La poesía en el Barroco

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Poesía ascético-moral

Ante la fugacidad de la vida, el poeta adopta una actitud ascética y sigue tres corrientes doctrinales:

  • Los principios teocéntricos de la tradición medieval.
  • El estoicismo de Séneca.
  • El epicureísmo horaciano.

El poeta recurre a una serie de imágenes poéticas de gran vigor expresivo. Dos alcanzan especial relevancia: la rosa y las ruinas.

Poesía metafísica

La forman una serie de composiciones de Quevedo en torno a la conciencia de la muerte percibida como liberación de las penalidades terrenas y puerta de acceso a la salvación o el castigo eterno o como la aniquilación de la vida. Quevedo recoge esa tradición y la recrea de forma muy personal. En él el sentimiento de muerte invade su vida y de ahí nace su angustia, atemperada a veces por sus convicciones religiosas.

Poesía religiosa

El cultivo de la poesía religiosa se debe al denso clima de rigidez moral propiciado por el espíritu contrarreformista y por el peso de la tradición inmediata. Pero ahora la religiosidad es más afectiva que intelectual. Destaca la lírica devocional. Son un conjunto de plegarias a dios donde manifiesta su gratitud, pide auxilio o se arrepiente. Otras veces es simple alabanza.

Poesía laudatoria y épica culta

El Barroco mantiene la tradición renacentista de la poesía épica, pero el género ya no refleja la realidad de la época y trata temas como los religiosos, burlescos y patrióticos.

Poesía satírica y burlesca

La sátira persigue la censura moral de comportamientos individuales o vicios arraigados en la sociedad; el objetivo de la burla es la burla misma, para lo cual utilizan juegos de palabras.

Poesía popular

Los poetas barrocos mantienen vivo el interés por la lírica popular. Una veces componen villancicos o romances a partir de una cancioncilla tradicional y otras, crean composiciones de sabor popular, imitando su estilo y esquema métrico. Alcanza especial relevancia el cultivo del romance, con diversidad de temas como: amoroso, pastoril, morisco, de cautivo y burlesco. Surge así el romancero nuevo de carácter culto.

Luis de Góngora

Su obra presenta dos estilos diferenciados:

  • Poesía popular. La forman composiciones en versos de arte menor de asunto muy variado. Sobresalen las letrillas y los romances
  • Poesía culta. Destacan los sonetos y dos grandes poemas, La Fábula de Polifemo y Galatea y Soledades:

Los sonetos

Se caracterizan por su perfección formal y contenido variado. El soneto IV El escorial.

El Polifemo

Es un largo poema en octavas reales que recrea el amor del cíclope Polifemo hacia la ninfa Galatea.

Las Soledades

Es una obra inacabada. Solo escribió dos de cuatro partes, donde narra como un náufrago cuenta sus amores a unos cabreros. El argumento es un pretexto para desplegar sus facultades expresivas.

Lope de Vega

Su obra es muy variada ya que cultiva la poesía culta y la tradicional. La poesía lírica expresa su individualidad en Soliloquios, de contenido religioso, y Rimas humanas, donde domina el tema amoroso. La poesía épica destaca La Dragontea y en menor medida la poesía satírica y burlesca La Gatomaquia y la lírica de tipo popular en sus obras de teatro.

Quevedo

Su obra poética puede agruparse en cuatro temas:

  1. Poesía amorosa. Es la más paradójica y misógina, aunque fue el gran canto del amor y la mujer. Considera el amor como un ideal inalcanzable.
  2. Poesía moral y metafísica. Surge de su pesimismo, de su conciencia del paso del tiempo y de la amenaza de la muerte.
  3. Poesía satírica y burlesca. En ella se burla de todo en ocasiones con virulencia desgarrada. Destacan las letrillas.
  4. Poesía política. Se centra en el problema de España y la denuncia de la corrupción.

Conceptismo

Esta tendencia tiende a una complicación conceptual que condensa el pensamiento y para ello recurre a juegos de palabras, distorsiones gramaticales e imágenes atrevidas.

Culteranismo

Aparece cuando el conceptismo se orienta hacia un recargamiento ornamental y sensorial. Abunda el léxico colorista, se incorporan numerosos cultismos, la sintaxis se complica con oraciones subordinadas e hipérbatos.

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