marx

Friedrich Nietzsche

Lo apolíneo y lo dionisíaco 

Los dos principios que componen la realidad se identifican con estos dioses: 

● Dionisio representa la embriaguez, el caos, la voluntad irracional, y las contradicciones de la vida.

● Apolo, Dios de la luz, de la armónía y el equilibrio, representa la razón. La pretensión de imponer un orden racional al mundo hizo triunfar al individuo teórico, apolíneo, sobre el individuo dionisíaco. 

La crítica a la cultura occidental Se trata de una cultura dogmática y enferma, en la que la racionalidad se ha impuesto sobre la vida y el instinto. Nietzsche se propone desenmascarar a la moral de su época. La masa elogia la debilidad frente a la fortaleza de ánimo. Así, la transmutación de los valores que defiende Nietzsche se produce cuando los plebeyos se revelan y se autodenominan buenos. 

● La moral de los señores: Es la propia de los que afirman la vida, es la voluntad de poder, entendida como voluntad de superación, fuerza vital. 

● La moral de los esclavos: Es propia del plebeyo y de espíritus débiles. Siempre buscan la igualdad: formar parte del rebaño y reducirlo todo a la mediocridad. Esta última moral es la que ha triunfado históricamente en Occidente. 

La crítica a la metafísica Toda la historia de la filosofía es un error. Ese error empezó por Sócrates, que trata de imponer el pensamiento lógico y racional, infravalorado el mundo sensible. Incapaces de afrontar la vida, los espíritus débiles inventan "la ilusión de un mundo verdadero", y someten la realidad a dichas leyes. La apariencia es, para Nietzsche, lo único que existe. Y los conceptos nos alejan de la auténtica realidad. Encontramos varios dispensadores de sentido que van desde la razón, el progreso o la historia, que han ocupado el lugar de Dios desde la ilustración. La necesidad de encontrar un sentido a la existencia es propio del hombre, pero la vida es azar sin finalidad.