El conocimiento cientifico
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métodoCAPÍTULO 1
1. EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Siguiendo a Pérez Juste (1989) sabemos que por el solo hecho de vivir, el hombre entra en relación con la realidad, que tiene una doble dimensión: natural y social. Mediante la actividad humana aparecen relaciones de los hombres entre sí y de éstos con la naturaleza exterior, la práctica o praxis de estas relaciones es la que genera los distintos tipos de conocimiento: el cotidiano y el científico.
El saber cotidiano es el saber o conocimiento que se adquiere con la experiencia diaria, caracterizándose por ser superficial, no sistemático y acrítico. Ahora bien, el hombre, en su actividad diaria, se enfrenta a una serie de problemas que no puede resolver por los conocimientos corrientes, ni por el sentido común, necesitando ir más allá del conocimiento ordinario, buscando explicaciones profundas y de amplio alcance objetivo, buscando un conocimiento que se adquiera con arreglo a ciertos procedimientos, es el que denominamos conocimiento científico.
Los objetivos fundamentales de la ciencia, o del conocimiento científico, en relación con su campo de actuación, la realidad de este mundo, son cuatro: analizar, explicar, predecir y actuar.
Para algunos autores, Romero Marín, Zaragüeta, etc., la diferencia entre el saber vulgar y científico está en que el primero es propio del sentido común, es superficial y asistemático y se preocupa por el qué; el segundo es más extenso, claro, preciso, profundo, sistemático, preocupado por el por qué. La diferencia entre un tipo de saber y otro no está en la naturaleza del objeto de estudio, sino por la forma o procedimiento de adquisición del conocimiento.
Con todo ello, el conocimiento científico no es infalible, ni exacto, ni definitivo, es autocorrectivo.
Concluimos este epígrafe con la regla de oro que propone Bunge, perfectamente válida en la investigación científica policial “ para conseguir el conocimiento científico es necesario audacia en el conjeturar y rigurosa prudencia en el someter a contrastación”.
2 . EL MÉTODO CIENTÍFICO.
La palabra método tiene el significado de camino, procedimiento, medio, manera, etc., por ello puede decirse que el método es la forma racional, ordenada y objetiva de la actividad científica, que establece el camino o proceso que aquélla debe seguir para alcanzar su fin. La racionalización de los métodos de búsqueda con el fin de obtener la máxima información con la máxima economía de pensamiento es lo que constituye la base de todo método.
En la actividad humana se pueden distinguir dos grandes modalidades: pensar y actuar. De ahí que los métodos se puedan dividir en: métodos de pensar y de actuar. Los métodos de pensar son métodos discursivos o de razonamiento, que hacen referencia a la formación de conceptos y de juicios; como modalidades principales de métodos de pensar se encuentran: la abstracción, la deducción, la inducción, el análisis, la síntesis, la definición, la clasificación y la comparación.
Como métodos de actuar se pueden considerar todos los que se refieren a la forma de realizar las actividades humanas dirigidas al mundo en que vivimos.
De todos los posibles métodos de investigación, el que puede considerarse método de investigación por excelencia es el método científico, consistente en: “formular cuestiones o problemas sobre la realidad del mundo y los hombres, con base en la observación de la realidad y la teoría ya existente, en anticipar soluciones a estos problemas y en contrastarlas o verificarlas con la misma realidad, mediante la observación de los hechos que ofrezca, la clasificación de ellos y su análisis”.
El método científico puede considerarse como una interacción entre dos componentes del pensamiento humano, una es la intuición y otra la lógica interpretación de los resultados obtenidos por la experiencia.
En el estado actual de las ciencias el método científico es, en primer lugar, un método teórico en su origen y en su fin, con ello se quiere decir que su punto de partida es, en general, una teoría previa o un conjunto racional y sistemático de ideas sobre la realidad de que se trate.
En segundo lugar, el método científico es problemático--hipotético, en cuanto se basa en la formulación de problemas, cuestiones o interrogantes sobre la realidad y en adelantar conjeturas o soluciones probables a dichas cuestiones.
En tercer lugar, el método científico es empírico, en el sentido de que su fuente de información y de respuesta a los problemas que se plantea es la experiencia.
En cuarto lugar el método científico es, a la vez, inductivo y deductivo; es inductivo en cuanto procede mediante la clasificación sistemática de datos obtenidos durante la observación, con el fin de determinar las uniformidades o regularidades que presentan. La inducción da lugar inmediatamente a datos sobre la realidad, pero el relacionar estos datos, establecer conceptos y enunciados con
base en ellos y sacar conclusiones de todo género es en gran parte obra de la deducción.
En quinto lugar el método científico es crítico. Con ello se quiere decir que se debe someter constantemente a examen y juicio todas las fases, operaciones y resultados.
En sexto lugar el método científico es circular, esto es así porque en él los principios se prueban mediante datos empíricos y éstos se analizan o interpretan sobre la base de aquellos.
En séptimo lugar el método científico es analítico--sintético, es decir, estudia la realidad distinguiendo y separando unos de otros sus elementos más simples, pero no se queda aquí, sino que procura luego unir y recomponer los elementos separados obteniendo una nueva visión global del conjunto y de las relaciones estructurales entre sus elementos.
En octavo lugar el método científico es selectivo en un doble sentido, ya que, primero, entre la multiplicidad de aspectos de los fenómenos debe concentrar su observación en los más relevantes, y, en segundo, entre las masa de datos recogidos debe procurar detectar en el análisis los más significativos por tener un influjo predominante.
En noveno lugar el método científico es abierto a la imaginación, pues aunque normalmente debe atenerse a reglas metodológicas formales, al mismo tiempo debe fomentar también la intuición y la imaginación.
Resumiendo las ideas básicas sobre el método científico podríamos decir que son: La duda, la problematización, la conjetura o hipótesis, la prueba empírica como criterio último de verificación y la precisión o exactitud.
Quizás se pueda considerar a Galileo y a Kepler como los iniciadores del método científico tal y como lo entendemos hoy, al dar prioridad al experimento para llegar al conocimiento de los fenómenos naturales.
A lo más que el Empirismo puede llegar es a establecer asertos sobre lo que probablemente sucederá, basándose en la información de lo que ha sucedido
La Teoría de la Probabilidad, que nos enseña a calcular la posibilidad de que un suceso ocurra bajo ciertas condiciones, teniendo en cuenta el número de veces que ha ocurrido, según la observación.
la Ciencia Policial comienza sus investigaciones no sobre la base de principios absolutamente simples conocidos con certeza, sino más bien sobre la base de principios relativamente simples, es decir, conocidos de antemano con cierto grado de certidumbre”.
La primera tarea de toda investigación será decidir cuál es realmente el problema.
La medida de verdad de una hipótesis será simplemente la medida de su capacidad para resolver el problema y alcanzar así el fin que nos habíamos propuesto.
El paradigma de Dewey es el marco de referencia para el estudio del método científico:
a) El hombre percibe una dificultad, un obstáculo, una situación para la que no encuentra explicación o solución, y procura explicitar y definir el problema con precisión, a ser posible en forma de preguntas, que le permitan saber exactamente qué es lo que busca.
b) El hombre propone hipótesis o conjeturas que podrían ser la respuesta a tales preguntas, con el propósito de dar con la solución al problema planteado.
c) Deduce las consecuencias que se seguirían de ser ciertas las hipótesis planteadas.
d) Valida las hipótesis sometiéndola a prueba mediante la recogida de datos y la utilización de técnicas adecuadas, en ocasiones estadísticas.
El método de Dewey es conocido como el hipotético-deductivo experimental, haciendo alusión a los tres momentos claves: formulación de hipótesis, deducción de consecuencias y recurso a la experiencia.
Bunge reconoce que “el método científico es un modo de tratar problemas intelectuales y consecuentemente puede utilizarse en todos los campos del conocimiento. Bunge propone un método de ocho etapas, basado en la idea de Dewey:
1. Enunciar preguntas bien formuladas y verosímilmente fecundas.
2. Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastables con la experiencia para contestar a las preguntas.
3. Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas.
4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación.
5. Someter a su vez a contrastación esas técnicas para comprobar su relevancia y la fe que merecen.
6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados.
7. Estimar la pretensión de verdad de las conjeturas y la fidelidad de las técnicas.
8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las
técnicas y formular los nuevos problemas originados por la investigación.
En toda ciencia la observación, experimentación y raciocinio son pilares fundamentales y necesita hacer uso del método científico para el hallazgo de nuevos conocimientos, siendo la Estadística un poderoso y eficaz instrumento de tal método. En su obra “The Scientific Outlook”, el filósofo Bertran Rusell indicó, como principales etapas del método científico, la exacta observación del fenómeno bajo estudio, la formulación de hipótesis que intenten explicarlo y la verificación de tales hipótesis en base a nuevas observaciones.
3. ACTITUDES MENTALES DENTRO DEL MÉTODO CIENTÍFICO
Se pueden aprender muchos procedimientos para investigar, pero esto sirve de muy poco si no se ha aprendido ha pensar. La perspectiva con la que se debe concebir las actitudes mentales dentro del pensar científico (método científico) forman un binomio entre teoría y práctica, entre estudio y conocimiento de la realidad y la acción transformadora de la misma. Con el objetivo de que estas actitudes mentales nos ayuden a aprender a pensar hacemos una exposición sucinta de las más importantes para el campo policial (adaptado de lo expuesto en el texto de Sampson (1989):
a) Actitudes Mentales de Representación (¿Qué hay?)
En una primera fase, la primera impresión debe recogerse en un proceso que podríamos denominar enumerar-describir:
I. En la enumeración se enuncian cosas, se hace un inventario de hechos, datos e información
II. Con la descripción se pretende caracterizar algo.
Una segunda fase la constituye la acción de comparar-distinguir.
Los hechos, datos e información acumuladas, tienen que ser comparados y distinguidos:
I. Se compara cuando de los hechos, situaciones o acontecimientos se hacen resaltar las semejantes.
II. Se distingue, cuando se destacan las diferencias.
La tercera fase la constituye la acción de clasificar-definir. Se delimita el objeto a estudiar. Para ello se pone en orden el material acumulado, siguiendo un sistema de referencia:
I. Se clasifica cuando se agrupan objetos en subconjuntos de acuerdo a ciertas similitudes, características, cualidades o propiedades en común.
II. Se define cuando se enumera con claridad y exactitud las características genéricas y diferenciales de una cosa material o inmaterial.
b) Actitudes Mentales de Identificación (¿Qué es esto?)
La primera fase dentro de este apartado la constituye la identificación de aspectos y puntos de vista. Se trata con ello de asumir la complejidad que tiene toda realidad:
I. Sus diferentes aspectos, los cuales existen objetivamente.
II. Los puntos de vista, que son las opiniones de la gente o las distintas perspectivas desde las cuales se puede considerar una cuestión; es el aspecto subjetivo.
La segunda fase la constituye la búsqueda de contradicciones y oposiciones. Toda realidad contiene en su seno una serie de contradicciones o aspectos opuestos que tienden a excluirse mutuamente; es necesario conocer cuáles son las oposiciones y las contradicciones específicas que encierra cada situación para poder sacar ventaja de ello.
Una tercera fase la constituye el saber situar los hechos y fenómenos en el espacio y en el tiempo. Ningún fenómeno puede entenderse plenamente aislado de su contexto temporal-espacial (dónde se produce y cuándo se produce).
c) Actitudes Mentales de Relación (¿Por qué es esto así?)
Aquí la primera fase la constituye el saber relacionar un hecho con sus causas y consecuencias. Se trata, pues, de comprender un hecho o fenómeno de la realidad en relación con sus causas y de prever sus consecuencias.
La segunda fase se constituye en la búsqueda de leyes y teorías para explicar y comprender los hechos. Aquí se trata de explicar la realidad a través de leyes científicas y de teorías. Las leyes nos señalan aquellos hechos o fenómenos que se dan en determinadas condiciones, la teoría, en cuanto sistema explicativo global, arroja luz sobre la comprensión de la realidad.
d) Actitudes Mentales para la Acción (¿Qué hacer?, ¿por qué hacerlo?, ¿Para qué hacerlo?,
¿Cómo hacerlo?)
Aquí las preguntas a responder son del tipo: ¿Qué hacer?, ¿por qué hacerlo?, ¿para qué hacerlo?, ¿cómo hacerlo?.
Nuestra primera fase debe tratar de explicitar los valores y principios que inspiran y guían la acción. En los valores y principios se fundamenta la acción y, al mismo tiempo, el modelo a alcanzar en cuanto que proporciona reglas para la acción y una jerarquía de valores.
La segunda fase se constituye con el establecimiento de los objetivos, metas, medios y métodos de acción. Los objetivos son lo que se quiere hacer, las metas expresan cuánto se quiere hacer (en tiempo, lugar y espacio), los medios hacen referencia al con qué hacerlo (recursos humanos, técnicos, financieros y materiales) y los métodos tratan lo concerniente a cómo hacerlo.
La tercera fase se identifica con el establecimiento de un plan de acción. Realizar un plan de acción consiste en establecer los diferentes pasos y tareas que hay que realizar en el tiempo y en el espacio para alcanzar los objetivos y metas propuestos.
Finalizamos con la fase de validación del proceso: control de acción y de los resultados. Si no queremos alejarnos de los objetivos y de las metas propuestos, con los métodos establecidos y de acuerdo con los valores y principios que deben sustentar toda acción, hay que controlar y evaluar el proceso.
4. LA INVESTIGACIÓN POLICIAL MEDIANTE EL MÉTODO CIENTÍFICO.
La investigación científica en general, y la policial en particular, conlleva un conjunto de actuaciones sucesivas orientadas a conocer una determinada realidad.
Para lograr ese objetivo se sigue un proceso de movimiento inverso, pero cuyas fases se corresponden entre sí. El primero se denomina proceso de verificación, en él, en síntesis, la investigación parte de la teoría existente y desciende a la realidad empírica, es un proceso deductivo; el segundo se puede llamar de teorización, y en él, por el contrario, la investigación parte de la realidad y asciende a la teoría sintética, es un proceso inductivo.
El proceso de verificación es un proceso probatorio, con la teoría y aspectos que se cree conocer con la realidad se forman representaciones de ésta, que se denominan modelos, de éstos se deducen conclusiones y se comprueba el grado de ajuste de las conclusiones con la realidad. Por ello la verificación es la práctica de la prueba, constituyendo el núcleo del proceso investigador;
En medios policiales, tradicionalmente se ha otorgado el estatus de “investigación científica” a la surgida en laboratorios al amparo de ciencias como la química, la médica, etc.; ya que el investigador policial se ubica más en el pragmatismo operativo que en el teoricismo.
Es indudable que en buena medida existe un paralelismo entre las propuestas de Bunge o Dewey y los procedimientos de investigación utilizados por la policía, en efecto, al investigar un hecho criminal, de facto se siguen los siguientes pasos:
1. Enunciado de preguntas en torno al suceso del que todo se desconoce:
¿Qué ha pasado?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Quién?, ¿Dónde?, ¿Por qué?, ¿Para qué? ...
2. Se arbitran conjeturas fundadas y contrastables para contestar a las preguntas. Se hacen conjeturas en torno a quién puede ser el sospechoso, cuál fue el móvil del crimen, cuál fue el modus operandi, en qué momento y en qué lugar se cometió el crimen, ... etc. Las conjeturas suponen deducciones razonadas, coherentes, factibles, que realiza el investigador policial en base al conocimiento de parcialidades del hecho, conocimiento que va logrando mediante meticulosos procedimientos de recogida de datos.
3. Los datos que va logrando el investigador policial, obran en conjunto para determinar unas consecuencias lógicas a partir de las conjeturas iniciales. Se va realizando la composición de un rompecabezas integrado por piezas aisladas que fueron halladas y concatenadas por el proceso de investigación, para producir unas consecuencias.
4. Las consecuencias deben soportarse en pruebas irrefutables, de forma que sean relevantes, permanentes, indubitadas y superen el contraste a que son sometidas en el proceso penal, mediante peritajes, opiniones contradictorias, etc.
5. Los procedimientos y técnicas empleados para el logro de tales pruebas han de ser auspiciados por la ley y en ningún caso se permiten procedimientos ilegales. Son procedimientos válidos para la ciencia en general: observaciones, testimonios, determinaciones de laboratorio, etc.
6. La interpretación de los datos contrastados arroja luz suficiente para señalar a unas personas como responsables del hecho investigado.
7. El proceso penal y el juicio oral estimarán la pretensión de veracidad de las conjeturas y la fidelidad y validez de las técnicas empleadas.
8. Policialmente el procedimiento concluye cuando el problema ha sido esclarecido y contrastado; pero, sin duda, habrá originado nuevos interrogantes cuyas respuestas corresponden a la Justicia, a los Servicios Sociales, al Sistema Educativo, etc.
Todo el procedimiento seguido tiene visos de proceder científico: existe en cada investigación un objeto formal (el caso), un método, un sistema, unas técnicas e instrumentos con “cuño” policial. Existe además un objetivo prioritario para cualquier rama del saber (desde la filosofía hasta las ciencias empíricas): revelar la verdad. Y, por último, todo el proceso es autocorrectivo y contrastable paso a paso.
Igualmente se descubren los componentes del proceder científico mediante el método comparativo en numerosos trabajos de investigación de distintos servicios de Policía Científica:
· La identificación mediante el estudio de crestas papilares.
· Los estudios sobre balística.
· Los estudios sobre documentos.
· Etc.
Los métodos observacionales se ponen de manifiesto en las inspecciones oculares, vigilancias, seguimientos, etc.
Los estudios sobre criminalidad se apoyan frecuentemente en la Estadística Descriptiva:
· Seguimiento mensual de la delincuencia.
· Recogida de datos en modelos estandarizados.
· Análisis de datos.
· Tratamiento estadístico.
· Elaboración de conclusiones: Informes sobre evolución de la criminalidad, estudios de previsión de crecimiento delincuencial, etc.
· Utilización operativa de los resultados.
Los análisis de gestión de diversos servicios, también se apoyan en el proceder científico:
· Seguimiento diacrónico de la gestión.
· Recogida de datos (productos de la gestión): Extranjeros, D.N.I., etc.
· Tratamiento estadístico-descriptivo de datos.
· Elaboración de informes de gestión (análisis, memorias).
· Aplicación de los resultados en la toma de decisiones y en la gestión de recursos humanos.
método
1. EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Siguiendo a Pérez Juste (1989) sabemos que por el solo hecho de vivir, el hombre entra en relación con la realidad, que tiene una doble dimensión: natural y social. Mediante la actividad humana aparecen relaciones de los hombres entre sí y de éstos con la naturaleza exterior, la práctica o praxis de estas relaciones es la que genera los distintos tipos de conocimiento: el cotidiano y el científico.
El saber cotidiano es el saber o conocimiento que se adquiere con la experiencia diaria, caracterizándose por ser superficial, no sistemático y acrítico. Ahora bien, el hombre, en su actividad diaria, se enfrenta a una serie de problemas que no puede resolver por los conocimientos corrientes, ni por el sentido común, necesitando ir más allá del conocimiento ordinario, buscando explicaciones profundas y de amplio alcance objetivo, buscando un conocimiento que se adquiera con arreglo a ciertos procedimientos, es el que denominamos conocimiento científico.
Los objetivos fundamentales de la ciencia, o del conocimiento científico, en relación con su campo de actuación, la realidad de este mundo, son cuatro: analizar, explicar, predecir y actuar.
Para algunos autores, Romero Marín, Zaragüeta, etc., la diferencia entre el saber vulgar y científico está en que el primero es propio del sentido común, es superficial y asistemático y se preocupa por el qué; el segundo es más extenso, claro, preciso, profundo, sistemático, preocupado por el por qué. La diferencia entre un tipo de saber y otro no está en la naturaleza del objeto de estudio, sino por la forma o procedimiento de adquisición del conocimiento.
Con todo ello, el conocimiento científico no es infalible, ni exacto, ni definitivo, es autocorrectivo.
Concluimos este epígrafe con la regla de oro que propone Bunge, perfectamente válida en la investigación científica policial “ para conseguir el conocimiento científico es necesario audacia en el conjeturar y rigurosa prudencia en el someter a contrastación”.
2 . EL MÉTODO CIENTÍFICO.
La palabra método tiene el significado de camino, procedimiento, medio, manera, etc., por ello puede decirse que el método es la forma racional, ordenada y objetiva de la actividad científica, que establece el camino o proceso que aquélla debe seguir para alcanzar su fin. La racionalización de los métodos de búsqueda con el fin de obtener la máxima información con la máxima economía de pensamiento es lo que constituye la base de todo método.
En la actividad humana se pueden distinguir dos grandes modalidades: pensar y actuar. De ahí que los métodos se puedan dividir en: métodos de pensar y de actuar. Los métodos de pensar son métodos discursivos o de razonamiento, que hacen referencia a la formación de conceptos y de juicios; como modalidades principales de métodos de pensar se encuentran: la abstracción, la deducción, la inducción, el análisis, la síntesis, la definición, la clasificación y la comparación.
Como métodos de actuar se pueden considerar todos los que se refieren a la forma de realizar las actividades humanas dirigidas al mundo en que vivimos.
De todos los posibles métodos de investigación, el que puede considerarse método de investigación por excelencia es el método científico, consistente en: “formular cuestiones o problemas sobre la realidad del mundo y los hombres, con base en la observación de la realidad y la teoría ya existente, en anticipar soluciones a estos problemas y en contrastarlas o verificarlas con la misma realidad, mediante la observación de los hechos que ofrezca, la clasificación de ellos y su análisis”.
El método científico puede considerarse como una interacción entre dos componentes del pensamiento humano, una es la intuición y otra la lógica interpretación de los resultados obtenidos por la experiencia.
En el estado actual de las ciencias el método científico es, en primer lugar, un método teórico en su origen y en su fin, con ello se quiere decir que su punto de partida es, en general, una teoría previa o un conjunto racional y sistemático de ideas sobre la realidad de que se trate.
En segundo lugar, el método científico es problemático--hipotético, en cuanto se basa en la formulación de problemas, cuestiones o interrogantes sobre la realidad y en adelantar conjeturas o soluciones probables a dichas cuestiones.
En tercer lugar, el método científico es empírico, en el sentido de que su fuente de información y de respuesta a los problemas que se plantea es la experiencia.
En cuarto lugar el método científico es, a la vez, inductivo y deductivo; es inductivo en cuanto procede mediante la clasificación sistemática de datos obtenidos durante la observación, con el fin de determinar las uniformidades o regularidades que presentan. La inducción da lugar inmediatamente a datos sobre la realidad, pero el relacionar estos datos, establecer conceptos y enunciados con
base en ellos y sacar conclusiones de todo género es en gran parte obra de la deducción.
En quinto lugar el método científico es crítico. Con ello se quiere decir que se debe someter constantemente a examen y juicio todas las fases, operaciones y resultados.
En sexto lugar el método científico es circular, esto es así porque en él los principios se prueban mediante datos empíricos y éstos se analizan o interpretan sobre la base de aquellos.
En séptimo lugar el método científico es analítico--sintético, es decir, estudia la realidad distinguiendo y separando unos de otros sus elementos más simples, pero no se queda aquí, sino que procura luego unir y recomponer los elementos separados obteniendo una nueva visión global del conjunto y de las relaciones estructurales entre sus elementos.
En octavo lugar el método científico es selectivo en un doble sentido, ya que, primero, entre la multiplicidad de aspectos de los fenómenos debe concentrar su observación en los más relevantes, y, en segundo, entre las masa de datos recogidos debe procurar detectar en el análisis los más significativos por tener un influjo predominante.
En noveno lugar el método científico es abierto a la imaginación, pues aunque normalmente debe atenerse a reglas metodológicas formales, al mismo tiempo debe fomentar también la intuición y la imaginación.
Resumiendo las ideas básicas sobre el método científico podríamos decir que son: La duda, la problematización, la conjetura o hipótesis, la prueba empírica como criterio último de verificación y la precisión o exactitud.
Quizás se pueda considerar a Galileo y a Kepler como los iniciadores del método científico tal y como lo entendemos hoy, al dar prioridad al experimento para llegar al conocimiento de los fenómenos naturales.
A lo más que el Empirismo puede llegar es a establecer asertos sobre lo que probablemente sucederá, basándose en la información de lo que ha sucedido
La Teoría de la Probabilidad, que nos enseña a calcular la posibilidad de que un suceso ocurra bajo ciertas condiciones, teniendo en cuenta el número de veces que ha ocurrido, según la observación.
la Ciencia Policial comienza sus investigaciones no sobre la base de principios absolutamente simples conocidos con certeza, sino más bien sobre la base de principios relativamente simples, es decir, conocidos de antemano con cierto grado de certidumbre”.
La primera tarea de toda investigación será decidir cuál es realmente el problema.
La medida de verdad de una hipótesis será simplemente la medida de su capacidad para resolver el problema y alcanzar así el fin que nos habíamos propuesto.
El paradigma de Dewey es el marco de referencia para el estudio del método científico:
a) El hombre percibe una dificultad, un obstáculo, una situación para la que no encuentra explicación o solución, y procura explicitar y definir el problema con precisión, a ser posible en forma de preguntas, que le permitan saber exactamente qué es lo que busca.
b) El hombre propone hipótesis o conjeturas que podrían ser la respuesta a tales preguntas, con el propósito de dar con la solución al problema planteado.
c) Deduce las consecuencias que se seguirían de ser ciertas las hipótesis planteadas.
d) Valida las hipótesis sometiéndola a prueba mediante la recogida de datos y la utilización de técnicas adecuadas, en ocasiones estadísticas.
El método de Dewey es conocido como el hipotético-deductivo experimental, haciendo alusión a los tres momentos claves: formulación de hipótesis, deducción de consecuencias y recurso a la experiencia.
Bunge reconoce que “el método científico es un modo de tratar problemas intelectuales y consecuentemente puede utilizarse en todos los campos del conocimiento. Bunge propone un método de ocho etapas, basado en la idea de Dewey:
1. Enunciar preguntas bien formuladas y verosímilmente fecundas.
2. Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastables con la experiencia para contestar a las preguntas.
3. Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas.
4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación.
5. Someter a su vez a contrastación esas técnicas para comprobar su relevancia y la fe que merecen.
6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados.
7. Estimar la pretensión de verdad de las conjeturas y la fidelidad de las técnicas.
8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las
técnicas y formular los nuevos problemas originados por la investigación.
En toda ciencia la observación, experimentación y raciocinio son pilares fundamentales y necesita hacer uso del método científico para el hallazgo de nuevos conocimientos, siendo la Estadística un poderoso y eficaz instrumento de tal método. En su obra “The Scientific Outlook”, el filósofo Bertran Rusell indicó, como principales etapas del método científico, la exacta observación del fenómeno bajo estudio, la formulación de hipótesis que intenten explicarlo y la verificación de tales hipótesis en base a nuevas observaciones.
3. ACTITUDES MENTALES DENTRO DEL MÉTODO CIENTÍFICO
Se pueden aprender muchos procedimientos para investigar, pero esto sirve de muy poco si no se ha aprendido ha pensar. La perspectiva con la que se debe concebir las actitudes mentales dentro del pensar científico (método científico) forman un binomio entre teoría y práctica, entre estudio y conocimiento de la realidad y la acción transformadora de la misma. Con el objetivo de que estas actitudes mentales nos ayuden a aprender a pensar hacemos una exposición sucinta de las más importantes para el campo policial (adaptado de lo expuesto en el texto de Sampson (1989):
a) Actitudes Mentales de Representación (¿Qué hay?)
En una primera fase, la primera impresión debe recogerse en un proceso que podríamos denominar enumerar-describir:
I. En la enumeración se enuncian cosas, se hace un inventario de hechos, datos e información
II. Con la descripción se pretende caracterizar algo.
Una segunda fase la constituye la acción de comparar-distinguir.
Los hechos, datos e información acumuladas, tienen que ser comparados y distinguidos:
I. Se compara cuando de los hechos, situaciones o acontecimientos se hacen resaltar las semejantes.
II. Se distingue, cuando se destacan las diferencias.
La tercera fase la constituye la acción de clasificar-definir. Se delimita el objeto a estudiar. Para ello se pone en orden el material acumulado, siguiendo un sistema de referencia:
I. Se clasifica cuando se agrupan objetos en subconjuntos de acuerdo a ciertas similitudes, características, cualidades o propiedades en común.
II. Se define cuando se enumera con claridad y exactitud las características genéricas y diferenciales de una cosa material o inmaterial.
b) Actitudes Mentales de Identificación (¿Qué es esto?)
La primera fase dentro de este apartado la constituye la identificación de aspectos y puntos de vista. Se trata con ello de asumir la complejidad que tiene toda realidad:
I. Sus diferentes aspectos, los cuales existen objetivamente.
II. Los puntos de vista, que son las opiniones de la gente o las distintas perspectivas desde las cuales se puede considerar una cuestión; es el aspecto subjetivo.
La segunda fase la constituye la búsqueda de contradicciones y oposiciones. Toda realidad contiene en su seno una serie de contradicciones o aspectos opuestos que tienden a excluirse mutuamente; es necesario conocer cuáles son las oposiciones y las contradicciones específicas que encierra cada situación para poder sacar ventaja de ello.
Una tercera fase la constituye el saber situar los hechos y fenómenos en el espacio y en el tiempo. Ningún fenómeno puede entenderse plenamente aislado de su contexto temporal-espacial (dónde se produce y cuándo se produce).
c) Actitudes Mentales de Relación (¿Por qué es esto así?)
Aquí la primera fase la constituye el saber relacionar un hecho con sus causas y consecuencias. Se trata, pues, de comprender un hecho o fenómeno de la realidad en relación con sus causas y de prever sus consecuencias.
La segunda fase se constituye en la búsqueda de leyes y teorías para explicar y comprender los hechos. Aquí se trata de explicar la realidad a través de leyes científicas y de teorías. Las leyes nos señalan aquellos hechos o fenómenos que se dan en determinadas condiciones, la teoría, en cuanto sistema explicativo global, arroja luz sobre la comprensión de la realidad.
d) Actitudes Mentales para la Acción (¿Qué hacer?, ¿por qué hacerlo?, ¿Para qué hacerlo?,
¿Cómo hacerlo?)
Aquí las preguntas a responder son del tipo: ¿Qué hacer?, ¿por qué hacerlo?, ¿para qué hacerlo?, ¿cómo hacerlo?.
Nuestra primera fase debe tratar de explicitar los valores y principios que inspiran y guían la acción. En los valores y principios se fundamenta la acción y, al mismo tiempo, el modelo a alcanzar en cuanto que proporciona reglas para la acción y una jerarquía de valores.
La segunda fase se constituye con el establecimiento de los objetivos, metas, medios y métodos de acción. Los objetivos son lo que se quiere hacer, las metas expresan cuánto se quiere hacer (en tiempo, lugar y espacio), los medios hacen referencia al con qué hacerlo (recursos humanos, técnicos, financieros y materiales) y los métodos tratan lo concerniente a cómo hacerlo.
La tercera fase se identifica con el establecimiento de un plan de acción. Realizar un plan de acción consiste en establecer los diferentes pasos y tareas que hay que realizar en el tiempo y en el espacio para alcanzar los objetivos y metas propuestos.
Finalizamos con la fase de validación del proceso: control de acción y de los resultados. Si no queremos alejarnos de los objetivos y de las metas propuestos, con los métodos establecidos y de acuerdo con los valores y principios que deben sustentar toda acción, hay que controlar y evaluar el proceso.
4. LA INVESTIGACIÓN POLICIAL MEDIANTE EL MÉTODO CIENTÍFICO.
La investigación científica en general, y la policial en particular, conlleva un conjunto de actuaciones sucesivas orientadas a conocer una determinada realidad.
Para lograr ese objetivo se sigue un proceso de movimiento inverso, pero cuyas fases se corresponden entre sí. El primero se denomina proceso de verificación, en él, en síntesis, la investigación parte de la teoría existente y desciende a la realidad empírica, es un proceso deductivo; el segundo se puede llamar de teorización, y en él, por el contrario, la investigación parte de la realidad y asciende a la teoría sintética, es un proceso inductivo.
El proceso de verificación es un proceso probatorio, con la teoría y aspectos que se cree conocer con la realidad se forman representaciones de ésta, que se denominan modelos, de éstos se deducen conclusiones y se comprueba el grado de ajuste de las conclusiones con la realidad. Por ello la verificación es la práctica de la prueba, constituyendo el núcleo del proceso investigador;
En medios policiales, tradicionalmente se ha otorgado el estatus de “investigación científica” a la surgida en laboratorios al amparo de ciencias como la química, la médica, etc.; ya que el investigador policial se ubica más en el pragmatismo operativo que en el teoricismo.
Es indudable que en buena medida existe un paralelismo entre las propuestas de Bunge o Dewey y los procedimientos de investigación utilizados por la policía, en efecto, al investigar un hecho criminal, de facto se siguen los siguientes pasos:
1. Enunciado de preguntas en torno al suceso del que todo se desconoce:
¿Qué ha pasado?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Quién?, ¿Dónde?, ¿Por qué?, ¿Para qué? ...
2. Se arbitran conjeturas fundadas y contrastables para contestar a las preguntas. Se hacen conjeturas en torno a quién puede ser el sospechoso, cuál fue el móvil del crimen, cuál fue el modus operandi, en qué momento y en qué lugar se cometió el crimen, ... etc. Las conjeturas suponen deducciones razonadas, coherentes, factibles, que realiza el investigador policial en base al conocimiento de parcialidades del hecho, conocimiento que va logrando mediante meticulosos procedimientos de recogida de datos.
3. Los datos que va logrando el investigador policial, obran en conjunto para determinar unas consecuencias lógicas a partir de las conjeturas iniciales. Se va realizando la composición de un rompecabezas integrado por piezas aisladas que fueron halladas y concatenadas por el proceso de investigación, para producir unas consecuencias.
4. Las consecuencias deben soportarse en pruebas irrefutables, de forma que sean relevantes, permanentes, indubitadas y superen el contraste a que son sometidas en el proceso penal, mediante peritajes, opiniones contradictorias, etc.
5. Los procedimientos y técnicas empleados para el logro de tales pruebas han de ser auspiciados por la ley y en ningún caso se permiten procedimientos ilegales. Son procedimientos válidos para la ciencia en general: observaciones, testimonios, determinaciones de laboratorio, etc.
6. La interpretación de los datos contrastados arroja luz suficiente para señalar a unas personas como responsables del hecho investigado.
7. El proceso penal y el juicio oral estimarán la pretensión de veracidad de las conjeturas y la fidelidad y validez de las técnicas empleadas.
8. Policialmente el procedimiento concluye cuando el problema ha sido esclarecido y contrastado; pero, sin duda, habrá originado nuevos interrogantes cuyas respuestas corresponden a la Justicia, a los Servicios Sociales, al Sistema Educativo, etc.
Todo el procedimiento seguido tiene visos de proceder científico: existe en cada investigación un objeto formal (el caso), un método, un sistema, unas técnicas e instrumentos con “cuño” policial. Existe además un objetivo prioritario para cualquier rama del saber (desde la filosofía hasta las ciencias empíricas): revelar la verdad. Y, por último, todo el proceso es autocorrectivo y contrastable paso a paso.
Igualmente se descubren los componentes del proceder científico mediante el método comparativo en numerosos trabajos de investigación de distintos servicios de Policía Científica:
· La identificación mediante el estudio de crestas papilares.
· Los estudios sobre balística.
· Los estudios sobre documentos.
· Etc.
Los métodos observacionales se ponen de manifiesto en las inspecciones oculares, vigilancias, seguimientos, etc.
Los estudios sobre criminalidad se apoyan frecuentemente en la Estadística Descriptiva:
· Seguimiento mensual de la delincuencia.
· Recogida de datos en modelos estandarizados.
· Análisis de datos.
· Tratamiento estadístico.
· Elaboración de conclusiones: Informes sobre evolución de la criminalidad, estudios de previsión de crecimiento delincuencial, etc.
· Utilización operativa de los resultados.
Los análisis de gestión de diversos servicios, también se apoyan en el proceder científico:
· Seguimiento diacrónico de la gestión.
· Recogida de datos (productos de la gestión): Extranjeros, D.N.I., etc.
· Tratamiento estadístico-descriptivo de datos.
· Elaboración de informes de gestión (análisis, memorias).
· Aplicación de los resultados en la toma de decisiones y en la gestión de recursos humanos.
método