción, frente a los que concebían la justicia como lo que convenía a los más fuertes o un medio para otros fines, él entenderá como dar a cada uno lo que se debe. Se asume así como tesis definitiva que la justicia no es un medio, sino un fin en sí mismo, la virtud y el bien, mientras que la injusticia es el mal y la ignorancia. Si el individuo es justo, alcanzará la felicidad, y desde el punto de vista colectivo, se produce una traslación de planteamiento. En cuanto a la ciudad-estado, surge por la propia incapacidad del hombre como individuo de satisfacer sus necesidades por sí mismo. Tomando en cuenta estas necesidades, divide la ciudad en:
- La primera clase son los trabajadores y comerciantes, se caracterizan por la templanza, el orden y el dominio de las pasiones.
- La segunda son los guardianes, entre los que predomina la fortaleza y la nobleza. Su obligación es proteger a los ciudadanos.
- La tercera son los gobernantes, que concentran la ciencia y el saber. Deben gobernar a las demás clases y deberán formarse durante casi toda su vida.
Como vemos, se hace una distinción según los 3 aspectos que tienen el alma, y la armonía de los tres aspectos constituye la justicia y el estado ideal. Las leyes adquieren importancia solo en el tipo de gobierno que no se ha establecido en La República.
Diferencias entre Platón y Aristóteles
A diferencia de Platón, Aristóteles deja a un lado los elementos místicos y religiosos para centrarse en las ciencias empíricas y la sistematización de sus ideas. Respecto al derecho, identificó la justicia con la igualdad, dándole un significado ético al concepto de lo justo. Estableció una clasificación de las ciencias:
- Ciencias teóricas, como la metafísica o las matemáticas.
- Ciencias prácticas, como la ética o la política.
- Ciencias creadoras, como la política.
Aunque se parecen algunos elementos platónicos en el pensamiento de Aristóteles, es un autor diferente a su maestro, el cual se mostraba más inclinado por los ideales, la poesía y las matemáticas. Cuando Platón hace referencia a su mundo de las ideas como verdades trascendentales, Aristóteles se remite, al contrario, a la experiencia y a lo percibido por los sentidos en el mundo terrenal. Si para Platón el objetivo de la filosofía era la búsqueda del ser, de la virtud y de la felicidad, para Aristóteles la filosofía simplemente formaba parte de las ciencias de la época, aunque si bien es cierto, la consideraba la mayor. Platón era el referente de la corriente de pensamiento metafísica, mientras que Aristóteles lo era en la denominada física. Respecto al derecho, se puede apreciar diferencias: si Platón se dedicó a la construcción del estado ideal, Aristóteles estudió la realidad de acuerdo con su método empírico (llegó a estudiar 160 constituciones de la época). Lo fundamental es que la política debe orientarse al bien de la sociedad, mientras que la ética se rige en el bien individual del hombre. También desarrolló el concepto de equidad, esto es, la capacidad para darse cuenta de que no siempre se da la misma necesidad en determinadas realidades concretas, sobre todo en lo que se refiere a justicia.
Escepticismo
Incluso antes de que se fundasen las escuelas epicúrea y estoica, ya se había comenzado a propagar una corriente filosófica que defendía la imposibilidad de conocer la verdad con certeza. Su fundador fue Pirrón de Elis. Mientras que los filósofos anteriores buscaban soluciones a otros problemas, los escépticos se preocupaban del problema mismo de la vida, ya que su convicción era que se podría ser feliz aun sin conocer la verdad ni otros valores. El escepticismo tiene como objetivo dar primacía al hombre por encima de la naturaleza y de la divinidad. A la justicia se le atribuye un valor ligado al de utilidad. Decía Carneades de Cirene que la justicia debe fraccionarse, porque según el lugar y el tiempo puede adquirir diferentes expresiones.
Ética y moral escéptica
Tres son los elementos que sustentan el pensamiento escéptico:
- Las cosas que existen son iguales entre sí y no poseen diferencias, por lo que nuestras ideas u opiniones no serán ni falsas ni verdaderas.
- Al no existir la verdad, lo mejor es carecer de opiniones o ideas hacia las cosas.
- Si se logra carecer de opiniones hacia las cosas, alcanzaremos la felicidad y la paz.
Pirrón estableció que el ser humano es incapaz de captar la realidad o el orden de determinadas causas. Valores como la justicia están sujetos a convencionalismos, de tal modo que lo que es considerado justo en un país puede ser injusto en otro.
Justicia escéptica y ley natural
Carneades estableció que no existe ningún criterio de verdad, tampoco que no existe la ley natural, ya que las leyes se contradicen continuamente. De existir la justicia natural, debería ser inmutable en el tiempo, mientras que las leyes, por otro lado, son mutables y cambiantes. También se distingue entre dos justicias: la universal, que es obligatoria para todos los hombres, y la particular, que es la que sustenta las leyes. Se expone en lo que se conoce como la paradoja de la tabla: dos náufragos van a la deriva sujetados a una tabla, y esta solo puede soportar el peso de uno de ellos. Según la justicia universal, morirían los dos, y según la justicia particular, sobreviviría el más fuerte o hábil.
Seneca: el estoicismo romano
Seneca, nacido en Córdoba, participó en la vida política romana con éxito, aunque al final de su vida fue condenado a suicidarse por el emperador Nerón. Seneca fue uno de los mayores representantes del neoestoicismo romano. Una de sus principales inquietudes fue la idea de Dios, siguiendo el dogma panteísta que postula que Dios es la razón que se imprime en todas las cosas, es la naturaleza inmutable que guía a todos los hombres. Estos son iguales porque todos ellos utilizan la razón, por ende, se rechaza la esclavitud y las desigualdades sociales. La única esclavitud que existe es la del propio cuerpo, ya que el alma es el elemento donde reside el hombre. También dice que en todo hombre existe la huella del pecado, ya que este es inmanente al hombre. No obstante, la única nobleza que existe en el hombre es actuar conforme a la razón y la virtud. Se instaura la máxima: "Comportate con los que están por debajo de ti como te gustaría que se comportasen los que están por encima".
San Agustín: la ley temporal y la ley eterna
La idea fundamental de San Agustín respecto a las leyes es que no será verdadero derecho si no se ajustan a las disposiciones de la ley eterna. Por lo tanto, aquellas que no lo hagan serán leyes injustas. La ley temporal para San Agustín era la ley que rige a los hombres en el universo terrenal y necesita de una exigencia de justicia que solo puede encontrar ajustándose a la ley eterna. La principal diferencia entre ley temporal y ley eterna es, ante todo, la mutabilidad de la primera y la invariabilidad de la segunda. La ley eterna es la justicia pura, que no varía en el tiempo, mientras que la ley temporal obedece al ser humano. La ley eterna gobierna a la persona en todos los aspectos, tanto los privados como los públicos, también en el aspecto moral. Además, la ley temporal es, a su vez, impuesta mediante la coacción. De este modo, la ley eterna es el instrumento de Dios para gobernar el mundo, mientras que la ley positiva es el instrumento del hombre para gobernar el estado.