Fragmento de la novela el intruso de Vicente blasco Ibáñez
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EL INTRUSO:tras el anal...Versa sobre la situación laboral, las condiciones precarias de vida de los mineros de Vizcaya durante la industrialización, a principios del Siglo XX. Blasco Ibáñez describe las duras condiciones de trabajo de los mineros (“peones fatigados de romper los bloques arrancados… cargar pedriscos.. Arrastrarlos hasta el depósito de mena”), al igual que la situación de las viviendas consideradas un “tugurio”. Además, mencionará las condiciones de vida higiénica y sanitaria (“dormían en aquel tabuco… impregnándose de olor de suciedad”), y por último, la alimentaria (“mala cena de alubias y patatas”). Por lo tanto, hace referencia a la dificultad de los mineros de rebelarse contra los abusos de la mina, pues siempre habrá otros dispuestos a ocupar su lugar, por muy malas condiciones de trabajo que fuera (“el bracero empujado por el hambre, llegaba continuamente en grandes bandas a sustituir”). En resumidas cuentas, este documento tiene como objetivo la uníón de los trabajadores para reivindicar sus derechos.// Para poder contextualizar la obra es necesario tener presente el tardío proceso de industrialización en el que España y más concretamente, el País Vasco, telón de fondo de la novela a la que pertenece este fragmento, se encontraba inmerso. Vizcaya gozaba de un crecimiento industrial fruto de la siderurgia y minería, amparado por las políticas proteccionistas de fomento del producto nacional e impulsado por la invención del convertidor Bessemer. La gran abundancia de hierro no fosfórico en el subsuelo vizcaíno, muy adecuado para la industria siderúrgica, provocó una extracción masiva en Somorrostro (Muskiz). Por ello, pronto se instalaron en el entorno compañías británicas (Luchana Minning Company). La Tercera Guerra Carlista detuvo todo este movimiento, reactivado cuando terminó la contienda. Es el momento de inversión de capital vasco. Esto tuvo consecuencias: explotación masiva, ferrocarriles mineros, planos inclinados… En estos años se llegó al máximo de extracción. La mayor parte del hierro se exportó a Inglaterra produciendo grandes beneficios para algunos empresarios que en pocos años se enriquecieron y promovieron nuevas fábricas, entre las que destacará la fundada en 1902: Altos Hornos de Vizcaya.la industrialización tuvo repercusiones sociales
: surgíó una alta y mediana burguésía dedicada a los negocios industriales y una masa proletaria, ya que se necesita mano de obra en abundancia. “El Intruso” es la obra literario que mejor revive la situación social de Vizcaya en los años del despegue industrial. El aumento de la población fue espectacular, siendo la llegada de inmigrantes un hecho totalmente desorganizado, aséntadose en la cuenca minera y la margen izquierda del Nervión. Las condiciones de vida y trabajo de esta clase social eran extremadamente duras. Los mineros eran en su gran mayoría inmigrantes (que Sabino Arana no aceptaba) procedentes de la mitad norte de España. Llegaban como temporeros (“corriente continua de hombres”) cuando las faenas del campo decaían o con idea de retornar tras reunir un dinero. En la zona minera se crearon poblados formados por viviendas paupérrimas (La Arboleda) que se ofrecían a los inquilinos. Las compañías mineras crearon un sistema de barracones que acogían, amontonados, a sus obreros.
: surgíó una alta y mediana burguésía dedicada a los negocios industriales y una masa proletaria, ya que se necesita mano de obra en abundancia. “El Intruso” es la obra literario que mejor revive la situación social de Vizcaya en los años del despegue industrial. El aumento de la población fue espectacular, siendo la llegada de inmigrantes un hecho totalmente desorganizado, aséntadose en la cuenca minera y la margen izquierda del Nervión. Las condiciones de vida y trabajo de esta clase social eran extremadamente duras. Los mineros eran en su gran mayoría inmigrantes (que Sabino Arana no aceptaba) procedentes de la mitad norte de España. Llegaban como temporeros (“corriente continua de hombres”) cuando las faenas del campo decaían o con idea de retornar tras reunir un dinero. En la zona minera se crearon poblados formados por viviendas paupérrimas (La Arboleda) que se ofrecían a los inquilinos. Las compañías mineras crearon un sistema de barracones que acogían, amontonados, a sus obreros.