Explorando la Libertad: De la Autodeterminación Kantiana a los Límites Sociales
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Autodeterminación y la Libertad en la Filosofía Kantiana
Para Immanuel Kant, la libertad reside en la voluntad. Kant la define como la capacidad de la voluntad para elegir sus propios actos. Distingue tres tipos de actos:
- Actos contra el deber: Aquellos en los que hacemos lo contrario a lo que moralmente se debe hacer.
- Actos conforme al deber: Aquellos en los que cumplimos con lo debido, pero impulsados por una motivación externa (por ejemplo, una recompensa o evitar un castigo).
- Actos por deber: Aquellos en los que cumplimos con lo debido por la simple convicción interna de que es lo correcto, entendiendo que es lo mejor.
Kant propone una norma universal para guiar todas las acciones: el imperativo categórico, que nos insta a actuar como si la máxima de nuestra acción pudiera convertirse en Ley Universal.
La Libertad desde la Perspectiva Existencialista de Sartre
Para Jean-Paul Sartre y la corriente existencialista, el aspecto fundamental del ser humano es su existencia. Sostienen que “la existencia precede a la esencia”, lo que significa que nuestra esencia (lo que somos) se construye a través de nuestras vivencias y elecciones a lo largo de nuestra existencia.
Argumentan que no podemos elegir no existir, y esta existencia nos impone la ineludible tarea de elegir nuestras acciones. Por ello, para Sartre, la existencia es, en cierto sentido, una condena. Esta obligación constante de elegir genera una profunda angustia existencial, a la que Sartre se refiere como estar “condenados a ser libres”. Estamos forzados a tomar decisiones que, a su vez, determinan quiénes llegamos a ser.
Esta libertad radical, según Sartre, conlleva una responsabilidad absoluta sobre nuestros actos y sobre la definición de nuestra propia humanidad. Sartre resume este sentimiento con la expresión “la náusea”, que refleja el absurdo de la existencia desde una perspectiva atea, donde ni la existencia ni la libertad encuentran un sentido trascendente preestablecido por una divinidad.
Alcance y Límites de la Libertad Negativa: Un Debate Filosófico
Una cuestión fundamental que surge es si todos deben tener la libertad de hacer absolutamente todo lo que deseen, o si es necesario establecer límites a dicha libertad para garantizar la convivencia. Diversos pensadores han abordado esta problemática:
Isaiah Berlin y la Protección de Valores Fundamentales
Isaiah Berlin sostiene que, si no se limita la libertad de acción individual, la convivencia pacífica entre los seres humanos se vuelve imposible. Argumenta que cualquier límite impuesto a la libertad de acción debe estar sujeto a una norma fundamental: evitar que se perjudiquen valores básicos como la igualdad, la justicia y la paz. Desde esta perspectiva, el derecho a la libertad de expresión se considera esencial, ya que, en principio, no perjudica estos valores fundamentales, al igual que la libertad de pensamiento o de culto religioso.
Robert Nozick: Liberalismo Económico y el Rol del Estado
Robert Nozick, exponente del liberalismo económico, coincide en gran medida con Berlin en la necesidad de proteger los valores básicos. Sin embargo, enfatiza que es el Estado el que debe encargarse de limitar la libertad individual con el fin de promover la convivencia y proteger los derechos individuales, especialmente el de propiedad, abogando por un Estado mínimo.
John Rawls: Justicia Social frente a la Libertad Absoluta
Por otro lado, John Rawls, asociado a una perspectiva más cercana al liberalismo igualitario, critica que la visión de la libertad de Nozick puede generar profundas desigualdades sociales. Rawls argumenta que limitarse a una acción meramente legislativa (crear leyes que protejan libertades formales) no es suficiente. Por ello, Rawls sostiene que el Estado debe implementar acciones positivas para alcanzar una auténtica justicia social, lo que implica ayudar activamente a aquellos individuos y grupos con menos oportunidades, garantizando un mínimo de bienestar y equidad.