Neoclasicismo
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NEOCLASICISMO Movimiento cultural que abarca el S. XVIII, en el cual se produce el declive del antiguo régimen y surge el despotismo ilustrado “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Se produce un crecimiento demográfico, se mejora el nivel de vida y se aumenta el consumo. Sin embargo se suceden diferentes conflictos: la Guerra de Sucesión, la instauración de la monarquía borbónica, conflictos coloniales, la revolución francesa. La ilustración es un movimiento social, cultural e ideológico que renueva el pensamiento del individuo del llamado siglo de las luces. Predomina un pensamiento racionalista, según el cual el fundamento del conocimiento es la razón y utilitarista, el hombre tiene lo que sea útil al individuo, siempre vinculada a la idea de progreso y a la felicidad como finalidad del hombre. Se plantean reformas en todos los ámbitos (afán reformista) y se intentan llevar a la practica. Surge la enciclopedia, se producen grandes avances sociales y se da un impuso a la educación. El neoclasicismo español está influido por el neoclasicismo francés y las culturas grecolatinas, las obras han de estar sujetas a la razón y sus géneros completamente separados. Durante el último cuarto del siglo XVIII se produce una revalorización del individuo propiciando la aparición del romanticismo. En España la ilustración tiene menos fuerza que en otros países europeos, pero se mantiene una actitud crítica, se propicia la cultura, se trata de modernizar el país favoreciendo la idea de progreso y con el surgimiento de las academias y se da más importancia a la razón frente a la tradición. La prosa es el género más propicio ya que es el que mejor permite trasmitir las ideas de reforma, tiene carácter doctrinal y busca trasformar la sociedad de un siglo en el que se consideraba literatura a casi todo (leyes, calendarios...). Destaca el gran trabajo editorial y las publicaciones periódicas, así como el ensayo que es un subgénero muy propicio para trasmitir las ideas reformistas. Encontramos un lenguaje directo y ágil, sin retorcimiento expresivo y surgen micelas (mezcla de todos los temas). Aunque no abundan, siguen habiendo autores de prosa narrativa costumbrista como Diego Torres Villarroel, conocido por sus calendarios y pronósticos y en el que se aprecian rasgos barrocos.
Dentro del ensayo y con mayor carácter crítico encontramos a José Francisco de isla quien actúa de puente entre el costumbrismo y la prosa reformista Historias del famoso predicador fray Gerundio de Campazas, alias Zote. El padre Feijoo Teatro crítico universal y Cartas eruditas, Jovellanos (máximo representante de la ilustración) Memoria sobre la reforma agraria y Ignacio de Luzán Poética son los principales ensayistas. Cabe destacar también a Cadalso autor de Cartas Marruecas y su obra dialogada Noches lúgubres. La lírica del siglo XVIII tiene a principio de siglo cierta influencia barroca, pero pasadas las primeras décadas, se va tornando más sencilla y ligera, con menos retorcimiento sintáctico hasta alcanzar a mitad de siglo una poesía puramente neoclásica cercana a la prosa y con influencias renacentistas (S. XVI). Destacan los temas ligados a las artes, a la filosofía y a las ciencias y tienen la misión de trasmitir las ideas ilustradas. Según acaba el siglo, la poesía va volviéndose más individualista y menos reformistas acercándose al Romanticismo (Poesía anacreóntica - La paloma Filis de Valdés). Encontramos autores como Cadalso Ocios de mi juventud y Juan Meléndez Valdés La beneficencia. En la primera mitad del siglo XVIII pervive el teatro barroco y no es hasta la segunda mitad del siglo cuando van surgiendo obras verdaderamente neoclásicas y la comedia no e afianza hasta el último cuarto de siglo. Se sigue la regla de las tres unidades (acción, tiempo y lugar). Leandro Fernández de Moratín quien influido por el neoclasicismo francés es la principal figura de la comedia neoclásica. Escribió obras críticas con finalidad didáctica, en las que el lenguaje está adaptado a cada personaje y prima el análisis de los personajes frente a la escenografía. Moratín asienta las bases de lo que será el teatro contemporáneo con obras como El viejo y la niña, El barón, El sí de las niñas, La comedia nueva o el café y La mojigata. Encontramos también obras de otros autores como Cadalso Solaya o los circasianos y Valdés Las bodas de Camacho el rico.
Dentro del ensayo y con mayor carácter crítico encontramos a José Francisco de isla quien actúa de puente entre el costumbrismo y la prosa reformista Historias del famoso predicador fray Gerundio de Campazas, alias Zote. El padre Feijoo Teatro crítico universal y Cartas eruditas, Jovellanos (máximo representante de la ilustración) Memoria sobre la reforma agraria y Ignacio de Luzán Poética son los principales ensayistas. Cabe destacar también a Cadalso autor de Cartas Marruecas y su obra dialogada Noches lúgubres. La lírica del siglo XVIII tiene a principio de siglo cierta influencia barroca, pero pasadas las primeras décadas, se va tornando más sencilla y ligera, con menos retorcimiento sintáctico hasta alcanzar a mitad de siglo una poesía puramente neoclásica cercana a la prosa y con influencias renacentistas (S. XVI). Destacan los temas ligados a las artes, a la filosofía y a las ciencias y tienen la misión de trasmitir las ideas ilustradas. Según acaba el siglo, la poesía va volviéndose más individualista y menos reformistas acercándose al Romanticismo (Poesía anacreóntica - La paloma Filis de Valdés). Encontramos autores como Cadalso Ocios de mi juventud y Juan Meléndez Valdés La beneficencia. En la primera mitad del siglo XVIII pervive el teatro barroco y no es hasta la segunda mitad del siglo cuando van surgiendo obras verdaderamente neoclásicas y la comedia no e afianza hasta el último cuarto de siglo. Se sigue la regla de las tres unidades (acción, tiempo y lugar). Leandro Fernández de Moratín quien influido por el neoclasicismo francés es la principal figura de la comedia neoclásica. Escribió obras críticas con finalidad didáctica, en las que el lenguaje está adaptado a cada personaje y prima el análisis de los personajes frente a la escenografía. Moratín asienta las bases de lo que será el teatro contemporáneo con obras como El viejo y la niña, El barón, El sí de las niñas, La comedia nueva o el café y La mojigata. Encontramos también obras de otros autores como Cadalso Solaya o los circasianos y Valdés Las bodas de Camacho el rico.