Evolución Urbana: La Ciudad a Través de las Eras Históricas

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La Ciudad Prerromana (I Milenio a.C.)

Los asentamientos de íberos y celtas se caracterizaban por su gran simplicidad. Muchas veces eran sencillas agrupaciones de viviendas, aunque en ocasiones podían aparecer los primeros indicios de un trazado urbano. Destaca, sobre todo, su marcado carácter defensivo, que se manifestaba tanto en el emplazamiento en lugares de fácil defensa (elevaciones del terreno) como en la presencia de murallas.

Los Pueblos Colonizadores (I Milenio a.C.)

Fenicios, cartagineses y griegos fundaron asentamientos, a menudo en la zona litoral y con un marcado carácter comercial. Los de fundación griega presentaban un plano ortogonal, en damero o hipodámico (atribuido a Hipodamo de Mileto), y la presencia de un ágora o plaza pública. Ejemplos notables son Ampurias, Hemeroskopion o Rosas.

La Ciudad Romana (Siglo II a.C. - V d.C.)

La civilización romana otorgó una importancia capital a las ciudades como centros neurálgicos donde se desarrollaba la vida ciudadana (política, ocio, cultura), siguiendo la tradición griega. Se adoptó el trazado en cuadrícula, con dos ejes perpendiculares principales: el cardo (norte-sur) y el decumano (este-oeste). Su intersección daba lugar al foro, el espacio público central. Estas ciudades romanas (como León, Caesaraugusta, Emerita Augusta o Tarraco) gozaron de un avanzado equipamiento urbano, incluyendo alcantarillado (cloacas), pavimentación de calles y acueductos. Frecuentemente, eran recintos amurallados (como Lugo).

La Ciudad Medieval (Siglos V-XV)

La Edad Media, tras la caída del Imperio Romano, supuso una época de ruralización e inseguridad, lo que conllevó un decaimiento de la vida urbana. Es fundamental distinguir entre:

  • La Ciudad Medieval Cristiana

    Normalmente, presentaba un trazado irregular o anárquico. A menudo, la ciudad se organizaba en torno a un elemento central (plaza, iglesia, ayuntamiento, castillo), a partir del cual crecía de forma irregular. En España, conforme avanzaba la Reconquista y la repoblación, surgieron ciudades de nueva fundación que, en ocasiones, adoptaron un trazado regular en cuadrícula.

  • La Ciudad Medieval Musulmana

    En España, la presencia musulmana durante siete siglos dejó una profunda huella en la configuración urbana. La homogeneidad de la ley coránica se manifestó en una forma peculiar de concebir la casa y el espacio urbano. La casa era un lugar privado, por lo que su aspecto exterior solía ser austero. El trazado era irregular, favoreciendo la privacidad, con calles estrechas, en recodo y sin salida. La medina, o centro de la ciudad, albergaba la mezquita, el zoco y el alcázar. En torno a ella se extendían los barrios o arrabales, todo ello dentro del recinto amurallado.

La Ciudad de la Edad Moderna (Siglos XV-XVIII)

Durante el Renacimiento y el Barroco, confluyeron procesos de engrandecimiento y embellecimiento urbano, especialmente en las capitales y principales ciudades de los grandes estados del momento (París, San Petersburgo, Madrid). El Renacimiento, al recuperar los ideales de la civilización clásica grecolatina, volvió a aplicar el trazado regular en cuadrícula. Se abrieron nuevos espacios urbanos, como las plazas mayores, que alcanzarían su máximo esplendor durante el Barroco. Además, se crearon grandes avenidas arboladas, flanqueadas por las residencias de nobles y burgueses, así como por los edificios más significativos de la monarquía absoluta (palacios, sedes ministeriales, museos, academias).

La Ciudad de la Ilustración (Siglo XVIII)

El reformismo ilustrado también dejó su impronta en la configuración urbana. Se impulsaron actuaciones urbanas como la creación de espacios para la industria o de recintos feriales.

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