Panorama de la narrativa española de posguerra: tendencias y autores clave
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1. La narrativa en la inmediata posguerra
Similar a la poesía arraigada, jóvenes falangistas buscan dejar constancia de la victoria como una gesta heroica y salvadora. Son novelas partidistas y propagandísticas. Algunas obras importantes son Checas de Madrid de Cecilio Benítez de Castro o La fiel infantería de Rafael García Serrano.
2. La novela existencialista
No adopta los tonos desgarrados y angustiosos de la poesía desarraigada, sino que se limita a expresar la conciencia del personaje o su lucha con el destino o circunstancias cotidianas. Las obras intentan un camino de renovación en la posguerra, contrario al de los falangistas. Se centran en la Guerra Civil o en la posguerra, y en ellas los personajes soportan su falta de esperanza. Destacan La familia de Pascual Duarte de José Cela, Nada de Carmen Laforet, Mariona Rebull de Ignacio Agustí y La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes.
2.1. Autores destacados
2.1.1. José Cela
Tiene una idea del mundo tremendista, cercana a Baroja en el pesimismo existencial y en la escasa fe en el hombre. Entre sus libros de viaje destaca Viaje a la Alcarria. Se mueve entre el realismo y el vanguardismo. En su etapa tremendista escribe La familia de Pascual Duarte, sobre la guerra.
2.1.2. Miguel Delibes
Novelista coherente de nuestro tiempo, destaca por el análisis del mundo rural marginado y por la crítica de la burguesía, así como por el logro de un lenguaje sobrio y preciso. En su etapa existencial destaca La sombra del ciprés es alargada.
2.1.3. Gonzalo Torrente Ballester
Podemos diferenciar cuatro etapas en su obra. La primera cuenta con su novela sobre la guerra, Javier Mariño, y otras de tipo desmitificador. La segunda es su etapa realista y tradicional, con Los gozos y las sombras. En la tercera mezcla la renovación estructural con la fantasía y el humor en La saga/fuga de J.B., y en la cuarta progresa en el humor y el juego literario en Crónica del rey pasmado.
3. La novela del realismo social
Se desarrolla en España a la vez que la poesía social. Los nuevos novelistas de la Generación del 50 intentan presentar con objetividad su testimonio sobre recuerdos de la Guerra Civil, los conflictos de la vida colectiva, los ambientes de trabajo y de profesiones. Supera a su predecesora existencialista, aunque está influida por ella en la innovación técnica y en la actitud ideológica. Por un lado, suscribe un compromiso ético, un testimonio crítico y una denuncia social; por otro, recurre a técnicas del cine. Se utiliza un narrador oculto.
Jesús Fernández Santos (Los bravos) inaugura el realismo social. Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama). Ignacio Aldecoa (El corazón y otros frutos amargos). Carmen Martín Gaite (Entre visillos). Juan Goytisolo (Juegos de manos). Ana María Matute (Fiesta al Noroeste). Cela está representado por La colmena, importante por su técnica de secuencias narrativas y su visión despiadada de Madrid. Delibes llega al realismo de ambiente rural con El camino y una de sus mejores obras, Los santos inocentes. También aplica el realismo al análisis de los ambientes urbanos para criticar a la burguesía en La hoja roja.
4. La renovación narrativa y el experimentalismo
4.1. La renovación narrativa
Tiempo de silencio de Luis Martín Santos supone un cambio renovador en la novela española debido a la utilización de nuevas estructuras y técnicas narrativas. Sustituye las técnicas realistas por otras más complejas. Martín Santos construye su novela destacando el monólogo interior, el contrapunto y el perspectivismo. Luis Martín Santos (Tiempo de silencio). Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa). Juan Benet (Volverás a Región).
4.2. La novela experimentalista
Es resultado de una renovación narrativa. A esta tendencia contribuyen los novelistas hispanoamericanos del momento: Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Vargas Llosa... Hacia 1967, el experimentalismo establece que la novela tradicional ha muerto y defiende conceptos extremos que llevan a la destrucción del personaje, la acción, la trama y el argumento. Solo excelentes novelas conservan su prestigio: Si te dicen que caí de Juan Marsé, La saga/fuga de J.B. de Torrente Ballester y Escuela de mandarines, primera novela de Miguel Espinosa. Cela destaca por Vísperas, festividad y octava de San Camilo.
5. La novela última (desde 1975)
Desde 1975 hasta hoy, la novela vive un período feliz. Una de las razones es el aumento de lectores, lo cual es posible debido a: la simplificación de las estructuras narrativas, que eliminan la complejidad textual anterior; la propuesta firme de recuperar el argumento, la trama y los personajes, y de contar una historia cerrada y continua; la utilización de las personas narrativas tradicionales; la presencia de diálogos; y el abandono de las intenciones ideológicas o políticas.