Desarrollo Industrial de España (S. XIX-XX): Economía, Ferrocarril y Transición Demográfica
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La Industrialización Española en los Siglos XIX y XX
La expansión industrial en España durante el siglo XIX se caracterizó por un notable retraso en comparación con otros países europeos.
El Sector Textil Catalán: Motor de la Industrialización
La industria textil catalana fue el principal foco de desarrollo, aunque su impacto no se extendió al resto de España.
- 1770: Establecimiento de las primeras fábricas de indianas.
- 1830: Inicio del proceso de mecanización con la introducción de las máquinas de vapor.
Obstáculos y Crisis
El desarrollo se enfrentó a serios problemas:
- Escasez de carbón: Lo que impulsó la creación de colonias industriales cerca de fuentes de agua.
- Debilidad del mercado interno.
- Crisis del 'Hambre de Algodón': Ocurrida durante el reinado de Isabel II (Gobierno Moderado), causada por la Guerra de Secesión Americana (1861-1865), que cortó el suministro de materia prima.
A partir de 1874, tras la Primera República, el sector entró en una nueva fase expansiva.
La Industria Siderúrgica
La siderurgia dependía directamente de la minería de hierro y carbón para alimentar los altos hornos.
Fases de Desarrollo Siderúrgico
- Siderurgia Andaluza (Málaga): Se inició en 1826, durante la Década Ominosa (Fernando VII).
- Siderurgia Asturiana: Se desarrolló entre 1864 y 1879, aprovechando los yacimientos de hulla.
- Siderurgia del País Vasco (PV): A partir de 1876, esta zona experimentó una industrialización acelerada gracias a la llegada del coque galés (más barato y con mayor poder calorífico), facilitando la ruta Cardiff-Bilbao.
Otros Sectores y Fuentes de Energía
Junto a los sectores líderes, surgieron otras industrias relevantes:
- Agroalimentaria: Concentrada principalmente en la zona de Levante.
- Tipografía y Editorial: Destacando Cataluña y Valencia.
- Química, Eléctrica y Metalurgia: Sectores que ganarían peso en el siglo XX.
La Minería y la Ley de 1868
La principal fuente de energía del siglo XIX fue el carbón, esencial para la máquina de vapor (James Watt).
La Desamortización del Subsuelo se formalizó con la Ley de Minas de 1868. Esta ley tuvo consecuencias significativas:
- Concesiones a compañías extranjeras.
- Grandes exportaciones de minerales (cobre, mercurio).
- Aumento de la demanda internacional y avances en las técnicas de explotación.
- Generación de un crónico endeudamiento de la Hacienda Pública.
La Construcción del Ferrocarril
La construcción del ferrocarril se inició en 1855, durante el Bienio Progresista de Isabel II, impulsada por la Ley de Ferrocarriles de 1855. Esta ley marcó la primera gran expansión (1855-1866), dominada por compañías extranjeras.
Tras la crisis financiera de 1866, y a partir de la Primera República (1873), se inició una nueva etapa constructiva.
Impacto Económico y Características
El ferrocarril tuvo efectos estructurales en la economía, aunque también supuso una oportunidad perdida:
- Estructura radial: Con centro en Madrid.
- Ancho de vía superior al estándar europeo.
- Las compañías extranjeras se beneficiaron de franquicias sin aranceles, lo que limitó el desarrollo de la industria metalúrgica nacional.
Transformaciones Económicas y Sociales en el Siglo XX
Dinámica Demográfica: La Transición
España experimentó la transición demográfica, aunque con retraso respecto a otros países. Este ciclo se caracteriza por el descenso de la mortalidad y, posteriormente, de la natalidad.
Fases del Ciclo Demográfico Moderno (1877-1930)
- Descenso de la Mortalidad: Aumento de la esperanza de vida, descenso de enfermedades y reducción de la mortalidad infantil.
- Descenso de la Natalidad: Ocurrió más lentamente, influenciado por mayores niveles de urbanización y la planificación familiar.
Movimientos Migratorios
Las migraciones fueron impulsadas por la búsqueda de empleo, la escasez de transformaciones económicas en ciertas zonas y la mejora en las navegaciones.
Emigración Exterior e Interior
- Emigración Ultramar (1875-1915): Aproximadamente 1,5 millones de españoles emigraron, principalmente desde Canarias y Galicia, con destino a Cuba, Argentina y Brasil.
- Migración Interior (1900-1931): Se produjo un intenso éxodo rural. La procedencia principal era Castilla, Murcia y Aragón, con destino a los grandes centros urbanos (Madrid y Barcelona).
A finales de la Primera Guerra Mundial, se aceleró el proceso de urbanización, con transformaciones urbanísticas (derribo de murallas, grandes ensanches) y el crecimiento de centros industriales o mineros. Este proceso fue lento en comparación con Europa, generando un desequilibrio crónico entre el centro y la periferia.
La Industrialización en el Siglo XX
El siglo XX se caracterizó por el aumento del peso de la industria y la menor importancia de la agricultura.
Nuevas Energías y Crecimiento
Se introdujeron nuevas fuentes de energía: la electricidad y el petróleo. La electrificación impulsó la iluminación pública y el transporte urbano. El primer tercio del siglo XX supuso una revolución de los transportes (automóvil) y de la transmisión de información (telégrafo, teléfono, radio).
Crecimiento y Nuevas Industrias
En las tres primeras décadas, el producto industrial aumentó significativamente. Los sectores tradicionales (textil catalán, alimentaria) perdieron peso relativo frente a las nuevas industrias:
- Industria Química: Producción de fertilizantes y medicamentos.
- Siderurgia: Expansión de los altos hornos en Vizcaya y Sagunto.
- Industria Eléctrica: Destacando la presencia de la compañía Canadiense.
- Metalúrgica: Desarrollo del sector automovilístico (Hispano Suiza).
- Construcción: Producción de cemento Portland.
Difusión Territorial y Políticas Económicas
Las zonas principales de industrialización continuaron siendo Cataluña y el País Vasco. Madrid se consolidó como la tercera región, aunque existían otros focos (Galicia, Zaragoza, Sevilla). Estos desarrollos generaron profundos desequilibrios en la distribución de la renta.
Las políticas económicas se caracterizaron por el intervencionismo, el proteccionismo y los acuerdos entre empresas para limitar la competencia.